La Corte Suprema condenó a seis y cinco años de prisión a dos ex militares por el asesinato en 1973 de Héctor Araya Garrido de 18 años, Víctor Vidal Tejeda y Carlos Fariña Oyarce, este último considerado la víctima más joven de la dictadura de Augusto Pinochet, con sólo 13 años.
El máximo tribunal impuso, de manera definitiva, pena de seis años de prisión sin beneficios a Donato López, ex comandante del Regimiento Yungay, y de cinco años con libertad vigilada al ex agente de la DINA, Erasmo Sandoval, quien se desempeña como guardia de la comuna de Providencia.
Carlos Fariña, fue aprehendido en octubre 1973 en la población La Pincoya, y según el relato de su madre, Josefina Oyarce, “dos carabineros lo sacaron desde su cama” y “lo llevaron casi arrastrándolo hasta la cancha de fútbol”, donde los militares habían agrupado a personas. Sus restos aparecieron en el año 2000 con 12 impactos de bala.
Días antes de su detención, el niño había sido conducido por su madre al Juzgado de Letras de Menores, luego que se le disparó accidentalmente una pistola que le había entregado un adulto, disparo que hirió a un niño de 6 años, hijo de una vecina, la que se presume denunció a Fariña a las fuerzas militares.
La decisión se tomó en fallo dividido. El ministro de la Segunda Sala, Jaime Rodríguez y los abogados integrantes Jorge Medina y Guillermo Ruiz votaron a favor de la condena. Mientras que los ministros Nibaldo Segura, Rubén Ballesteros votaron en su contra y estuvieron por acoger la figura de la prescripción de la acción penal.
En primera instancia, el ministro en visita Jorge Zepeda había determinado dos penas de siete años de presidio para el condenado López Almarza y de cinco años, con el beneficio de la libertad vigilada, para Sandoval Arancibia.
La Corte Suprema condenó a seis y cinco años de prisión a dos ex militares por el asesinato en 1973 de Héctor Araya Garrido de 18 años, Víctor Vidal Tejeda y Carlos Fariña Oyarce, este último considerado la víctima más joven de la dictadura de Augusto Pinochet, con sólo 13 años.
El máximo tribunal impuso, de manera definitiva, pena de seis años de prisión sin beneficios a Donato López, ex comandante del Regimiento Yungay, y de cinco años con libertad vigilada al ex agente de la DINA, Erasmo Sandoval, quien se desempeña como guardia de la comuna de Providencia.
Carlos Fariña, fue aprehendido en octubre 1973 en la población La Pincoya, y según el relato de su madre, Josefina Oyarce, “dos carabineros lo sacaron desde su cama” y “lo llevaron casi arrastrándolo hasta la cancha de fútbol”, donde los militares habían agrupado a personas. Sus restos aparecieron en el año 2000 con 12 impactos de bala.
Días antes de su detención, el niño había sido conducido por su madre al Juzgado de Letras de Menores, luego que se le disparó accidentalmente una pistola que le había entregado un adulto, disparo que hirió a un niño de 6 años, hijo de una vecina, la que se presume denunció a Fariña a las fuerzas militares.
La decisión se tomó en fallo dividido. El ministro de la Segunda Sala, Jaime Rodríguez y los abogados integrantes Jorge Medina y Guillermo Ruiz votaron a favor de la condena. Mientras que los ministros Nibaldo Segura, Rubén Ballesteros votaron en su contra y estuvieron por acoger la figura de la prescripción de la acción penal.
En primera instancia, el ministro en visita Jorge Zepeda había determinado dos penas de siete años de presidio para el condenado López Almarza y de cinco años, con el beneficio de la libertad vigilada, para Sandoval Arancibia.
La Corte Suprema condenó a seis y cinco años de prisión a dos ex militares por el asesinato en 1973 de Héctor Araya Garrido de 18 años, Víctor Vidal Tejeda y Carlos Fariña Oyarce, este último considerado la víctima más joven de la dictadura de Augusto Pinochet, con sólo 13 años.
El máximo tribunal impuso, de manera definitiva, pena de seis años de prisión sin beneficios a Donato López, ex comandante del Regimiento Yungay, y de cinco años con libertad vigilada al ex agente de la DINA, Erasmo Sandoval, quien se desempeña como guardia de la comuna de Providencia.
Carlos Fariña, fue aprehendido en octubre 1973 en la población La Pincoya, y según el relato de su madre, Josefina Oyarce, “dos carabineros lo sacaron desde su cama” y “lo llevaron casi arrastrándolo hasta la cancha de fútbol”, donde los militares habían agrupado a personas. Sus restos aparecieron en el año 2000 con 12 impactos de bala.
Días antes de su detención, el niño había sido conducido por su madre al Juzgado de Letras de Menores, luego que se le disparó accidentalmente una pistola que le había entregado un adulto, disparo que hirió a un niño de 6 años, hijo de una vecina, la que se presume denunció a Fariña a las fuerzas militares.
La decisión se tomó en fallo dividido. El ministro de la Segunda Sala, Jaime Rodríguez y los abogados integrantes Jorge Medina y Guillermo Ruiz votaron a favor de la condena. Mientras que los ministros Nibaldo Segura, Rubén Ballesteros votaron en su contra y estuvieron por acoger la figura de la prescripción de la acción penal.
En primera instancia, el ministro en visita Jorge Zepeda había determinado dos penas de siete años de presidio para el condenado López Almarza y de cinco años, con el beneficio de la libertad vigilada, para Sandoval Arancibia.
