Con los asistentes cantando “La internacional” fueron cremados este lunes los restos del historiador argentino-chileno Luis Vitale quien falleció en la madrugada del domingo.
En la ceremonia de despedida del escritor y destacado intelectual, participaron estudiantes, académicos, activistas sociales y políticos.
Su cuerpo fue velado en la Sociedad de Escritores de Chile, donde llegaron decenas de personas y saludos de diferentes organizaciones políticas, estudiantes y diferentes generaciones de militantes de izquierda. Todos pasaron frente al féretro, mientras retratos de Clotario Blest y Luis Emilio Recabarren adornaban las mesas cercanas.
Entre las cientos de personas que lo despidieron en el Parque del Recuerdo, estaba Gabriel Salazar y otros académicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, así como estudiantes y quienes lo acompañaron en sus diferentes experiencias partidarias.
Luis Vitale se definía como un revolucionario argentino por nacimiento y chileno por vida política. Vinculado en sus inicios a grupos anarquistas ligados a la Federación Obrera Regional Argentina cuando era estudiante, ingresó al Partido Obrero Revolucionario (POR) el año 1952, para abandonarlo al trasladarse a Chile.
Desde su llegada a Chile en1955 ingresó a la política participando junto a Humberto Valenzuela en el POR del país, militancia que combinaba con su trabajo sindical llegando a ser presidente de la Federación de Química y Farmacia.
Estuvo junto a Clotario Blest en la Central Única de Trabajadores y luego continuó a su lado en el Movimiento de Fuerzas Revolucionarias.
Sus esfuerzos por generar una organización revolucionaria unida continuaron cuando ingresa junto al POR en el naciente Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en 1965, del que se retira a finales de esa década en 1969, por diferencias con la dirección del grupo de Miguel Enríquez.
Su vida partidaria terminó cuando militaba en el Partido Socialista Revolucionario (PSR), pequeña colectividad clandestina que existió durante la Unidad Popular.
Luego del Golpe de Estado estuvo recluido en el Campo de Concentración de Chacabuco antes de partir al exilio a Europa. De vuelta en Chile continuó escribiendo, participando en cuanta iniciativa pudiera y haciendo clases en la Universidad de Chile hasta el último momento.
Pero sus aportes no se limitaron a lo que entregó en su militancia partidaria, su obra académica y como escritor e historiador es indiscutible. Entre sus trabajos más conocidos se encuentran su “Interpretación marxista de la historia de Chile”, una Contribución a una historia del anarquismo en Latinoamérica y otra a la historia del MIR, una Historia social comparada de los pueblos de América Latina así como innumerables libros de economía, historia, música, y política.
Con los asistentes cantando “La internacional” fueron cremados este lunes los restos del historiador argentino-chileno Luis Vitale quien falleció en la madrugada del domingo.
En la ceremonia de despedida del escritor y destacado intelectual, participaron estudiantes, académicos, activistas sociales y políticos.
Su cuerpo fue velado en la Sociedad de Escritores de Chile, donde llegaron decenas de personas y saludos de diferentes organizaciones políticas, estudiantes y diferentes generaciones de militantes de izquierda. Todos pasaron frente al féretro, mientras retratos de Clotario Blest y Luis Emilio Recabarren adornaban las mesas cercanas.
Entre las cientos de personas que lo despidieron en el Parque del Recuerdo, estaba Gabriel Salazar y otros académicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, así como estudiantes y quienes lo acompañaron en sus diferentes experiencias partidarias.
Luis Vitale se definía como un revolucionario argentino por nacimiento y chileno por vida política. Vinculado en sus inicios a grupos anarquistas ligados a la Federación Obrera Regional Argentina cuando era estudiante, ingresó al Partido Obrero Revolucionario (POR) el año 1952, para abandonarlo al trasladarse a Chile.
Desde su llegada a Chile en1955 ingresó a la política participando junto a Humberto Valenzuela en el POR del país, militancia que combinaba con su trabajo sindical llegando a ser presidente de la Federación de Química y Farmacia.
Estuvo junto a Clotario Blest en la Central Única de Trabajadores y luego continuó a su lado en el Movimiento de Fuerzas Revolucionarias.
Sus esfuerzos por generar una organización revolucionaria unida continuaron cuando ingresa junto al POR en el naciente Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en 1965, del que se retira a finales de esa década en 1969, por diferencias con la dirección del grupo de Miguel Enríquez.
Su vida partidaria terminó cuando militaba en el Partido Socialista Revolucionario (PSR), pequeña colectividad clandestina que existió durante la Unidad Popular.
Luego del Golpe de Estado estuvo recluido en el Campo de Concentración de Chacabuco antes de partir al exilio a Europa. De vuelta en Chile continuó escribiendo, participando en cuanta iniciativa pudiera y haciendo clases en la Universidad de Chile hasta el último momento.
Pero sus aportes no se limitaron a lo que entregó en su militancia partidaria, su obra académica y como escritor e historiador es indiscutible. Entre sus trabajos más conocidos se encuentran su “Interpretación marxista de la historia de Chile”, una Contribución a una historia del anarquismo en Latinoamérica y otra a la historia del MIR, una Historia social comparada de los pueblos de América Latina así como innumerables libros de economía, historia, música, y política.
Con los asistentes cantando “La internacional” fueron cremados este lunes los restos del historiador argentino-chileno Luis Vitale quien falleció en la madrugada del domingo.
En la ceremonia de despedida del escritor y destacado intelectual, participaron estudiantes, académicos, activistas sociales y políticos.
Su cuerpo fue velado en la Sociedad de Escritores de Chile, donde llegaron decenas de personas y saludos de diferentes organizaciones políticas, estudiantes y diferentes generaciones de militantes de izquierda. Todos pasaron frente al féretro, mientras retratos de Clotario Blest y Luis Emilio Recabarren adornaban las mesas cercanas.
Entre las cientos de personas que lo despidieron en el Parque del Recuerdo, estaba Gabriel Salazar y otros académicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, así como estudiantes y quienes lo acompañaron en sus diferentes experiencias partidarias.
Luis Vitale se definía como un revolucionario argentino por nacimiento y chileno por vida política. Vinculado en sus inicios a grupos anarquistas ligados a la Federación Obrera Regional Argentina cuando era estudiante, ingresó al Partido Obrero Revolucionario (POR) el año 1952, para abandonarlo al trasladarse a Chile.
Desde su llegada a Chile en1955 ingresó a la política participando junto a Humberto Valenzuela en el POR del país, militancia que combinaba con su trabajo sindical llegando a ser presidente de la Federación de Química y Farmacia.
Estuvo junto a Clotario Blest en la Central Única de Trabajadores y luego continuó a su lado en el Movimiento de Fuerzas Revolucionarias.
Sus esfuerzos por generar una organización revolucionaria unida continuaron cuando ingresa junto al POR en el naciente Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en 1965, del que se retira a finales de esa década en 1969, por diferencias con la dirección del grupo de Miguel Enríquez.
Su vida partidaria terminó cuando militaba en el Partido Socialista Revolucionario (PSR), pequeña colectividad clandestina que existió durante la Unidad Popular.
Luego del Golpe de Estado estuvo recluido en el Campo de Concentración de Chacabuco antes de partir al exilio a Europa. De vuelta en Chile continuó escribiendo, participando en cuanta iniciativa pudiera y haciendo clases en la Universidad de Chile hasta el último momento.
Pero sus aportes no se limitaron a lo que entregó en su militancia partidaria, su obra académica y como escritor e historiador es indiscutible. Entre sus trabajos más conocidos se encuentran su “Interpretación marxista de la historia de Chile”, una Contribución a una historia del anarquismo en Latinoamérica y otra a la historia del MIR, una Historia social comparada de los pueblos de América Latina así como innumerables libros de economía, historia, música, y política.
