Está comprobado que cada seis segundos muere una persona en el mundo a causa de enfermedades asociadas al consumo del tabaco.
Douglas Bettcher, director de la iniciativa contra el tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que esta adicción produce más muertes que el SIDA, la tuberculosis y la malaria juntas.
Por esta razón, un grupo de médicos y organizaciones en contra del tabaco se reunieron con el ministro Mañalich, a quien sugirieron revisar las medidas que se están tomando al respecto.
Pablo Rodríguez, presidente del Colegio Médico, propuso aumentar el impuesto a las empresas que venden tabaco en un 10 por ciento, lo que aumentaría el precio real de los cigarrillos en un 40 por ciento.
“El impuesto al tabaco debe implementarse al menos en un diez por ciento. Aquel ofrecimiento inicial que se hizo en el proyecto de ley de incrementar un 7 por ciento y se ha ido rebajando y que hoy es el 1, 9 por ciento; pensamos que para que efectivamente tenga un impacto real sobre todo a los jóvenes que no se inicien en esta adicción”, indicó Rodríguez.
Además los especialistas proponen implementar programas ubernamentales para dejar de fumar y eliminar toda la publicidad, directa o indirecta que incite a este vicio.
De la misma manera, se ha comprobado que el impacto de la ley de tabaco aprobada el 2007, no ha tenido los efectos esperados.
La decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Cecilia Sepúlveda, señaló el separar los espacios públicos como bares y restaurantes en área fumador y no fumador, no logró impedir que ambos espacios se contaminaran con nicotina.
“Se ha podido demostrar que la medida de establecer espacios mixtos para fumadores y no fumadores en realidad no es efectiva y tanto los clientes que asisten a estos espacios pensando que no van a exponerse al humo del cigarrillo, como lo trabajadores de esos lugares están expuestos al humo ambiental, que está comprobado que provoca enfermedad”, señaló la decana.
En este sentido es preocupante la situación de los jóvenes en nuestro país: un 40 por ciento de los egresados de educación media es adicto al tabaco y comenzaría a fumar, en promedio, desde el 5° año básico.
Lidia Amarales, ex subsecretaria de salud pública del gobierno de Michelle Bachellet y miembro de la Red Chilena Libre de Tabaco, criticó el proceso de implementación de la ley en miras a la reunión del convenio marco de la OMS para el control del tabaco.
“Chile con haber cumplido cinco años del convenio tiene que ir a informar, tanto el ministerio de salud como la sociedad civil. Estamos preocupados, ¿qué es lo que vamos a mostrar de avance en tabaco si no hemos logrado en impactar en disminuir el tabaquismos cuando la ley no se ha concretado como originalmente estaba?”, afirmó Amarales.
Por esta razón la propuesta es aumentar el impuesto para dificultar el acceso del tabaco a la población, reponer las iniciativas de la ley original, brindar a las autoridades sanitarias el rol de fiscalización en la materia y generar ambientes libres de tabaco, al que califican como un verdadero “asesino silencioso”.
Está comprobado que cada seis segundos muere una persona en el mundo a causa de enfermedades asociadas al consumo del tabaco.
Douglas Bettcher, director de la iniciativa contra el tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que esta adicción produce más muertes que el SIDA, la tuberculosis y la malaria juntas.
Por esta razón, un grupo de médicos y organizaciones en contra del tabaco se reunieron con el ministro Mañalich, a quien sugirieron revisar las medidas que se están tomando al respecto.
Pablo Rodríguez, presidente del Colegio Médico, propuso aumentar el impuesto a las empresas que venden tabaco en un 10 por ciento, lo que aumentaría el precio real de los cigarrillos en un 40 por ciento.
“El impuesto al tabaco debe implementarse al menos en un diez por ciento. Aquel ofrecimiento inicial que se hizo en el proyecto de ley de incrementar un 7 por ciento y se ha ido rebajando y que hoy es el 1, 9 por ciento; pensamos que para que efectivamente tenga un impacto real sobre todo a los jóvenes que no se inicien en esta adicción”, indicó Rodríguez.
Además los especialistas proponen implementar programas ubernamentales para dejar de fumar y eliminar toda la publicidad, directa o indirecta que incite a este vicio.
De la misma manera, se ha comprobado que el impacto de la ley de tabaco aprobada el 2007, no ha tenido los efectos esperados.
La decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Cecilia Sepúlveda, señaló el separar los espacios públicos como bares y restaurantes en área fumador y no fumador, no logró impedir que ambos espacios se contaminaran con nicotina.
“Se ha podido demostrar que la medida de establecer espacios mixtos para fumadores y no fumadores en realidad no es efectiva y tanto los clientes que asisten a estos espacios pensando que no van a exponerse al humo del cigarrillo, como lo trabajadores de esos lugares están expuestos al humo ambiental, que está comprobado que provoca enfermedad”, señaló la decana.
En este sentido es preocupante la situación de los jóvenes en nuestro país: un 40 por ciento de los egresados de educación media es adicto al tabaco y comenzaría a fumar, en promedio, desde el 5° año básico.
Lidia Amarales, ex subsecretaria de salud pública del gobierno de Michelle Bachellet y miembro de la Red Chilena Libre de Tabaco, criticó el proceso de implementación de la ley en miras a la reunión del convenio marco de la OMS para el control del tabaco.
“Chile con haber cumplido cinco años del convenio tiene que ir a informar, tanto el ministerio de salud como la sociedad civil. Estamos preocupados, ¿qué es lo que vamos a mostrar de avance en tabaco si no hemos logrado en impactar en disminuir el tabaquismos cuando la ley no se ha concretado como originalmente estaba?”, afirmó Amarales.
Por esta razón la propuesta es aumentar el impuesto para dificultar el acceso del tabaco a la población, reponer las iniciativas de la ley original, brindar a las autoridades sanitarias el rol de fiscalización en la materia y generar ambientes libres de tabaco, al que califican como un verdadero “asesino silencioso”.
Está comprobado que cada seis segundos muere una persona en el mundo a causa de enfermedades asociadas al consumo del tabaco.
Douglas Bettcher, director de la iniciativa contra el tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que esta adicción produce más muertes que el SIDA, la tuberculosis y la malaria juntas.
Por esta razón, un grupo de médicos y organizaciones en contra del tabaco se reunieron con el ministro Mañalich, a quien sugirieron revisar las medidas que se están tomando al respecto.
Pablo Rodríguez, presidente del Colegio Médico, propuso aumentar el impuesto a las empresas que venden tabaco en un 10 por ciento, lo que aumentaría el precio real de los cigarrillos en un 40 por ciento.
“El impuesto al tabaco debe implementarse al menos en un diez por ciento. Aquel ofrecimiento inicial que se hizo en el proyecto de ley de incrementar un 7 por ciento y se ha ido rebajando y que hoy es el 1, 9 por ciento; pensamos que para que efectivamente tenga un impacto real sobre todo a los jóvenes que no se inicien en esta adicción”, indicó Rodríguez.
Además los especialistas proponen implementar programas ubernamentales para dejar de fumar y eliminar toda la publicidad, directa o indirecta que incite a este vicio.
De la misma manera, se ha comprobado que el impacto de la ley de tabaco aprobada el 2007, no ha tenido los efectos esperados.
La decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Cecilia Sepúlveda, señaló el separar los espacios públicos como bares y restaurantes en área fumador y no fumador, no logró impedir que ambos espacios se contaminaran con nicotina.
“Se ha podido demostrar que la medida de establecer espacios mixtos para fumadores y no fumadores en realidad no es efectiva y tanto los clientes que asisten a estos espacios pensando que no van a exponerse al humo del cigarrillo, como lo trabajadores de esos lugares están expuestos al humo ambiental, que está comprobado que provoca enfermedad”, señaló la decana.
En este sentido es preocupante la situación de los jóvenes en nuestro país: un 40 por ciento de los egresados de educación media es adicto al tabaco y comenzaría a fumar, en promedio, desde el 5° año básico.
Lidia Amarales, ex subsecretaria de salud pública del gobierno de Michelle Bachellet y miembro de la Red Chilena Libre de Tabaco, criticó el proceso de implementación de la ley en miras a la reunión del convenio marco de la OMS para el control del tabaco.
“Chile con haber cumplido cinco años del convenio tiene que ir a informar, tanto el ministerio de salud como la sociedad civil. Estamos preocupados, ¿qué es lo que vamos a mostrar de avance en tabaco si no hemos logrado en impactar en disminuir el tabaquismos cuando la ley no se ha concretado como originalmente estaba?”, afirmó Amarales.
Por esta razón la propuesta es aumentar el impuesto para dificultar el acceso del tabaco a la población, reponer las iniciativas de la ley original, brindar a las autoridades sanitarias el rol de fiscalización en la materia y generar ambientes libres de tabaco, al que califican como un verdadero “asesino silencioso”.
