Con algunas semanas de anticipación, el gobierno dio por cumplida la meta de construir cuarenta mil mediaguas antes del 11 de junio en las zonas afectadas por el terremoto y maremoto.
Una meta que el Ejecutivo llevó a cabo con Un Techo Para Chile, que también dio cuenta que para el domingo habrá veinte mil 327 casas de emergencia construidas, algo que estaba comprometido luego de recibir los dineros de la campaña “Chile ayuda a Chile”.
El vicepresidente Rodrigo Hinzpeter celebró el cumplimiento de la meta, sobre todo porque las personas que lo perdieron todo luego de la catástrofe, podrán al menos pasar el frío del invierno bajo techo.“Estamos orgullosos de poder decirle al país que hoy hemos cumplido la meta de tener cuarenta mil viviendas instaladas que nos habíamos propuesto hace dos meses y medio, lo que no nos hará bajar los brazos, porque vamos a seguir trabajando”, indicó.
Sin embargo, este proceso no ha estado exento de conflictos entre las autoridades y la organización no gubernamental. Casos como la devolución de mediaguas en los inicios de la emergencia, las críticas desde las autoridades por la lentitud de la construcción y a la calidad de las mismas siguen en medio de la relación entre La Moneda y el organismo de ayuda social.
En este sentido, Patricio Domínguez, director social de Un Techo Para Chile manifestó que más allá de las polémicas, la organización se compromete con seguir ayudando a los que han sufrido con la catástrofe.
“Llevamos trece años construyendo y nunca nadie las había tildado de ‘indignas’. Para nosotros las mediaguas siempre ha sido un motivo de denuncia, de decir que habían chilenos que estaban dispuestos a vivir en eso, porque era mejor. Nuestra postura no ha sido ‘la mediagua es la mejor vivienda posible’. Al revés, hemos sido los primero que hemos usado la mediagua para denunciar la injusticia en Chile y lo vamos a seguir ahora. No queremos que la gente viva en mediaguas, pero hemos sido racionales , la mediagua es una vivienda transitoria y necesitamos que así lo sea para los que viven en ellas”, señaló Domínguez.
En tanto, en sus últimas declaraciones como capellán de Un Techo para Chile, el sacerdote Felipe Berríos defendió las mediaguas construidas por el organismo y criticó, a su vez, las levantadas por el gobierno.
El religioso sostuvo que las casas de emergencia edificadas por la ONG no sufrieron filtraciones por las últimas lluvias, indicando que “la mediagua que nosotros construimos no necesita forrado. Como se ninguneó, ahora se necesita maquillarla”, dijo Berríos en alusión al sistema de impermeabilización que se vio forzado a adquirir el gobierno para reforzar las casas que mandó a construir.
Pero Berríos también criticó que todas estas polémicas retrasaron la ayuda a la gente.“Perdimos cincuenta días viendo en menos la vivienda de emergencia, para darnos cuenta que este invento chileno era la solución más rápida, barata y efectiva. Somos una institución privada que con recursos privados que nos dieron los chilenos en 60 días construimos 20 mil mediaguas. Si otro tiene otra solución, que no la hable, que la haga. Esto no es una pela quién construye más, quién construye menos, es que eso no lo hemos entendido, aquí hay gente que está sufriendo”, señaló Berríos.
El sacerdote, quien deja Un Techo Para Chile para partir a Burundi como misionero, celebró la entrega de un bono de cien mil pesos para la reparación de mediaguas, pero expresó que ese dinero sería mejor entregado “cuando se haga participar a los alcaldes y a la gente en la gestión y ejecución de la idea”.
Con algunas semanas de anticipación, el gobierno dio por cumplida la meta de construir cuarenta mil mediaguas antes del 11 de junio en las zonas afectadas por el terremoto y maremoto.
Una meta que el Ejecutivo llevó a cabo con Un Techo Para Chile, que también dio cuenta que para el domingo habrá veinte mil 327 casas de emergencia construidas, algo que estaba comprometido luego de recibir los dineros de la campaña “Chile ayuda a Chile”.
El vicepresidente Rodrigo Hinzpeter celebró el cumplimiento de la meta, sobre todo porque las personas que lo perdieron todo luego de la catástrofe, podrán al menos pasar el frío del invierno bajo techo.“Estamos orgullosos de poder decirle al país que hoy hemos cumplido la meta de tener cuarenta mil viviendas instaladas que nos habíamos propuesto hace dos meses y medio, lo que no nos hará bajar los brazos, porque vamos a seguir trabajando”, indicó.
Sin embargo, este proceso no ha estado exento de conflictos entre las autoridades y la organización no gubernamental. Casos como la devolución de mediaguas en los inicios de la emergencia, las críticas desde las autoridades por la lentitud de la construcción y a la calidad de las mismas siguen en medio de la relación entre La Moneda y el organismo de ayuda social.
En este sentido, Patricio Domínguez, director social de Un Techo Para Chile manifestó que más allá de las polémicas, la organización se compromete con seguir ayudando a los que han sufrido con la catástrofe.
“Llevamos trece años construyendo y nunca nadie las había tildado de ‘indignas’. Para nosotros las mediaguas siempre ha sido un motivo de denuncia, de decir que habían chilenos que estaban dispuestos a vivir en eso, porque era mejor. Nuestra postura no ha sido ‘la mediagua es la mejor vivienda posible’. Al revés, hemos sido los primero que hemos usado la mediagua para denunciar la injusticia en Chile y lo vamos a seguir ahora. No queremos que la gente viva en mediaguas, pero hemos sido racionales , la mediagua es una vivienda transitoria y necesitamos que así lo sea para los que viven en ellas”, señaló Domínguez.
En tanto, en sus últimas declaraciones como capellán de Un Techo para Chile, el sacerdote Felipe Berríos defendió las mediaguas construidas por el organismo y criticó, a su vez, las levantadas por el gobierno.
El religioso sostuvo que las casas de emergencia edificadas por la ONG no sufrieron filtraciones por las últimas lluvias, indicando que “la mediagua que nosotros construimos no necesita forrado. Como se ninguneó, ahora se necesita maquillarla”, dijo Berríos en alusión al sistema de impermeabilización que se vio forzado a adquirir el gobierno para reforzar las casas que mandó a construir.
Pero Berríos también criticó que todas estas polémicas retrasaron la ayuda a la gente.“Perdimos cincuenta días viendo en menos la vivienda de emergencia, para darnos cuenta que este invento chileno era la solución más rápida, barata y efectiva. Somos una institución privada que con recursos privados que nos dieron los chilenos en 60 días construimos 20 mil mediaguas. Si otro tiene otra solución, que no la hable, que la haga. Esto no es una pela quién construye más, quién construye menos, es que eso no lo hemos entendido, aquí hay gente que está sufriendo”, señaló Berríos.
El sacerdote, quien deja Un Techo Para Chile para partir a Burundi como misionero, celebró la entrega de un bono de cien mil pesos para la reparación de mediaguas, pero expresó que ese dinero sería mejor entregado “cuando se haga participar a los alcaldes y a la gente en la gestión y ejecución de la idea”.
Con algunas semanas de anticipación, el gobierno dio por cumplida la meta de construir cuarenta mil mediaguas antes del 11 de junio en las zonas afectadas por el terremoto y maremoto.
Una meta que el Ejecutivo llevó a cabo con Un Techo Para Chile, que también dio cuenta que para el domingo habrá veinte mil 327 casas de emergencia construidas, algo que estaba comprometido luego de recibir los dineros de la campaña “Chile ayuda a Chile”.
El vicepresidente Rodrigo Hinzpeter celebró el cumplimiento de la meta, sobre todo porque las personas que lo perdieron todo luego de la catástrofe, podrán al menos pasar el frío del invierno bajo techo.“Estamos orgullosos de poder decirle al país que hoy hemos cumplido la meta de tener cuarenta mil viviendas instaladas que nos habíamos propuesto hace dos meses y medio, lo que no nos hará bajar los brazos, porque vamos a seguir trabajando”, indicó.
Sin embargo, este proceso no ha estado exento de conflictos entre las autoridades y la organización no gubernamental. Casos como la devolución de mediaguas en los inicios de la emergencia, las críticas desde las autoridades por la lentitud de la construcción y a la calidad de las mismas siguen en medio de la relación entre La Moneda y el organismo de ayuda social.
En este sentido, Patricio Domínguez, director social de Un Techo Para Chile manifestó que más allá de las polémicas, la organización se compromete con seguir ayudando a los que han sufrido con la catástrofe.
“Llevamos trece años construyendo y nunca nadie las había tildado de ‘indignas’. Para nosotros las mediaguas siempre ha sido un motivo de denuncia, de decir que habían chilenos que estaban dispuestos a vivir en eso, porque era mejor. Nuestra postura no ha sido ‘la mediagua es la mejor vivienda posible’. Al revés, hemos sido los primero que hemos usado la mediagua para denunciar la injusticia en Chile y lo vamos a seguir ahora. No queremos que la gente viva en mediaguas, pero hemos sido racionales , la mediagua es una vivienda transitoria y necesitamos que así lo sea para los que viven en ellas”, señaló Domínguez.
En tanto, en sus últimas declaraciones como capellán de Un Techo para Chile, el sacerdote Felipe Berríos defendió las mediaguas construidas por el organismo y criticó, a su vez, las levantadas por el gobierno.
El religioso sostuvo que las casas de emergencia edificadas por la ONG no sufrieron filtraciones por las últimas lluvias, indicando que “la mediagua que nosotros construimos no necesita forrado. Como se ninguneó, ahora se necesita maquillarla”, dijo Berríos en alusión al sistema de impermeabilización que se vio forzado a adquirir el gobierno para reforzar las casas que mandó a construir.
Pero Berríos también criticó que todas estas polémicas retrasaron la ayuda a la gente.“Perdimos cincuenta días viendo en menos la vivienda de emergencia, para darnos cuenta que este invento chileno era la solución más rápida, barata y efectiva. Somos una institución privada que con recursos privados que nos dieron los chilenos en 60 días construimos 20 mil mediaguas. Si otro tiene otra solución, que no la hable, que la haga. Esto no es una pela quién construye más, quién construye menos, es que eso no lo hemos entendido, aquí hay gente que está sufriendo”, señaló Berríos.
El sacerdote, quien deja Un Techo Para Chile para partir a Burundi como misionero, celebró la entrega de un bono de cien mil pesos para la reparación de mediaguas, pero expresó que ese dinero sería mejor entregado “cuando se haga participar a los alcaldes y a la gente en la gestión y ejecución de la idea”.
