Durante la jornada de ayer por la tarde hubo un extenso almuerzo en la Cámara de Diputados, que involucra el tratamiento del caso de la fallida venta de Chilevisión.
Ayer se dirigió al Congreso Nacional el académico Eduardo Dockendorff, director del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, quien se reunió con diversos diputados de la bancada de la Transparencia, compuesta principalmente por parlamentarios de la oposición.
La reunión trató exclusivamente la fallida operación entre el Presidente de la República, Sebastián Piñera y Linzor Capital, fondo que ofreció 130 millones de dólares por Chilevisión.
Según el diputado PPD Patricio Hales, quien llevó adelante los contactos para citar la reunión, los parlamentarios preguntaron una serie de datos respecto de los contratos y las negociaciones.
“Nosotros preguntamos en qué consisten los contratos de la Universidad, en qué consistió la venta que hizo la universidad de uso y goce del canal de televisión. Hemos planteado también consultas sobre cuál es el grado de intervención que tiene o no la universidad, qué grado de conocimiento tiene de los procesos de venta que se están haciendo y cuáles son los intereses que tiene la universidad respecto de la conservación de su patrimonio”, indicó Hales.
Patricio Hales agregó que no sería raro que Sebastián Piñera termine por retener el canal Chilevisión por un tiempo más, considerando que en este minuto las ofertas tienen un límite que es el período de duración de la concesión del usufructo.
De la misma manera, Hales señaló, que luego de conversar con Eduardo Dockendorff, queda la sensación de que la Universidad debe intervenir en las negociaciones, ya que sólo así se puede pensar en un nuevo contrato de concesión del usufructo.
“El 2018 quien vaya a comprar este canal se va a encontrar con que ese año pierde el uso y goce y va a tener que hacer una nueva negociación. No me extrañaría que nuevamente se produjera un fracaso de la venta de Chilevisión porque me parece que el anuncio que hizo el gobierno antes fue un volador de luces diciendo que el Presidente se desprendía del canal y hoy sabemos que el negocio fracasó”, aseveró el parlamentario.
Igualmente hay que considerar el hecho que Dockendorff escribió una columna en el diario “El Mercurio” a mediados de mayo, en la cual expone la situación del traspaso de la concesión televisiva, cuando la operación estaba bien encaminada.
Según trascendidos, que la concesión del canal sólo dure hasta 2018, sería el principal factor para el fracaso de la operación, puesto que con la entrada en vigencia de la Televisión Digital, la Universidad de Chile se habría interesado en renegociar las condiciones de la prorroga a dicha concesión.
En rigor, las condiciones contractuales indican que aquella licencia debería ampliarse automáticamente por otros 25 años, de no ocurrir una falta “grave” de una de las partes.
Durante la jornada de ayer por la tarde hubo un extenso almuerzo en la Cámara de Diputados, que involucra el tratamiento del caso de la fallida venta de Chilevisión.
Ayer se dirigió al Congreso Nacional el académico Eduardo Dockendorff, director del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, quien se reunió con diversos diputados de la bancada de la Transparencia, compuesta principalmente por parlamentarios de la oposición.
La reunión trató exclusivamente la fallida operación entre el Presidente de la República, Sebastián Piñera y Linzor Capital, fondo que ofreció 130 millones de dólares por Chilevisión.
Según el diputado PPD Patricio Hales, quien llevó adelante los contactos para citar la reunión, los parlamentarios preguntaron una serie de datos respecto de los contratos y las negociaciones.
“Nosotros preguntamos en qué consisten los contratos de la Universidad, en qué consistió la venta que hizo la universidad de uso y goce del canal de televisión. Hemos planteado también consultas sobre cuál es el grado de intervención que tiene o no la universidad, qué grado de conocimiento tiene de los procesos de venta que se están haciendo y cuáles son los intereses que tiene la universidad respecto de la conservación de su patrimonio”, indicó Hales.
Patricio Hales agregó que no sería raro que Sebastián Piñera termine por retener el canal Chilevisión por un tiempo más, considerando que en este minuto las ofertas tienen un límite que es el período de duración de la concesión del usufructo.
De la misma manera, Hales señaló, que luego de conversar con Eduardo Dockendorff, queda la sensación de que la Universidad debe intervenir en las negociaciones, ya que sólo así se puede pensar en un nuevo contrato de concesión del usufructo.
“El 2018 quien vaya a comprar este canal se va a encontrar con que ese año pierde el uso y goce y va a tener que hacer una nueva negociación. No me extrañaría que nuevamente se produjera un fracaso de la venta de Chilevisión porque me parece que el anuncio que hizo el gobierno antes fue un volador de luces diciendo que el Presidente se desprendía del canal y hoy sabemos que el negocio fracasó”, aseveró el parlamentario.
Igualmente hay que considerar el hecho que Dockendorff escribió una columna en el diario “El Mercurio” a mediados de mayo, en la cual expone la situación del traspaso de la concesión televisiva, cuando la operación estaba bien encaminada.
Según trascendidos, que la concesión del canal sólo dure hasta 2018, sería el principal factor para el fracaso de la operación, puesto que con la entrada en vigencia de la Televisión Digital, la Universidad de Chile se habría interesado en renegociar las condiciones de la prorroga a dicha concesión.
En rigor, las condiciones contractuales indican que aquella licencia debería ampliarse automáticamente por otros 25 años, de no ocurrir una falta “grave” de una de las partes.
Durante la jornada de ayer por la tarde hubo un extenso almuerzo en la Cámara de Diputados, que involucra el tratamiento del caso de la fallida venta de Chilevisión.
Ayer se dirigió al Congreso Nacional el académico Eduardo Dockendorff, director del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, quien se reunió con diversos diputados de la bancada de la Transparencia, compuesta principalmente por parlamentarios de la oposición.
La reunión trató exclusivamente la fallida operación entre el Presidente de la República, Sebastián Piñera y Linzor Capital, fondo que ofreció 130 millones de dólares por Chilevisión.
Según el diputado PPD Patricio Hales, quien llevó adelante los contactos para citar la reunión, los parlamentarios preguntaron una serie de datos respecto de los contratos y las negociaciones.
“Nosotros preguntamos en qué consisten los contratos de la Universidad, en qué consistió la venta que hizo la universidad de uso y goce del canal de televisión. Hemos planteado también consultas sobre cuál es el grado de intervención que tiene o no la universidad, qué grado de conocimiento tiene de los procesos de venta que se están haciendo y cuáles son los intereses que tiene la universidad respecto de la conservación de su patrimonio”, indicó Hales.
Patricio Hales agregó que no sería raro que Sebastián Piñera termine por retener el canal Chilevisión por un tiempo más, considerando que en este minuto las ofertas tienen un límite que es el período de duración de la concesión del usufructo.
De la misma manera, Hales señaló, que luego de conversar con Eduardo Dockendorff, queda la sensación de que la Universidad debe intervenir en las negociaciones, ya que sólo así se puede pensar en un nuevo contrato de concesión del usufructo.
“El 2018 quien vaya a comprar este canal se va a encontrar con que ese año pierde el uso y goce y va a tener que hacer una nueva negociación. No me extrañaría que nuevamente se produjera un fracaso de la venta de Chilevisión porque me parece que el anuncio que hizo el gobierno antes fue un volador de luces diciendo que el Presidente se desprendía del canal y hoy sabemos que el negocio fracasó”, aseveró el parlamentario.
Igualmente hay que considerar el hecho que Dockendorff escribió una columna en el diario “El Mercurio” a mediados de mayo, en la cual expone la situación del traspaso de la concesión televisiva, cuando la operación estaba bien encaminada.
Según trascendidos, que la concesión del canal sólo dure hasta 2018, sería el principal factor para el fracaso de la operación, puesto que con la entrada en vigencia de la Televisión Digital, la Universidad de Chile se habría interesado en renegociar las condiciones de la prorroga a dicha concesión.
En rigor, las condiciones contractuales indican que aquella licencia debería ampliarse automáticamente por otros 25 años, de no ocurrir una falta “grave” de una de las partes.
