Si bien la Democracia Cristiana ratificó su rol como partido de oposición, existe cierta preocupación por la llegada de militantes de sus filas a altas funciones del Banco del Estado.
Se trata del economista Pablo Piñera como gerente general de la institución y del ex ministro Jorge Rodríguez Grossi como miembro del directorio, situación ante la que el diputado Gabriel Silber solicitó expresamente la renuncia al partido, tal como lo hizo con Jaime Ravinet cuando el Presidente lo designó como ministro de Defensa.
Sin embargo, luego de junta Nacional del partido el sábado pasado, el presidente de la DC, Juan Carlos Latorre, señaló que esta es una decisión personal de cada militante.
“Si un militante destacado de la Democracia Cristiana es llamado a cumplir funciones técnicas que tengan carácter eminentemente profesional, nosotros lo vemos como una decisión personal que si alguien crítica porque le parece que está muy cerca del gobierno ese es un tema que ellos tendrán que enfrentar, pero nuestro partido no puede establecer normas que de aquellas funciones donde claramente hay una responsabilidad política y nuestro Consejo Nacional en el momento en que definió donde estaban situadas las responsabilidades políticas fue muy claro en señalar que eran cargos de ministros, subsecretarios, intendentes, gobernadores y seremis”, explicó el líder de la DC.
Mientras, en la Coalición por el Cambio se incrementan los guiños a los demócrata-cristianos a formar parte del gobierno de Sebastián Piñera, como el del senador RN Alberto Espina, quien declaró a la prensa que “más temprano que tarde tendrán que avanzar hacia una coalición con la DC”.
Al respecto el ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, señaló que en la situación en la que está el país, es necesario generar una colaboración de todos los sectores y remarcó la simpatía hacia las ideas de la Democracia Cristiana.
“Nosotros somos un gobierno que quiere gobernar para todos los chilenos, un gobierno de unidad, hay que sacar adelante un desafío grande como es el de la reconstrucción, hay prioridades como dar más empleo y mejores salarios para todos los chilenos y eso tiene que hacerse con todos. El gobierno entiende el rol de la oposición y eso no quiere decir que no haya espacios de colaboración. En ese aspecto sentimos una cercanía de ideas con la gente de la Democracia Cristiana y por lo tanto siempre vamos a estar abiertos a conversar y a trabajar en conjunto”, indicó Larroulet.
Por su parte, el jefe de comité de senadores UDI, Hernán Larraín emplazó a parlamentarios DC de las zonas afectadas a apoyar el plan de financiamiento para la reconstrucción, por el bien de los damnificados y la gente que necesita ayuda.
Larraín hizo un llamado a “no aceptar el chantaje político de la DC” y retomar el camino correcto revelándose contra del voto político que el partido le asignara al proyecto de reconstrucción en la Junta Nacional.
Si bien la Democracia Cristiana ratificó su rol como partido de oposición, existe cierta preocupación por la llegada de militantes de sus filas a altas funciones del Banco del Estado.
Se trata del economista Pablo Piñera como gerente general de la institución y del ex ministro Jorge Rodríguez Grossi como miembro del directorio, situación ante la que el diputado Gabriel Silber solicitó expresamente la renuncia al partido, tal como lo hizo con Jaime Ravinet cuando el Presidente lo designó como ministro de Defensa.
Sin embargo, luego de junta Nacional del partido el sábado pasado, el presidente de la DC, Juan Carlos Latorre, señaló que esta es una decisión personal de cada militante.
“Si un militante destacado de la Democracia Cristiana es llamado a cumplir funciones técnicas que tengan carácter eminentemente profesional, nosotros lo vemos como una decisión personal que si alguien crítica porque le parece que está muy cerca del gobierno ese es un tema que ellos tendrán que enfrentar, pero nuestro partido no puede establecer normas que de aquellas funciones donde claramente hay una responsabilidad política y nuestro Consejo Nacional en el momento en que definió donde estaban situadas las responsabilidades políticas fue muy claro en señalar que eran cargos de ministros, subsecretarios, intendentes, gobernadores y seremis”, explicó el líder de la DC.
Mientras, en la Coalición por el Cambio se incrementan los guiños a los demócrata-cristianos a formar parte del gobierno de Sebastián Piñera, como el del senador RN Alberto Espina, quien declaró a la prensa que “más temprano que tarde tendrán que avanzar hacia una coalición con la DC”.
Al respecto el ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, señaló que en la situación en la que está el país, es necesario generar una colaboración de todos los sectores y remarcó la simpatía hacia las ideas de la Democracia Cristiana.
“Nosotros somos un gobierno que quiere gobernar para todos los chilenos, un gobierno de unidad, hay que sacar adelante un desafío grande como es el de la reconstrucción, hay prioridades como dar más empleo y mejores salarios para todos los chilenos y eso tiene que hacerse con todos. El gobierno entiende el rol de la oposición y eso no quiere decir que no haya espacios de colaboración. En ese aspecto sentimos una cercanía de ideas con la gente de la Democracia Cristiana y por lo tanto siempre vamos a estar abiertos a conversar y a trabajar en conjunto”, indicó Larroulet.
Por su parte, el jefe de comité de senadores UDI, Hernán Larraín emplazó a parlamentarios DC de las zonas afectadas a apoyar el plan de financiamiento para la reconstrucción, por el bien de los damnificados y la gente que necesita ayuda.
Larraín hizo un llamado a “no aceptar el chantaje político de la DC” y retomar el camino correcto revelándose contra del voto político que el partido le asignara al proyecto de reconstrucción en la Junta Nacional.
Si bien la Democracia Cristiana ratificó su rol como partido de oposición, existe cierta preocupación por la llegada de militantes de sus filas a altas funciones del Banco del Estado.
Se trata del economista Pablo Piñera como gerente general de la institución y del ex ministro Jorge Rodríguez Grossi como miembro del directorio, situación ante la que el diputado Gabriel Silber solicitó expresamente la renuncia al partido, tal como lo hizo con Jaime Ravinet cuando el Presidente lo designó como ministro de Defensa.
Sin embargo, luego de junta Nacional del partido el sábado pasado, el presidente de la DC, Juan Carlos Latorre, señaló que esta es una decisión personal de cada militante.
“Si un militante destacado de la Democracia Cristiana es llamado a cumplir funciones técnicas que tengan carácter eminentemente profesional, nosotros lo vemos como una decisión personal que si alguien crítica porque le parece que está muy cerca del gobierno ese es un tema que ellos tendrán que enfrentar, pero nuestro partido no puede establecer normas que de aquellas funciones donde claramente hay una responsabilidad política y nuestro Consejo Nacional en el momento en que definió donde estaban situadas las responsabilidades políticas fue muy claro en señalar que eran cargos de ministros, subsecretarios, intendentes, gobernadores y seremis”, explicó el líder de la DC.
Mientras, en la Coalición por el Cambio se incrementan los guiños a los demócrata-cristianos a formar parte del gobierno de Sebastián Piñera, como el del senador RN Alberto Espina, quien declaró a la prensa que “más temprano que tarde tendrán que avanzar hacia una coalición con la DC”.
Al respecto el ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, señaló que en la situación en la que está el país, es necesario generar una colaboración de todos los sectores y remarcó la simpatía hacia las ideas de la Democracia Cristiana.
“Nosotros somos un gobierno que quiere gobernar para todos los chilenos, un gobierno de unidad, hay que sacar adelante un desafío grande como es el de la reconstrucción, hay prioridades como dar más empleo y mejores salarios para todos los chilenos y eso tiene que hacerse con todos. El gobierno entiende el rol de la oposición y eso no quiere decir que no haya espacios de colaboración. En ese aspecto sentimos una cercanía de ideas con la gente de la Democracia Cristiana y por lo tanto siempre vamos a estar abiertos a conversar y a trabajar en conjunto”, indicó Larroulet.
Por su parte, el jefe de comité de senadores UDI, Hernán Larraín emplazó a parlamentarios DC de las zonas afectadas a apoyar el plan de financiamiento para la reconstrucción, por el bien de los damnificados y la gente que necesita ayuda.
Larraín hizo un llamado a “no aceptar el chantaje político de la DC” y retomar el camino correcto revelándose contra del voto político que el partido le asignara al proyecto de reconstrucción en la Junta Nacional.
