Miguel Ángel Moratinos, responsable de Exteriores de España, comienza este lunes una visita de tres días en la que se reunirá con diversas personalidades políticas y religiosas de Cuba. El objetivo: impulsar el proceso emprendido por el Vaticano para conseguir la liberación de los presos políticos. Esta visita coincide con el anuncio de que la salud del disidente Guillermo Fariñas, en huelga de hambre.

Este disidente cubano había realizado una huelga de hambre de febrero a agosto de 2006 para protestar por la censura de páginas web en Internet vigente en Cuba, similar a las disposiciones restrictivas en vigor en la UE aunque censurando contenidos netamente diferentes. Fariñas comenzó una segunda huelga de hambre para protestar por la muerte del otro disidente cubano Orlando Zapata que mantiene desde el 23 de febrero de 2010.

Sin embargo, el ministro declaró a su llegada que no mantendrá contactos con la oposición y que “respeta” la decisión de Guillermo Fariñas de permanecer en huelga de hambre pero que cree que lo que él buscaba ya lo ha conseguido y que éste puede “darse por satisfecho”. Se mostró optimista sobre las inminentes negociaciones y declaró que era posible que mantuviese un encuentro con Raúl Castro si bien esta entrevista “no estaba confirmada”.

Desde el inicio del diálogo con la Iglesia católica, La Habana liberó al preso político más enfermo y trasladó a doce de ellos a prisiones más cercanas a sus familiares, la disidencia cifra en unos sesenta o setenta el número de presos políticos y asegura que su situación es “extrema”, declarando que hay suicidios entre los más jóvenes y que en los últimos años más de 500 personas han perdido la vida en las cárceles cubanas.

Los disidentes denuncian desde hace años persecuciones políticas y ataques continuados a la libertad de expresión en la isla. Sin embargo, el preso en huelga de hambre, Guillermo Fariñas, participó hace unos meses en el programa de televisión español “59 segundos” a través de una conexión telefónica en directo desde la cárcel.