Este lunes el Presidente  Sebastián Piñera dictó una clase de Historia Chile a alumnos de cuarto básico en la Escuela Municipal E-405 Millahue en la comuna de Cerro Navia, con el objeto de apoyar un programa de voluntariado juvenil. Sin embargo, es muy poco probable que “el profesor Piñera” conozca la situación que aqueja a una serie de liceos del municipio liderado por Luis Plaza (RN) y que tiene enfrentados a los directores de los establecimientos con la corporación municipal que los administra.

Actualmente, la Contraloría investiga una denuncia del concejal Mauro Tamayo (PC) y la diputada y ex alcaldesa de la comuna Cristina Girardi, sobre un conjunto de hechos y situaciones anómalas en la administración de los recursos entregados por el ministerio de Educación en 2009 a la Coorporación de Desarrollo Social de Cerro Navia (Cormucena) para la Subvención Anual de Apoyo al Mantenimiento de Establecimientos Educacionales  por un total de 98 millones 186 mil 535 pesos.

El concejal Tamayo explicó que las denuncias vinieron directamente de algunos de los liceos afectados, quienes se percataron que los gastos rendidos y el detalle de los trabajados enunciados por el  informe eran discordantes con lo que se hizo realmente.

“Me llamó un director, que me pidió reserva del nombre, y me dijo ‘yo recibí un informe de rendición donde se dice que en mi escuela se gastaron x millones de  pesos y la verdad es que no se hizo’. Entonces, yo empecé averiguar, hablé con varia gente, directores, jefes de UTP y efectivamente el informe de gastos no se condecía con lo que había ocurrido. Por eso presentamos la denuncia para que la Contraloría investigara”, indicó Tamayo.

Se trataría de, al menos, ocho establecimientos dependientes de Cormucena, los que fueron fiscalizados por los propios denunciantes para hacer la presentación ante el órgano contralor, en donde los trabajos de mantenimiento se habría realizado de manera anómala, por decir lo menos. La muestra solo podría ser la punta del iceberg,  pues son 24 los  colegios administrados por la corporación.

Es el caso del Liceo Polivante de la Concepción, donde se consigna un monto de mantención de siete millones 210 mil 977 pesos por costos de mantención y un millón 778 mil 856 por gastos de pintura. Sin embargo, fuentes consultadas por radio.uchile.cl al interior del liceo aseguran que  si bien se pintó parte del establecimiento,  “la pintura que se hizo en realidad no corresponde a esa cantidad de millones. Es una cifra muy exagerada”.

Otro caso es el de la Escuela República de Italia, donde los gastos por mantención ascienden a los tres millones 86 mil 66 pesos y de pintura a un millón 61 mil 479 pesos. La respuesta desde el Liceo es contundente: “No, estos trabajos no se realizaron. Se hicieron algunas reparaciones, pero de luz, algunas llaves, pero no todo lo que está ahí. Pintura nada. Aquí nunca se pintó”.

Donde sí se pintó fue en la Escuela Treviso Girardi, como lo confirmó su director Víctor Rojas. Lo raro es que en la rendición de Cormucena por este colegio no figuran gastos por pintura, sino dos millones 207 mil 149 mil pesos por “mantención”.

Desde la Corporación, el actual secretario general, Francisco Romero, aclaró que, aunque el municipio también lleva una investigación interna por esta causa, las denuncias no son más que opiniones hasta que el órgano fiscalizador entregue su informe sobre los hechos.

“Hemos colaborado con la Contraloría, pero antes de que ese informe no haya sido evacuado no tiene mucho sentido hacer referencia al tema. Habrá que ver si la Contraloría concuerda con la opinión que han entregado algunos directores, porque  si no eso se basa en puras especulaciones. Eso es una opinión en tanto no se demuestre que es así”, aseguró el encargado.

Sin embargo, a Mauro Tamayo las explicaciones que le dio Romero fueron otras. “La gestión dice ‘si tuviésemos  que gastar cada peso en lo que debiese gastar no podríamos hacer nada en la Corporación’. Ellos entienden que una cosa normal y de buena gestión que si te mandan plata para una cosa, gastarla en otra. Eso es ‘hacer cosas’. No obstante, es importante que los niños tengan donde tomar agua, o tengan ventanas para que no se mueran de frío. No son cosas sin importancia”, sostuvo el concejal.

Otros antecedentes que se investigan fue lo que sucedió con los fondos que se asignaron por la Intendencia para  la reconstrucción de las escuelas dañadas por el terremoto. La comuna del polémico alcalde  Plaza fue una de los municipios que recibió una de las sumas más altas de la Región Metropolitana (430.000 millones de pesos), despertando incluso los alegatos de otros ediles, quienes recibieron montos bastante inferiores.

Amparado en el Estado de Alerta Roja, que permite tomar decisiones sobre licitaciones  de más de 500 UTM sin la aprobación del Concejo Municipal, el alcalde firmó  el 11 de mayo un trato directo con la Empresa Multiservicio Ingeniería en Construcción  por 400 millones 464 mil 404 pesos. La idea, según afirmó, era  no demorar el inicio de la reconstrucción de los liceos, pero constatado por Radio Universidad de Chile y confirmado por Francisco Romero, los arreglos en los colegios recién están comenzando.

Además de esta demora, la duda se ha instalado también sobre la empresa, debido a que recién se formó en febrero y en abril ya había firmado el contrato por las reparaciones, pero también ganó una licitación por quince millones mensuales por  un giro completamente diferente: arriendo de vehículos municipales.

La diputada Girardi confirmó que junto a Tamayo están investigando las denuncias, una de las cuales dice que la empresa habría contemplado reparar el segundo piso de un establecimiento donde no existe uno. Pese a que Girardi señala que el municipio actuó legalmente, la gravedad de los hechos radica en que hay niños perjudicados por el atraso en la reparación de sus escuelas.

“En eso el municipio no está cometiendo ninguna ilegalidad. No habría habido problema, si es que la empresa hubiera respondido ante las escuelas, pero las tienen botadas. Aquí hubo un trato directo precisamente por la urgencia y, sin embargo, han pasado cuatro meses y la empresa no ha reparado las escuelas, eso es lo grave”, afirmó la parlamentaria.

Otro  hecho que llama la atención es que poco tiempo después que el concejal Tamayo  hiciera la presentación ante la Contraloría fue despedido de su cargo como kinesiólogo del Centro de Salud Familiar de la comuna, administrado también por Cormucena.

“Necesidades de la corporación”, responde Romero cuando es interrogado por la desvinculación del concejal. Las mismas necesidades a las que les temen dentro de los establecimientos educacionales de la comuna, quienes, a pesar de querer denunciar los hechos, son reacios a revelar sus identidades. “Prefiero que no, porque hay muchos problemas aquí en Cerro Navia”, afirmó una fuente. Por ahora, esperan atentos el dictamen de la Contraloría que, aseguran, podría abrir la caja de Pandora en el municipio.