La esperada venta de la Red de TV Chilevisión, finalmente, volvió a fojas cero luego que el fondo de inversión local Linzor Capital Partners desistiera de la promesa de compra venta que había realizado por la propiedad que controla el Presidente Sebastián Piñera.

La información fue confirmada por inversiones Bancard, matriz por medio de la cual el gobernante maneja la propiedad de Chilevisión, a través de un comunicado de prensa en donde se especifica que “luego del término de las negociaciones con Linzor, Bancard ha encargado a una institución financiera especializada la organización de un proceso de venta tendiente a finalizar en el menor plazo posible la venta de la participación en Chilevisión”. No obstante, no se señaló cuáles fueron los motivos por los que se frustró la venta.

La frustrada enajenación reabre uno de los focos de conflicto que más complicaron al Presidente antes y después de su llegada a La Moneda. La decisión inicial de Piñera era conservar el canal y traspasarlo a una fundación, sin embargo, luego de las presiones de la oposición, e incluso de su propio sector, optó por desprenderse de este activo físico.

Mientras existió este conflicto de intereses la Concertación puso trabas a todas las designaciones de cargos públicos relacionadas con la industria de televisión, como  el Consejo Nacional de Televisión y TVN. La única salvedad se hizo con Leonidas Montes para encabezar el directorio de la televisora estatal.

En ese plano, el  senador PS Juan Pablo Letelier criticó la desprolijidad con que ha actuado Sebastián Piñera en esta transacción y aseguró que los parlamentarios de la oposición congelarán el nombramiento del abogado Sergio Urrejola como miembro del directorio de TVN.

“Si nosotros aprobamos una iniciativa a sabiendas que hay una conflicto de intereses, nos hacemos cómplices incluso de una ilegalidad. Lo que hemos dicho es que no estamos en condiciones de aprobar ninguna iniciativa. Si el Ejecutivo insiste en promover el nombramiento del señor Urrejola nosotros no estamos en condiciones de votarlo a favor”, indicó el parlamentario.

El diputado DC Jorge Burgos subrayó la trascendencia de la U. de Chile como dueña de la señal de canal 11 y afirmó que en la próxima negociación por la venta de Chilevisión sólo se debería traspasar el usufructo de la frecuencia.

“La Universidad de Chile como la Universidad Católica de Valparaíso son dueños de una concesión indefinida. Lo que pueden hacer es vender el usufructo, lo vendieron por 25 años la Universidad de Chile, dicen que hay un contrato de otros 25 años más. Eso es una concesión usufructuada, ahí hay un problema que hay que analizar. Si se abre una nueva operación de venta lo que se tiene que vender es lo que hay, el usufructo por 25 años. Lo importante es que se venda luego lo que se pueda vender”, sostuvo Burgos.

Desde el oficialismo, el senador y presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma, desestimó las críticas de la oposición y se mostró confiado en la pronta venta de la estación televisiva.

“Yo creo que aquí hay un tropiezo jurídico vinculado a la compra, no es un tropiezo moral en la lógica de la venta. Eso es lo importante si queremos realmente preocuparnos en resolver los conflictos intereses. Pero aquí hay un principio de buena fe… Me costaría creer que algún parlamentario pretenda con este episodio dificultar el nombramiento de autoridades o la aprobación de leyes, creo que eso sería improcedente”, dijo el líder gremialista.

Usufructo de la señal

Uno de los obstáculos que habría encontrado la operación fue el número de años en que se estableció la concesión del canal por parte de la Universidad de Chile, propietaria original de la señal. Chilevisión tiene un contrato de concesión desde 1993, el que debería renovarse en 2018, luego de los 25 años pactados.

Al detentar el activo más importante de Chilevisión: la señal, la U. de Chile tiene la responsabilidad jurídica sobre la calidad de las transmisiones que por ella se efectúen terceros.  De ahí que la autoridad universitaria deba ser notificada cada vez que el Consejo Nacional de Televisión curse infracciones a la estación televisiva.

A principios de la década de los noventa el máximo referente nacional de educación superior suscribió un contrato de usufructo con el grupo venezolano Cisneros, que estipuló el traspaso del canal universitario por un lapso de 25 años. Dicho plazo vence el año 2018 y se puede renovar siempre que las partes estén de acuerdo.

Es allí donde aparece el rol estratégico de la U. de Chile, como dueña del espectro radioeléctrico donde trasmite canal 11, ya que sin la aprobación de la autoridad universitaria no habría operación exitosa para los futuros dueños de Chilevisión.

Asimismo, la llegada de la televisión digital abre nuevos flancos en esta transacción porque la Universidad será quien deba autorizar el traspaso de la señal a la nueva norma, pero además, el plantel ve con interés las opciones comunicacionales a las que podría acceder ahora.

Por eso, Eduardo Dockerdorff, director del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile, se reunió hoy por más de una hora con parlamentarios en el Congreso, miembros del Comité para la Transparencia, con quienes tenía fijada una cita para conversar de la enajenación del canal, pero que se dio justamente en medio de este nuevo contexto.

Anteriormente el académico había expuesto la necesidad de que la casa de estudios cuente con una señal digital, no para tener de vuelta un canal, sino para contar con un medio de difusión de contenidos educativos.

Por esto, la directora del Instituto de Comunicación e Imagen de nuestra casa de estudios, Faride Zerán, si bien se mostró escéptica frente a la posibilidad que la Universidad tenga la propiedad de un canal, dijo que espera que en una futura transacción el plantel tenga acceso a la emisión de contenidos propios.

“Frente a que la Universidad de Chile tenga un canal de las características de Chilevisión, no estoy segura de que existan esas condiciones. Pero lo que está claro es que requerimos de una señal donde podamos hacer televisión digital, experimental y universitaria, donde se pueda proyectar con una mirada de país una serie de temas que están ausentes en los actuales canales de televisión. Creo que esta situación que ocurre hoy es una oportunidad para la Universidad. De qué manera el plantel enfrenta esto va a depender de los equipos negociadores que ponga la Rectoría a la cabeza de la discusión. Pero, sin duda, no puede haber una negociación seria si es que no está presente la U. de Chile con ciertas condiciones”, dijo.

Desde que Sebastián Piñera asumió el control de la empresa, Chilevisión ha aumentado 87 por ciento su patrimonio, con un precio de venta cercano a los  140 millones de dólares. Durante este período la Universidad no ha tenido injerencia en los contenidos o en la línea editorial del canal, ni tampoco ha obtenido beneficios del negocio.

Este primer trimestre la señal de televisión abierta logró utilidades por $1.962 millones, alcanzando un importante incremento en relación a los $1.293 millones de igual período el 2009.