Desde temprano el gobierno estuvo desplegado en el Congreso para lograr los respaldos necesarios para aprobar el proyecto de Ley de Financiamiento de la Reconstrucción.

Aunque ni siquiera se ha dado cuenta en la Sala del Senado acerca del texto para que iniciar su trámite formal ya el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, asistió a la comisión del ramo para entregar los detalles del proyecto, ante una oposición que, en principio, no piensan dar su brazo a torcer.

Las quejas insisten en que el paquete tributario debilita significativamente al Estado, ya que se aplican alzas tributarias transitorias, pero beneficios permanentes.

El senador UDI Hernán Larraín afirmó que la Coalición por el Cambio, como parte del gobierno, podrá dialogar, pero aceptará el rechazo al alza transitoria de impuestos.

“Hay ciertas cosas que son tope, no me parece justo que por querer aumentar los impuestos en forma definitiva e indefinida no se puedan aumentar en forma transitoria para financiar gastos extraordinarios y no aceptamos que se castigue a las pymes”, afirmó Larraín.

En la oposición y especialmente en la Democracia Cristiana se han señalado reparos y rechazos, sobre todo por el componente tributario del proyecto de ley, lo que quedó de manifiesto en el acuerdo de votar en contra del texto al que llegó la junta nacional de la colectividad el sábado pasado.

Aunque aún no se sabe a ciencia cierta si los parlamentarios DC cumplirán con el pacto, pues podrían negociar su voto para modificar algunos alcances del proyecto,  el jefe del comité de senadores del partido, Andrés Zaldívar, adelantó que todos los escaños de su partido votarán unidos y en una posición crítica.

“Nosotros tenemos un solo planteamiento y por supuesto el senador Sabag pertenece a la Democracia Cristiana. Y es muy claro, estamos por aprobar todos los recursos necesarios para la reconstrucción, pero lo que no vamos a aprobar son rebajas de impuestos”, sostuvo Zaldívar.

La referencia a Hosain Sabag se debe a que el gobierno ha estado llevando intensas negociaciones tanto con parlamentarios independientes como con senadores de la zona. Es por ello que Sabag, senador por la Octava Región, siendo militante de la DC,  dejó en vilo su postura en torno al proyecto.

“Siempre respeto a mi partido, pero naturalmente tengo mi opinión, porque es evidente que nuestro país sufrió una catástrofe muy grande y el gobierno no tiene los recursos para atender las necesidades de toda esa gente, por lo tanto, nosotros tenemos que razonar y ver. Quiero conocer claramente cuál es el acuerdo de la junta, conversar con mis colegas, con los dirigentes del partido, cosa que empezaremos a hacer entre hoy y mañana”, afirmó Sabag.

Por lo pronto, se indicó que los parlamentarios del conglomerado, luego de sostener una reunión sobre el tema, informarán cuál será su postura definitiva y si se continuará con lo acordado en la junta nacional.

En tanto, esta noche el Presidente Sebastián Piñera realizará una cena en Cerro Castillo junto a los senadores de la Alianza con el objetivo de fortalecer y empoderar el bloque oficialista en miras de la aprobación del proyecto.

Expertos apoyan postura de la Concertación

Los reparos que la oposición ha advertido en relación al proyecto de reconstrucción, tienen que ver con  que el paquete tributario tendría un impacto negativo en las arcas fiscales, dado que los beneficios tributarios son permanentes, no así las alzas.

Aunque el ministro Larraín ha insistido en que “no vamos a quedar desfinanciados”, los especialistas le dan la razón a la Concertación.

En ese sentido, el docente del Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile, Javier Jaque, ratificó que el capítulo tributario del proyecto de reconstrucción, especialmente el nuevo sistema impositivo a las grandes mineras, tendrá efectos negativos en el tesoro público.

“Esto obedecería a que luego de los períodos comprometidos, por ejemplo, en el caso del royalty a la minería, se efectúa un acercamiento al proceso anterior y se deja entrever que pudiera no afectarse con potenciales incrementos los próximos años, aumentando los periodos de invariabilidad tributaria en ese caso en particular”, precisó Jaque.

Para el director del Centro de Estudios de Desarrollo Alternativo (Cenda), Hugo Fazio, “esto se planteó como una medida de tipo político para tratar de crear la impresión de que no era un gobierno pro empresarial, pero si se analizan sus medidas, están enfocadas justamente en esa línea”.

Fazio sostuvo que “la depreciación acelerada, que se vieron obligados a dejar de lado porque no tenían posibilidades de que el Congreso la aprobara, beneficiaba a empresas con nombre y apellido, que son las mineras y eléctricas, las grandes inversionistas en el país.  El impuesto a timbres y estampillas tiene la misma característica”.

Respecto del congelamiento del impuesto de timbres y estampillas en el nivel de 0,6 por ciento, la senadora UDI de la Comisión de Hacienda, Evelyn Matthei, defendió la medida y aseguró que beneficiará a todos los usuarios del sistema bancario. “Cuando la gente va a pedir un crédito hipotecario, de consumo o cuando utiliza su tarjeta tiene que pagar timbres y estampillas, ¿eso es un pecado bajarlo?”, dijo la senadora.