Las Iglesias Evangélicas del país presentaron su propia propuesta de Indulto Bicentenario, la que se suma a la que entregó este miércoles la Iglesia Católica al Presidente Piñera.

El obispo Emiliano Soto aclaró que su propuesta no excluye a uniformados involucrados en crímenes de lesa humanidad, pero sí solicita que se cumplan ciertas condiciones para acceder al beneficio, como el respeto hacia todos los tratados internacionales que Chile ha suscrito en materia de derechos humanos.

“El perdón para el cristiano no es general e incondicional, supone requisitos, confesión del pecado, arrepentimiento  y dar frutos de arrepentimiento. Un indulto debería estar motivado en la generación de un gran acuerdo social, centrado en la capacidad de construir una mejor comunidad con todos, incluso con aquellos que nos han ofendido. Es necesario que el gobierno promueva una discusión, promoviendo la expresión e inclusión de todas las sensibilidades ideológicas para que el país pueda reconciliarse con su historia y reencontrarse con su dolor”, agregó el obispo.

Asimismo, el obispo Soto llamó al Ejecutivo a considerar la mirada de los diferentes sectores sociales antes de pronunciarse sobre el indulto, ya que se trata de “un tema trascendente”, y advirtió que una decisión errada del Presidente en esa materia podría acarrear “más división” en el país.

“El Indulto Bicentenario debe permitir sanar heridas y no abrirlas, dando una nueva oportunidad de vida a la cual todas las personas tenemos derecho. Hay que tener en cuenta los sentimientos de las víctimas de los delitos de lesa humanidad y la valoración de los fallos judiciales, de manera de no caer en la denegación de la justicia y teniendo en consideración la importancia de la seguridad nacional”, detalló Soto.

La autoridad evangélica insistió que para otorgar el indulto se debe “revisar caso a caso y no regalar un perdonazo a todo el mundo”. Entre las condiciones que se está solicitando considerar está la confesión del delito, arrepentimiento, conducta ejemplar, haber cumplido más de dos tercios de la condena, tener en cuenta el testimonio de vida del reo, el estado de salud, haber recibido un programa de rehabilitación y no ser reincidente.

En el caso específico de mujeres recluidas, afirmaron que se debe considerar a las madres que tengan dos o más hijos menores de 14 años. Mientras que en relación a delincuentes juveniles, solicitaron tener en cuenta la conducta, asistencia de arraigo familiar y que el joven haya cumplido de la mitad de la condena.

La Iglesia Evangélica solicitó, además, que el indulto vaya acompañado de una propuesta del Estado para rehabilitar y reinsertar a las personas que hayan estado privadas de libertad y, con motivo del Bicentenario, pedirán que se ofrezcan plazas de trabajo remunerado para, al menos, el 10 por ciento de esa población.

En este sentido, el obispo Jorge Méndez puso a disposición del gobierno un programa de rehabilitación gratuito. “Pensamos que este esfuerzo será insuficiente si no se abordan los problemas de fondo de la realidad carcelaria, ponemos a disposición un programa nacional de rehabilitación y reinserción para las personas que hayan cometido delitos”, señaló.

En relación al mismo tema, en horas de la mañana la senadora RN Lily Pérez, también se reunió con el Presidente Piñera y luego de este encuentro reiteró su rechazo  a la aplicación de un indulto general, asegurando que el beneficio sería una señal errada.

“No es recomendable  impulsar un proyecto de ley que sea un indulto. Un Estado debe respetar el Poder Judicial, que es un poder autónomo. Sería una señal equívoca una señal de indulto. Creo que hay que valorar en la propuesta que ha hecho la Iglesia hacer un cambio relevante en cómo las personas están cumpliendo sus penas en la cárcel”, sostuvo Pérez.

Asimismo la parlamentaria insistió en la importancia de la autonomía de los poderes del Estado en democracia.