La subida de los precios de los alimentos básicos, el incremento de las cuentas de luz y la escalada alcista de las tarifas del Transantiago han dibujado un difícil panorama para el bolsillo de los chilenos más pobres.
Según explicaron algunos expertos, la variación de las expectativas de inflación ha dejado prácticamente neutralizado el aumento del salario mínimo, que este mes subió de 165 mil a 172 mil pesos.
La directora del Programa de Economía del Trabajo, Carmen Espinosa, se mostró preocupada por la pérdida de poder adquisitivo que estarían sufriendo las familias de los trabajadores y agregó que esta situación se vería agravada con las nuevas alzas del pasaje de locomoción colectiva. “En ese solo ítem los trabajadores se están empobreciendo semana a semana”, indicó Espinosa.
En la misma línea, el experto en temas sociales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Juan Carlos Feres, sostuvo que la actual alza de precios en los bienes de consumo y servicios estaría siendo nociva para la situación de pobreza del país.
Este fenómeno se ha visto complicado además por las heladas que trajeron consigo aumentos en los precios de frutas y verduras. De las hortalizas, las más dañadas han sido todos los tipos de lechugas, con alzas entre 70 y 80 por ciento, el apio, con 50 por ciento, mientras que un 40 por ciento subiría la acelga.
Sin embargo, el economista que formó parte de la Comisión de Salario Mínimo del ministerio de Hacienda, Juan Carlos Scapini, aseguró que todas estas variaciones de precios serían estacionales y no deberían afectar la meta de inflación de 3,5 por ciento que tiene el Banco Central para el final de este año.
En paralelo a la subida de la tasa de interés del instituto emisor, los economistas aseguran que las medidas más efectivas, aunque no las más factibles desde el punto de vista del gobierno, serían el aumento de las remuneraciones y la entrega de subsidios monetarios a los quintiles de más bajos ingresos.
La subida de los precios de los alimentos básicos, el incremento de las cuentas de luz y la escalada alcista de las tarifas del Transantiago han dibujado un difícil panorama para el bolsillo de los chilenos más pobres.
Según explicaron algunos expertos, la variación de las expectativas de inflación ha dejado prácticamente neutralizado el aumento del salario mínimo, que este mes subió de 165 mil a 172 mil pesos.
La directora del Programa de Economía del Trabajo, Carmen Espinosa, se mostró preocupada por la pérdida de poder adquisitivo que estarían sufriendo las familias de los trabajadores y agregó que esta situación se vería agravada con las nuevas alzas del pasaje de locomoción colectiva. “En ese solo ítem los trabajadores se están empobreciendo semana a semana”, indicó Espinosa.
En la misma línea, el experto en temas sociales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Juan Carlos Feres, sostuvo que la actual alza de precios en los bienes de consumo y servicios estaría siendo nociva para la situación de pobreza del país.
Este fenómeno se ha visto complicado además por las heladas que trajeron consigo aumentos en los precios de frutas y verduras. De las hortalizas, las más dañadas han sido todos los tipos de lechugas, con alzas entre 70 y 80 por ciento, el apio, con 50 por ciento, mientras que un 40 por ciento subiría la acelga.
Sin embargo, el economista que formó parte de la Comisión de Salario Mínimo del ministerio de Hacienda, Juan Carlos Scapini, aseguró que todas estas variaciones de precios serían estacionales y no deberían afectar la meta de inflación de 3,5 por ciento que tiene el Banco Central para el final de este año.
En paralelo a la subida de la tasa de interés del instituto emisor, los economistas aseguran que las medidas más efectivas, aunque no las más factibles desde el punto de vista del gobierno, serían el aumento de las remuneraciones y la entrega de subsidios monetarios a los quintiles de más bajos ingresos.
La subida de los precios de los alimentos básicos, el incremento de las cuentas de luz y la escalada alcista de las tarifas del Transantiago han dibujado un difícil panorama para el bolsillo de los chilenos más pobres.
Según explicaron algunos expertos, la variación de las expectativas de inflación ha dejado prácticamente neutralizado el aumento del salario mínimo, que este mes subió de 165 mil a 172 mil pesos.
La directora del Programa de Economía del Trabajo, Carmen Espinosa, se mostró preocupada por la pérdida de poder adquisitivo que estarían sufriendo las familias de los trabajadores y agregó que esta situación se vería agravada con las nuevas alzas del pasaje de locomoción colectiva. “En ese solo ítem los trabajadores se están empobreciendo semana a semana”, indicó Espinosa.
En la misma línea, el experto en temas sociales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Juan Carlos Feres, sostuvo que la actual alza de precios en los bienes de consumo y servicios estaría siendo nociva para la situación de pobreza del país.
Este fenómeno se ha visto complicado además por las heladas que trajeron consigo aumentos en los precios de frutas y verduras. De las hortalizas, las más dañadas han sido todos los tipos de lechugas, con alzas entre 70 y 80 por ciento, el apio, con 50 por ciento, mientras que un 40 por ciento subiría la acelga.
Sin embargo, el economista que formó parte de la Comisión de Salario Mínimo del ministerio de Hacienda, Juan Carlos Scapini, aseguró que todas estas variaciones de precios serían estacionales y no deberían afectar la meta de inflación de 3,5 por ciento que tiene el Banco Central para el final de este año.
En paralelo a la subida de la tasa de interés del instituto emisor, los economistas aseguran que las medidas más efectivas, aunque no las más factibles desde el punto de vista del gobierno, serían el aumento de las remuneraciones y la entrega de subsidios monetarios a los quintiles de más bajos ingresos.
