El Centro de Conservación Cetácea y Ecoceanos exigieron la renuncia del embajador chileno Cristián Maquieira, como presidente de la Comisión Ballenera Internacional, debido a sus dichos sobre reanudar la caza de aquellos cetáceos.
La propuesta de Maquieira se discutirá en la reunión del organismo internacional que comienza el 21 de junio en Marruecos.
De acuerdo a las organizaciones civiles, el representante diplomático de Chile en Paraguay propuso reanudar la captura comercial de cetáceos en aguas australes.
Elsa Cabrera, directora del Centro de Conservación Cetácea, acusó que el planteamiento de Cristián Maquieira sólo beneficia los intereses lucrativos de Japón en la captura de Ballenas.
Junto con insistir en su salida del cuerpo diplomático nacional, el director del Centro Ecoceanos, Juan Carlos Cárdenas, calificó de coEn paralelo, los senadores Guido Girardi, Antonio Horvath, Francisco Chahuán y el diputado Guillermo Teillier, solicitaron al Ejecutivo que exprese públicamente su rechazo a la propuesta del presidente de la Comisión Ballenera Internacional.
Según el testimonio de las organizaciones y de algunos parlamentarios, desde 1986,- fecha en que se implementó la moratoria sobre la caza comercial de ballenas-, pesqueros japoneses han asesinado a más de 8.000 ballenas con supuestos fines científicos. Misma conducta que realiza Islandia y Noruega con fines comerciales
El Centro de Conservación Cetácea y Ecoceanos exigieron la renuncia del embajador chileno Cristián Maquieira, como presidente de la Comisión Ballenera Internacional, debido a sus dichos sobre reanudar la caza de aquellos cetáceos.
La propuesta de Maquieira se discutirá en la reunión del organismo internacional que comienza el 21 de junio en Marruecos.
De acuerdo a las organizaciones civiles, el representante diplomático de Chile en Paraguay propuso reanudar la captura comercial de cetáceos en aguas australes.
Elsa Cabrera, directora del Centro de Conservación Cetácea, acusó que el planteamiento de Cristián Maquieira sólo beneficia los intereses lucrativos de Japón en la captura de Ballenas.
Junto con insistir en su salida del cuerpo diplomático nacional, el director del Centro Ecoceanos, Juan Carlos Cárdenas, calificó de coEn paralelo, los senadores Guido Girardi, Antonio Horvath, Francisco Chahuán y el diputado Guillermo Teillier, solicitaron al Ejecutivo que exprese públicamente su rechazo a la propuesta del presidente de la Comisión Ballenera Internacional.
Según el testimonio de las organizaciones y de algunos parlamentarios, desde 1986,- fecha en que se implementó la moratoria sobre la caza comercial de ballenas-, pesqueros japoneses han asesinado a más de 8.000 ballenas con supuestos fines científicos. Misma conducta que realiza Islandia y Noruega con fines comerciales
El Centro de Conservación Cetácea y Ecoceanos exigieron la renuncia del embajador chileno Cristián Maquieira, como presidente de la Comisión Ballenera Internacional, debido a sus dichos sobre reanudar la caza de aquellos cetáceos.
La propuesta de Maquieira se discutirá en la reunión del organismo internacional que comienza el 21 de junio en Marruecos.
De acuerdo a las organizaciones civiles, el representante diplomático de Chile en Paraguay propuso reanudar la captura comercial de cetáceos en aguas australes.
Elsa Cabrera, directora del Centro de Conservación Cetácea, acusó que el planteamiento de Cristián Maquieira sólo beneficia los intereses lucrativos de Japón en la captura de Ballenas.
Junto con insistir en su salida del cuerpo diplomático nacional, el director del Centro Ecoceanos, Juan Carlos Cárdenas, calificó de coEn paralelo, los senadores Guido Girardi, Antonio Horvath, Francisco Chahuán y el diputado Guillermo Teillier, solicitaron al Ejecutivo que exprese públicamente su rechazo a la propuesta del presidente de la Comisión Ballenera Internacional.
Según el testimonio de las organizaciones y de algunos parlamentarios, desde 1986,- fecha en que se implementó la moratoria sobre la caza comercial de ballenas-, pesqueros japoneses han asesinado a más de 8.000 ballenas con supuestos fines científicos. Misma conducta que realiza Islandia y Noruega con fines comerciales
