Las constantes decepciones que han recibido desde quienes dirigen el rescate, los familiares de los mineros atrapados en el yacimiento San José colmaron su paciencia.
Que los mapas están malos, que la sonda se desvió. En fin, muchas malas noticias que hicieron que los familiares, en su desesperación, exigieran la llegada de un grupo de pirquineros voluntarios que propusieron un camino alternativo al que tienen los expertos, poniendo en jaque a las operaciones que el gobierno realiza.
“Ellos no quieren darnos soluciones a nosotros, en este momento necesitamos a pirquineros, nosotros los queremos a ellos”, afirmó una mujer.
Oscar Illanes, familiar de uno de los mineros atrapados, detalló que el principal riesgo que corren los pirquineros es que los trabajadores no sean rescatados.
“La probabilidad de rescate es incierta, pero como todo rescate en el mundo tiene sus márgenes de riesgo, el riesgo mayor es que se pierda la oportunidad de rescatarse y estos mineros queden abajo”, señaló Illanes.
El subsecretario de minería Pablo Wagner indicó que un Gobierno responsable no puede permitir una maniobra como la que proponen los pirquineros. “Como Gobierno, nosotros no podemos autorizar el ingreso a la mina, dadas las condiciones de riesgo e inseguridad que existen hoy”, afirmó Wagner.
Desde el Congreso, el presidente de la comisión investigadora de este caso, Alejandro García Huidobro, afirmó que la inexistencia de planos precisos confabula en contra de los rescates y pueden conformar un delito.
“La duda que uno tiene es de la veracidad de estos mapa y quiénes fueron los empresarios que trabajaron en la confección de estos mapas, porque se supone que son ingenieros, personas capacitadas, topógrafos, etc.”, dijo García Huidobro.
En una entrevista dada en televisión, uno de los gerentes de la mina San Esteban, Alejandro Bohn, dijo estar con su conciencia tranquila. También aseguró que los planos enviados están correctos y negó haber presionado a las autoridades.
Todo esto ocurre mientras va creciendo en el llamado “campamento esperanza”, la decepción y la desesperación al no ver avances concretos en una situación que entra en su tercera semana.
Las constantes decepciones que han recibido desde quienes dirigen el rescate, los familiares de los mineros atrapados en el yacimiento San José colmaron su paciencia.
Que los mapas están malos, que la sonda se desvió. En fin, muchas malas noticias que hicieron que los familiares, en su desesperación, exigieran la llegada de un grupo de pirquineros voluntarios que propusieron un camino alternativo al que tienen los expertos, poniendo en jaque a las operaciones que el gobierno realiza.
“Ellos no quieren darnos soluciones a nosotros, en este momento necesitamos a pirquineros, nosotros los queremos a ellos”, afirmó una mujer.
Oscar Illanes, familiar de uno de los mineros atrapados, detalló que el principal riesgo que corren los pirquineros es que los trabajadores no sean rescatados.
“La probabilidad de rescate es incierta, pero como todo rescate en el mundo tiene sus márgenes de riesgo, el riesgo mayor es que se pierda la oportunidad de rescatarse y estos mineros queden abajo”, señaló Illanes.
El subsecretario de minería Pablo Wagner indicó que un Gobierno responsable no puede permitir una maniobra como la que proponen los pirquineros. “Como Gobierno, nosotros no podemos autorizar el ingreso a la mina, dadas las condiciones de riesgo e inseguridad que existen hoy”, afirmó Wagner.
Desde el Congreso, el presidente de la comisión investigadora de este caso, Alejandro García Huidobro, afirmó que la inexistencia de planos precisos confabula en contra de los rescates y pueden conformar un delito.
“La duda que uno tiene es de la veracidad de estos mapa y quiénes fueron los empresarios que trabajaron en la confección de estos mapas, porque se supone que son ingenieros, personas capacitadas, topógrafos, etc.”, dijo García Huidobro.
En una entrevista dada en televisión, uno de los gerentes de la mina San Esteban, Alejandro Bohn, dijo estar con su conciencia tranquila. También aseguró que los planos enviados están correctos y negó haber presionado a las autoridades.
Todo esto ocurre mientras va creciendo en el llamado “campamento esperanza”, la decepción y la desesperación al no ver avances concretos en una situación que entra en su tercera semana.
Las constantes decepciones que han recibido desde quienes dirigen el rescate, los familiares de los mineros atrapados en el yacimiento San José colmaron su paciencia.
Que los mapas están malos, que la sonda se desvió. En fin, muchas malas noticias que hicieron que los familiares, en su desesperación, exigieran la llegada de un grupo de pirquineros voluntarios que propusieron un camino alternativo al que tienen los expertos, poniendo en jaque a las operaciones que el gobierno realiza.
“Ellos no quieren darnos soluciones a nosotros, en este momento necesitamos a pirquineros, nosotros los queremos a ellos”, afirmó una mujer.
Oscar Illanes, familiar de uno de los mineros atrapados, detalló que el principal riesgo que corren los pirquineros es que los trabajadores no sean rescatados.
“La probabilidad de rescate es incierta, pero como todo rescate en el mundo tiene sus márgenes de riesgo, el riesgo mayor es que se pierda la oportunidad de rescatarse y estos mineros queden abajo”, señaló Illanes.
El subsecretario de minería Pablo Wagner indicó que un Gobierno responsable no puede permitir una maniobra como la que proponen los pirquineros. “Como Gobierno, nosotros no podemos autorizar el ingreso a la mina, dadas las condiciones de riesgo e inseguridad que existen hoy”, afirmó Wagner.
Desde el Congreso, el presidente de la comisión investigadora de este caso, Alejandro García Huidobro, afirmó que la inexistencia de planos precisos confabula en contra de los rescates y pueden conformar un delito.
“La duda que uno tiene es de la veracidad de estos mapa y quiénes fueron los empresarios que trabajaron en la confección de estos mapas, porque se supone que son ingenieros, personas capacitadas, topógrafos, etc.”, dijo García Huidobro.
En una entrevista dada en televisión, uno de los gerentes de la mina San Esteban, Alejandro Bohn, dijo estar con su conciencia tranquila. También aseguró que los planos enviados están correctos y negó haber presionado a las autoridades.
Todo esto ocurre mientras va creciendo en el llamado “campamento esperanza”, la decepción y la desesperación al no ver avances concretos en una situación que entra en su tercera semana.
