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Año XVI, 24 de abril de 2024


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En el programa Foro Ciudadano

Presidente de la ANARCICH: “Ley de Radios Comunitarias es un gran acontecimiento”

La aprobación de la ley que regula el funcionamiento de las radios comunitarias es considerada un gran triunfo porque permite que estos medios queden en manos de organizaciones sociales y no de grandes grupos económicos. Además, amplía el espectro de difusión y será fiscalizada por las mismas comunidades a las que deben servir.

Catalina Gaete

  Miércoles 5 de mayo 2010 21:04 hrs. 
Radio-Uchile

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Son más de 400 las concesiones de radios comunitarias a lo largo de Chile. Eran denominadas concesiones de mínima cobertura y contaban sólo con un watt de potencia, lo que limitaba sus señales a un par de cuadras. Mientras las radios comerciales tenían aseguradas sus transmisiones por 25 años, las comunitarias sólo tenían tres antes de una nueva postulación. Son radioemisoras que cumplen un  rol fundamental al interior de las comunidades con información local y trabajo autónomo. Reúnen a la gente en torno a temas comunes y contribuyen a la conformación de identidades locales.

Estas regulaciones estaban consignadas en la Ley General de Telecomunicaciones. Sin embargo, ante aquellas condiciones que limitaban el trabajo de estos medios, el día 4 de mayo fue promulgada la nueva Ley de Radios Comunitarias.

Alberto Cancino, presidente de la Asociación Nacional de Radios Comunitarias y Ciudadanas de Chile (ANARCICH) comentó este logro para las radioemisoras locales en el programa Foro Ciudadano de la Radio Universidad de Chile.

Alberto Cancino es uno de los fundadores de los movimientos de radios populares a principios de la década del 90. Su interés en las comunicaciones surge desde su trabajo ciudadano parroquial, donde “ya lo habíamos hecho todo” en cuanto a medios para informar a la comunidad y “surge la posibilidad de hacer radio, como estaba pasando en América Latina”.

Hoy, orgulloso del logro que significa un marco regulatorio para el trabajo de radiodifusión comunitaria, Cancino explica que lo más relevante de esta ley es que otorga “un estatuto jurídico que antes no existía, pues era una ley general para todos los medios”, lo cual es “un gran acontecimiento”. En ella se establecen una serie de condiciones jurídicas y técnicas que “favorecen a las organizaciones y al desarrollo de la radio local”, pues en la regulación anterior, según Alberto Cancino, “existían muchas limitaciones y discriminaciones”.

Además, la nueva ley establece la propiedad de medios de comunicación en manos de organizaciones sociales, lo que desecha aquella noción de que “la radio difusión es territorio de los grandes grupos económicos”, señala.

Porque, aunque las concesiones de radiodifusión comunitaria asciendan a más de 400 emisoras, Cancino explica que de ellas, 150 eran propiedad de empresas privadas, con fines de lucro. Con la nueva normativa, “se establece que las empresas comerciales no pueden acceder a los mecanismos legales que amparan a las radios comunitarias”, lo que será regulado por la Dirección de Organizaciones Sociales (DOS), la que verificará si la emisora “realmente pertenece al territorio y cumple servicios comunitarios”, afirmó.

Aquellas condiciones técnicas restrictivas, que limitaban el trabajo que cumplen las radios locales, serán también modificadas. De un watt de potencia, lo que permitía una cobertura a sólo cuatro cuadras a la redonda, se han ampliado a 25 watt, los que pueden ser mayores en caso de pertenecer a comunidades indígenas o estar emplazados en zonas fronterizas. Los años de concesión aumentarán de tres a diez años, ahorrándole dinero y tiempo a las organizaciones ciudadanas, lo lo que “es un gran avance”, señala Cancino.

Finalmente, la nueva Ley de Radios Comunitarias permite a estos medios integrar publicidad a sus transmisiones, las que potenciarán a los miembros de la comunidad al tener un espacio para menciones comerciales de los mismos vecinos, que se encuentren dentro de la zona de cobertura, como otra forma de otorgar un servicio a la localidad. Por ello y por todos los “positivos cambios” que trae este nuevo marco regulatorio, Alberto Cancino declara que “tenemos una ley y hay que agradecer y estar contentos con ello, pues luego podremos perfeccionarla”.

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