Las ventajas del nuevo telescopio de la ESO en Chile

La instalación del telescopio más grande del mundo no sólo permitirá avances en el conocimiento científico, sino que además beneficios en la imagen país. Así al menos lo cree la astrónoma y Premio Nacional de Ciencias Exactas 1997, María Teresa Ruiz.

La instalación del telescopio más grande del mundo no sólo permitirá avances en el conocimiento científico, sino que además beneficios en la imagen país. Así al menos lo cree la astrónoma y Premio Nacional de Ciencias Exactas 1997, María Teresa Ruiz.

Hace algunos días el Consejo del Observatorio Europeo Austral (ESO) dio a conocer su decisión de escoger el Cerro Amazones, en la región de Antofagasta, como ubicación del futuro European Exremely Large Telescope (E-ELT), el telescopio más grande del mundo.

En el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, María Tereza Ruiz, astrónoma y Premio Nacional de Ciencias Exactas 1997, valoró la importancia de este hecho puesto que permitirá que investigadores chilenos tengan  un diez por ciento del tiempo de observación en el mejor laboratorio del planeta.

La académica de la Universidad de Chile enfatizó además que el asentamiento del telescopio implicará mayores oportunidades para el desarrollo de la ingeniería nacional, que mejorará la imagen país y que favorecerá la economía de la región en la que se insertará.

María Teresa Ruiz subrayó que el E-ELT será un instrumento único que abre una nueva ventana para estudiar los rincones más lejanos del universo. “Una de las cosas que se quiere ver es si las leyes de la física que nos ayudan a entender el universo en que vivimos son iguales allá que acá. Otra cosa que se mencionó, es que el tamaño del telescopio es el mínimo para poder ver, fotografiar y estudiar planetas tipo tierra, pequeñísimos”, dijo.

Sin embargo, la doctora en Astrofísica advirtió que los aportes más relevantes de este telescopio aún no se pueden dimensionar, puesto que serán precisamente lo desconocido hasta ahora.

María Teresa Ruiz manifestó su confianza en que este hito pueda ayudar a las autoridades y ciudadanos a reconocer que somos un país privilegiado para la observación del cielo. “Esto de que Chile sea una ventana al universo con condiciones tan espectaculares es un recurso natural, así como las minas de cobre (…) Eso fue descubierto poco a poco, no ha sido fácil tratar de mostrarles lo importante que esto para poder aprovecharlo y creo que hemos avanzado harto”, enfatizó.

La académica recalcó que la astronomía involucra materias como matemática, física e incluso-si se llega a encontrar vida en otros planetas- biología, por lo que puede convertirse en una buena y entretenida manera de enseñarles ciencias a los estudiantes.

Respecto a los reparos planteados por las Islas Canarias, uno de los lugares desechados para la ubicación del telescopio, que apuntaban a la inseguridad de un territorio sísmico para el nuevo observatorio de la ESO, María Tereza Ruiz aseguró que las estructuras son tecnológicamente resistentes a la vibración del viento y esa misma característica los protege de los movimientos telúricos.

Se espera que la herramienta de observación del universo comience a construirse a fines de este año y esté operativo en 2018.





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