En medio del déficit financiero del sistema, la sostenida alza de pasajes, las movilizaciones de los choferes por malas condiciones laborales y el llamado a una marcha para protestar por la mala calidad del sistema de transportes capitalino a más de cuatro años de su implementación, el ministro de Transportes, Felipe Morandé, anunció este medio día una serie de medidas para reformar el Transantiago.

De acuerdo a la autoridad, de no tomarse acciones concretas, el pasaje llegaría a 560 pesos este año y podrían alcanzar, en dos años y medio más, los 800 pesos para buses y 900 para el metro.

El ministro planteó un plan de acción gradual, que comenzaría a partir del 2011, cuando se realice una nueva licitación de los servicios alimentadores, en el que se contempla, entre otras cosas, la reducción de trasbordos para aminorar los tiempos de espera y de viajes; motivar la competencia entre modos de viaje para los usuarios, y mejorar el pago electrónico.

Otra de las medidas expuestas por Morandé buscaría cambiar el sistema de remuneraciones de los conductores estableciendo pagos por servicios efectivamente prestados e incentivar a los operarios a  buscar la demanda de transporte de los pasajeros.

Además, el ministro adelantó que se estudia la manera para implementar infraestructura que permita mejorar los tiempos, eficiencia y recorridos y llamar a concesión para paraderos, zonas pagas y terminales.

El titular de Transportes aseguró que se tomarán un tiempo para implementar esta reestructuración porque ejecutarán un proceso de participación ciudadana para conocer las necesidades de los pasajeros.

Morandé señaló además que se requerirá apoyo financiero adicional, por lo que se solicitará un aumento en la cantidad de recursos fiscales para llevar a cabo la reestructuración y frenar la escalada tarifaria.