En línea con el levantamiento de infraestructura y equipamiento caído luego del terremoto, el gobierno anunció en los últimos días la creación de una agenda pro crecimiento cuyo eje fundamental será recuperar la senda de crecimiento y elevar la productividad.
En este proyecto han sido incluidas las pequeñas y medianas empresas, que ostentan más del 70 por ciento del capital de trabajo nacional, pero evidencian bajos niveles de productividad total.
Bajo este escenario, el ministerio de Economía -a través de Corfo y Sercotec- dispuso la inyección de 180 millones de dólares en un universo de 21 mil Pymes, lo cual tendrá un impacto de casi 1200 millones de dólares en generación de nuevos negocios.
A esto se añade el capítulo especial del plan fiscal para la reconstrucción, que contempla la exención tributaria a las Pymes con ventas menores a 50 mil UF y con utilidades que no sobrepasen las 2500 UF anuales, siempre y cuando reinviertan parte de sus ganancias.
Además, estipula la reducción permanente del impuesto de timbres y estampillas a 0,6 por ciento, el cual debiera haber subido a 1.2 por ciento el 1 de julio de 2010.
Estas medidas fueron destacas hoy en un encuentro con los empresarios de la Confederación Nacional Unida de la Mediana, Pequeña, Micro Industrias, Servicios y Artesanado de Chile (Conupia) por el ministro de Economía Juan Andrés Fontaine.
“El plan contempla dos medidas muy importantes para la pequeña y mediana empresa. Una es la ampliación del 14 bis que es una exención tributaria para aquella parte de la utilidad de las Pymes destinen a su crecimiento, inversión, a la generación de empleo, hasta un tope, más la mantención permanente del impuesto de timbres y estampillas en 0,6 por ciento lo que rebaja el costo del crédito que es otro elemento muy importante para el emprendimiento”, explicó el secretario de Estado.
Sin embargo, el presidente de Conupia, Pedro Davis, dijo que en el programa del Ejecutivo existen problemas de diseño y cobertura que no permitirán a las empresas del sector acceder a la meta de financiamiento.
“Es muy importante empezar a formular programas concretos porque hasta el momento de los 180 millones de dólares considerados sólo 40 fueron asignados y eso representa a cinco mil empresarios. Cuando el ministro se refiere a 21 mil empresarios está considerando a los empresarios que van a acceder al crédito y todos sabemos que la Banca no entrega el crédito a quienes principalmente lo necesitan. Para nosotros hasta el momento son cinco mil empresarios los que tienen aporte directo y los otros son potenciales, estamos hablando de que en la zona de catástrofe al menos entre 90 y 100 mil empresarios necesitan aportes”, indicó el dirigente gremial.
Respecto de esto último, el vicepresidente de la Corporación de Fomento Productivo, Hernán Cheyre, se mostró confiando en la efectividad del plan y llamó a las Pymes a cotizar distintas fuentes de liquidez.
“Hemos insistido en que se ha diseñado un producto que le va a permite a las pequeñas empresas cotizar entre distintos bancos e instituciones para buscar aquel que le entregue las mejores condiciones en cuanto a plazo y tasas de interés. Queremos que sea una oportunidad para que las Pymes tomen conciencia de que ellos también son responsables de buscar las mejores condiciones de acceso al crédito por la vía de mirar cuáles son las opciones que se están presentando. Queremos que para los bancos también sea un negocio atender a las Pymes y que no sea un estorbo”, señaló Cheyre
De todos modos, los dirigentes de Conupia acusan que estas medidas se van a estrellar con el Dicom o Boletín Comercial, porque debido al terremoto y maremoto hay muchos empresarios que han ido a parar a este registro, en vista de que no pudieron pagarle a sus proveedores ni pudieron costear las previsiones de sus trabajadores.
En línea con el levantamiento de infraestructura y equipamiento caído luego del terremoto, el gobierno anunció en los últimos días la creación de una agenda pro crecimiento cuyo eje fundamental será recuperar la senda de crecimiento y elevar la productividad.
En este proyecto han sido incluidas las pequeñas y medianas empresas, que ostentan más del 70 por ciento del capital de trabajo nacional, pero evidencian bajos niveles de productividad total.
Bajo este escenario, el ministerio de Economía -a través de Corfo y Sercotec- dispuso la inyección de 180 millones de dólares en un universo de 21 mil Pymes, lo cual tendrá un impacto de casi 1200 millones de dólares en generación de nuevos negocios.
A esto se añade el capítulo especial del plan fiscal para la reconstrucción, que contempla la exención tributaria a las Pymes con ventas menores a 50 mil UF y con utilidades que no sobrepasen las 2500 UF anuales, siempre y cuando reinviertan parte de sus ganancias.
Además, estipula la reducción permanente del impuesto de timbres y estampillas a 0,6 por ciento, el cual debiera haber subido a 1.2 por ciento el 1 de julio de 2010.
Estas medidas fueron destacas hoy en un encuentro con los empresarios de la Confederación Nacional Unida de la Mediana, Pequeña, Micro Industrias, Servicios y Artesanado de Chile (Conupia) por el ministro de Economía Juan Andrés Fontaine.
“El plan contempla dos medidas muy importantes para la pequeña y mediana empresa. Una es la ampliación del 14 bis que es una exención tributaria para aquella parte de la utilidad de las Pymes destinen a su crecimiento, inversión, a la generación de empleo, hasta un tope, más la mantención permanente del impuesto de timbres y estampillas en 0,6 por ciento lo que rebaja el costo del crédito que es otro elemento muy importante para el emprendimiento”, explicó el secretario de Estado.
Sin embargo, el presidente de Conupia, Pedro Davis, dijo que en el programa del Ejecutivo existen problemas de diseño y cobertura que no permitirán a las empresas del sector acceder a la meta de financiamiento.
“Es muy importante empezar a formular programas concretos porque hasta el momento de los 180 millones de dólares considerados sólo 40 fueron asignados y eso representa a cinco mil empresarios. Cuando el ministro se refiere a 21 mil empresarios está considerando a los empresarios que van a acceder al crédito y todos sabemos que la Banca no entrega el crédito a quienes principalmente lo necesitan. Para nosotros hasta el momento son cinco mil empresarios los que tienen aporte directo y los otros son potenciales, estamos hablando de que en la zona de catástrofe al menos entre 90 y 100 mil empresarios necesitan aportes”, indicó el dirigente gremial.
Respecto de esto último, el vicepresidente de la Corporación de Fomento Productivo, Hernán Cheyre, se mostró confiando en la efectividad del plan y llamó a las Pymes a cotizar distintas fuentes de liquidez.
“Hemos insistido en que se ha diseñado un producto que le va a permite a las pequeñas empresas cotizar entre distintos bancos e instituciones para buscar aquel que le entregue las mejores condiciones en cuanto a plazo y tasas de interés. Queremos que sea una oportunidad para que las Pymes tomen conciencia de que ellos también son responsables de buscar las mejores condiciones de acceso al crédito por la vía de mirar cuáles son las opciones que se están presentando. Queremos que para los bancos también sea un negocio atender a las Pymes y que no sea un estorbo”, señaló Cheyre
De todos modos, los dirigentes de Conupia acusan que estas medidas se van a estrellar con el Dicom o Boletín Comercial, porque debido al terremoto y maremoto hay muchos empresarios que han ido a parar a este registro, en vista de que no pudieron pagarle a sus proveedores ni pudieron costear las previsiones de sus trabajadores.
En línea con el levantamiento de infraestructura y equipamiento caído luego del terremoto, el gobierno anunció en los últimos días la creación de una agenda pro crecimiento cuyo eje fundamental será recuperar la senda de crecimiento y elevar la productividad.
En este proyecto han sido incluidas las pequeñas y medianas empresas, que ostentan más del 70 por ciento del capital de trabajo nacional, pero evidencian bajos niveles de productividad total.
Bajo este escenario, el ministerio de Economía -a través de Corfo y Sercotec- dispuso la inyección de 180 millones de dólares en un universo de 21 mil Pymes, lo cual tendrá un impacto de casi 1200 millones de dólares en generación de nuevos negocios.
A esto se añade el capítulo especial del plan fiscal para la reconstrucción, que contempla la exención tributaria a las Pymes con ventas menores a 50 mil UF y con utilidades que no sobrepasen las 2500 UF anuales, siempre y cuando reinviertan parte de sus ganancias.
Además, estipula la reducción permanente del impuesto de timbres y estampillas a 0,6 por ciento, el cual debiera haber subido a 1.2 por ciento el 1 de julio de 2010.
Estas medidas fueron destacas hoy en un encuentro con los empresarios de la Confederación Nacional Unida de la Mediana, Pequeña, Micro Industrias, Servicios y Artesanado de Chile (Conupia) por el ministro de Economía Juan Andrés Fontaine.
“El plan contempla dos medidas muy importantes para la pequeña y mediana empresa. Una es la ampliación del 14 bis que es una exención tributaria para aquella parte de la utilidad de las Pymes destinen a su crecimiento, inversión, a la generación de empleo, hasta un tope, más la mantención permanente del impuesto de timbres y estampillas en 0,6 por ciento lo que rebaja el costo del crédito que es otro elemento muy importante para el emprendimiento”, explicó el secretario de Estado.
Sin embargo, el presidente de Conupia, Pedro Davis, dijo que en el programa del Ejecutivo existen problemas de diseño y cobertura que no permitirán a las empresas del sector acceder a la meta de financiamiento.
“Es muy importante empezar a formular programas concretos porque hasta el momento de los 180 millones de dólares considerados sólo 40 fueron asignados y eso representa a cinco mil empresarios. Cuando el ministro se refiere a 21 mil empresarios está considerando a los empresarios que van a acceder al crédito y todos sabemos que la Banca no entrega el crédito a quienes principalmente lo necesitan. Para nosotros hasta el momento son cinco mil empresarios los que tienen aporte directo y los otros son potenciales, estamos hablando de que en la zona de catástrofe al menos entre 90 y 100 mil empresarios necesitan aportes”, indicó el dirigente gremial.
Respecto de esto último, el vicepresidente de la Corporación de Fomento Productivo, Hernán Cheyre, se mostró confiando en la efectividad del plan y llamó a las Pymes a cotizar distintas fuentes de liquidez.
“Hemos insistido en que se ha diseñado un producto que le va a permite a las pequeñas empresas cotizar entre distintos bancos e instituciones para buscar aquel que le entregue las mejores condiciones en cuanto a plazo y tasas de interés. Queremos que sea una oportunidad para que las Pymes tomen conciencia de que ellos también son responsables de buscar las mejores condiciones de acceso al crédito por la vía de mirar cuáles son las opciones que se están presentando. Queremos que para los bancos también sea un negocio atender a las Pymes y que no sea un estorbo”, señaló Cheyre
De todos modos, los dirigentes de Conupia acusan que estas medidas se van a estrellar con el Dicom o Boletín Comercial, porque debido al terremoto y maremoto hay muchos empresarios que han ido a parar a este registro, en vista de que no pudieron pagarle a sus proveedores ni pudieron costear las previsiones de sus trabajadores.
