Durante el primer trimestre de este año la economía chilena registró una expansión del uno por ciento en su producto interno bruto. El dato se explicaría por el dinamismo experimentado en varios sectores en los últimos meses.
Según el informe de cuentas nacionales del Banco Central, las divisiones que mostraron variaciones positivas son electricidad, gas y agua, comunicaciones, comercio, minería, transporte y Construcción.
En términos de incidencia, la actividad comercial destacó como la principal fuente de dinamismo.
En tanto, los sectores que evidenciaron una contracción son los de industria, agropecuario-silvícola y pesca, siendo el primero el de mayor impacto sobre el agregado, debido a su lenta recuperación tras los efectos del terremoto.
Al comentar la cifra, desde el Congreso Nacional, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, señaló que si bien las consecuencias de la reciente catástrofe natural sobre el aparato productivo son negativas y nos dejan con un bajo uno por ciento de crecimiento, “nosotros esperamos y estamos convencidos que los meses próximos vamos a ver situaciones mejores y un segundo semestre con mucho mayor potencia y dinamismo de la economía chilena”.
En tanto, el presidente del directorio de La Polar, Pablo Alcalde, se mostró optimista respecto del desempeño de la actividad comercial durante los próximos meses y anticipa “un año con un buen crecimiento, el que va a estar bordeando el cuatro y medio a cinco por ciento”. Un vaticinio que puede relacionarse con un fuerte mantenimiento del consumo, el que podría generar “una reactivación bastante importante, sobre todo hacia el segundo semestre”, concluyó.
El instituto emisor informó, además, que las exportaciones se contrajeron un seis por ciento, mientras que las importaciones aumentaron un 18,5 por ciento. A su vez, el ingreso nacional bruto disponible real creció 9,8 por ciento.
Durante el primer trimestre de este año la economía chilena registró una expansión del uno por ciento en su producto interno bruto. El dato se explicaría por el dinamismo experimentado en varios sectores en los últimos meses.
Según el informe de cuentas nacionales del Banco Central, las divisiones que mostraron variaciones positivas son electricidad, gas y agua, comunicaciones, comercio, minería, transporte y Construcción.
En términos de incidencia, la actividad comercial destacó como la principal fuente de dinamismo.
En tanto, los sectores que evidenciaron una contracción son los de industria, agropecuario-silvícola y pesca, siendo el primero el de mayor impacto sobre el agregado, debido a su lenta recuperación tras los efectos del terremoto.
Al comentar la cifra, desde el Congreso Nacional, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, señaló que si bien las consecuencias de la reciente catástrofe natural sobre el aparato productivo son negativas y nos dejan con un bajo uno por ciento de crecimiento, “nosotros esperamos y estamos convencidos que los meses próximos vamos a ver situaciones mejores y un segundo semestre con mucho mayor potencia y dinamismo de la economía chilena”.
En tanto, el presidente del directorio de La Polar, Pablo Alcalde, se mostró optimista respecto del desempeño de la actividad comercial durante los próximos meses y anticipa “un año con un buen crecimiento, el que va a estar bordeando el cuatro y medio a cinco por ciento”. Un vaticinio que puede relacionarse con un fuerte mantenimiento del consumo, el que podría generar “una reactivación bastante importante, sobre todo hacia el segundo semestre”, concluyó.
El instituto emisor informó, además, que las exportaciones se contrajeron un seis por ciento, mientras que las importaciones aumentaron un 18,5 por ciento. A su vez, el ingreso nacional bruto disponible real creció 9,8 por ciento.
Durante el primer trimestre de este año la economía chilena registró una expansión del uno por ciento en su producto interno bruto. El dato se explicaría por el dinamismo experimentado en varios sectores en los últimos meses.
Según el informe de cuentas nacionales del Banco Central, las divisiones que mostraron variaciones positivas son electricidad, gas y agua, comunicaciones, comercio, minería, transporte y Construcción.
En términos de incidencia, la actividad comercial destacó como la principal fuente de dinamismo.
En tanto, los sectores que evidenciaron una contracción son los de industria, agropecuario-silvícola y pesca, siendo el primero el de mayor impacto sobre el agregado, debido a su lenta recuperación tras los efectos del terremoto.
Al comentar la cifra, desde el Congreso Nacional, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, señaló que si bien las consecuencias de la reciente catástrofe natural sobre el aparato productivo son negativas y nos dejan con un bajo uno por ciento de crecimiento, “nosotros esperamos y estamos convencidos que los meses próximos vamos a ver situaciones mejores y un segundo semestre con mucho mayor potencia y dinamismo de la economía chilena”.
En tanto, el presidente del directorio de La Polar, Pablo Alcalde, se mostró optimista respecto del desempeño de la actividad comercial durante los próximos meses y anticipa “un año con un buen crecimiento, el que va a estar bordeando el cuatro y medio a cinco por ciento”. Un vaticinio que puede relacionarse con un fuerte mantenimiento del consumo, el que podría generar “una reactivación bastante importante, sobre todo hacia el segundo semestre”, concluyó.
El instituto emisor informó, además, que las exportaciones se contrajeron un seis por ciento, mientras que las importaciones aumentaron un 18,5 por ciento. A su vez, el ingreso nacional bruto disponible real creció 9,8 por ciento.
