El accidente de la mina San José, que mantiene atrapados a 33 trabajadores, ha conmovido al país y ha dado cuenta de la precariedad en la que se desarrollan las faenas mineras, en especial, en la pequeña y mediana empresa.
En conversación con el programa RadioAnálisis de nuestra emisora el diputado y recién asumido presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, analizó la situación que se vive en el norte del país y se refirió a los desafíos que planteó esta tragedia tanto a nivel laboral como de políticas sociales.
Si bien, el ex ministro del Trabajo reconoció que hay responsabilidades a nivel estatal, insistió en que no se puede culpar a una sola entidad de lo ocurrido.
“Hay que establecer una jerarquía de responsabilidades. Cuando uno se refiere a la situación en la que están los trabajadores en general y, particularmente, los de las empresas mineras pequeñas y medianas desde el punto de vista de la seguridad, de higiene y de salud, hay que fijarse en quiénes son sus empleadores. La propia ley y el sentido común establecen que la primera obligación que tiene un empleador es velar por esos aspectos y la impresión que da cuando se pone el énfasis de la crítica en los fiscalizadores es como echar la culpa a Carabineros porque se cometen delitos”.
En esa línea, el parlamentario indicó que existe “un problema institucional del Estado que va más allá de sólo concentrarse en Sernageomin porque encontrar en una unidad en particular la culpa de todo esto es bastante fácil”.
Andrade mencionó que en varias ocasiones los mismos trabajadores presentaron recursos ante la Corte de Apelaciones para denunciar las pésimas condiciones en las que se desarrollaban las faenas mineras. Sin embargo, la instancia judicial no admitió las quejas, tal como otros organismos como la Asociación Chilena de Seguridad no cumplieron con los roles encomendados, aseguró el diputado.
“La Asociación de mutuales de seguridad tiene como obligación, entre otras cosas, velar por el cumplimiento de la Ley de Accidentes de Trabajo y también tiene la obligación de la prevención. Ahí se presenta un problema porque las empresas son sus clientes y si ellos tienen una observación que implique mayor costo para los clientes, éstos cambian de mutual. Por lo tanto, aquí los únicos inocentes en esto son los trabajadores”, dijo.
Respecto del rol que jugó su coalición política en torno a la mejora de las condiciones de trabajo de los empleados chilenos, el ex secretario de Estado defendió las políticas asumidas por el gobierno de Michelle Bachelet y destacó que durante su administración se aprobaron 53 leyes laborales.
De todas formas, Andrade reconoció que hubo “un tremendo déficit en la Concertación. No tuvimos la capacidad de generar un cambio en la matriz de las relaciones laborales”, pero agregó que “eso no fue por falta de voluntad sino por falta de la mayoría necesaria para que eso fuera posible porque esto requiere quórum en altos en algunos casos”.
El diputado aseguró que dicha matriz de las relaciones laborales estaría construida “desde el temor, el temor del mundo empresarial de que los trabajadores organizados empiecen a exigir mejorías no solo salariales sino que de condiciones de trabajo. Y ese temor, que se transforma en una tremenda desconfianza del uno respecto del otro, sigue estando muy presente. Por eso hay temas en Chile muy difíciles de discutir porque existe esa desconfianza”.
Por eso, el presidente del PS indicó que una de las fórmulas para superar esta situación sería otorgar más poder al resto de los actores involucrados en los procesos de sociales. Un poder que, a su juicio, se habría logrado a través del fortalecimiento de la sindicalización y de la negociación colectiva.
“Hay que considerar qué posibilidades tienen los actores de involucrarse genuinamente en la solución de sus propios problemas. Creo que efectivamente se está presentando este debate y siento que están apareciendo algunos liderazgos, especialmente, en el mundo sindical que se hacen cargo de ello”, dijo Andrade.
El parlamentario advirtió que de no presentarse la discusión pertinente sobre la realidad del mundo laboral, Chile continuará creciendo sin poder lograr el desarrollo, lo que “constituiría la derrota de todas nuestras posiciones”, concluyó.
El accidente de la mina San José, que mantiene atrapados a 33 trabajadores, ha conmovido al país y ha dado cuenta de la precariedad en la que se desarrollan las faenas mineras, en especial, en la pequeña y mediana empresa.
En conversación con el programa RadioAnálisis de nuestra emisora el diputado y recién asumido presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, analizó la situación que se vive en el norte del país y se refirió a los desafíos que planteó esta tragedia tanto a nivel laboral como de políticas sociales.
Si bien, el ex ministro del Trabajo reconoció que hay responsabilidades a nivel estatal, insistió en que no se puede culpar a una sola entidad de lo ocurrido.
“Hay que establecer una jerarquía de responsabilidades. Cuando uno se refiere a la situación en la que están los trabajadores en general y, particularmente, los de las empresas mineras pequeñas y medianas desde el punto de vista de la seguridad, de higiene y de salud, hay que fijarse en quiénes son sus empleadores. La propia ley y el sentido común establecen que la primera obligación que tiene un empleador es velar por esos aspectos y la impresión que da cuando se pone el énfasis de la crítica en los fiscalizadores es como echar la culpa a Carabineros porque se cometen delitos”.
En esa línea, el parlamentario indicó que existe “un problema institucional del Estado que va más allá de sólo concentrarse en Sernageomin porque encontrar en una unidad en particular la culpa de todo esto es bastante fácil”.
Andrade mencionó que en varias ocasiones los mismos trabajadores presentaron recursos ante la Corte de Apelaciones para denunciar las pésimas condiciones en las que se desarrollaban las faenas mineras. Sin embargo, la instancia judicial no admitió las quejas, tal como otros organismos como la Asociación Chilena de Seguridad no cumplieron con los roles encomendados, aseguró el diputado.
“La Asociación de mutuales de seguridad tiene como obligación, entre otras cosas, velar por el cumplimiento de la Ley de Accidentes de Trabajo y también tiene la obligación de la prevención. Ahí se presenta un problema porque las empresas son sus clientes y si ellos tienen una observación que implique mayor costo para los clientes, éstos cambian de mutual. Por lo tanto, aquí los únicos inocentes en esto son los trabajadores”, dijo.
Respecto del rol que jugó su coalición política en torno a la mejora de las condiciones de trabajo de los empleados chilenos, el ex secretario de Estado defendió las políticas asumidas por el gobierno de Michelle Bachelet y destacó que durante su administración se aprobaron 53 leyes laborales.
De todas formas, Andrade reconoció que hubo “un tremendo déficit en la Concertación. No tuvimos la capacidad de generar un cambio en la matriz de las relaciones laborales”, pero agregó que “eso no fue por falta de voluntad sino por falta de la mayoría necesaria para que eso fuera posible porque esto requiere quórum en altos en algunos casos”.
El diputado aseguró que dicha matriz de las relaciones laborales estaría construida “desde el temor, el temor del mundo empresarial de que los trabajadores organizados empiecen a exigir mejorías no solo salariales sino que de condiciones de trabajo. Y ese temor, que se transforma en una tremenda desconfianza del uno respecto del otro, sigue estando muy presente. Por eso hay temas en Chile muy difíciles de discutir porque existe esa desconfianza”.
Por eso, el presidente del PS indicó que una de las fórmulas para superar esta situación sería otorgar más poder al resto de los actores involucrados en los procesos de sociales. Un poder que, a su juicio, se habría logrado a través del fortalecimiento de la sindicalización y de la negociación colectiva.
“Hay que considerar qué posibilidades tienen los actores de involucrarse genuinamente en la solución de sus propios problemas. Creo que efectivamente se está presentando este debate y siento que están apareciendo algunos liderazgos, especialmente, en el mundo sindical que se hacen cargo de ello”, dijo Andrade.
El parlamentario advirtió que de no presentarse la discusión pertinente sobre la realidad del mundo laboral, Chile continuará creciendo sin poder lograr el desarrollo, lo que “constituiría la derrota de todas nuestras posiciones”, concluyó.
El accidente de la mina San José, que mantiene atrapados a 33 trabajadores, ha conmovido al país y ha dado cuenta de la precariedad en la que se desarrollan las faenas mineras, en especial, en la pequeña y mediana empresa.
En conversación con el programa RadioAnálisis de nuestra emisora el diputado y recién asumido presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, analizó la situación que se vive en el norte del país y se refirió a los desafíos que planteó esta tragedia tanto a nivel laboral como de políticas sociales.
Si bien, el ex ministro del Trabajo reconoció que hay responsabilidades a nivel estatal, insistió en que no se puede culpar a una sola entidad de lo ocurrido.
“Hay que establecer una jerarquía de responsabilidades. Cuando uno se refiere a la situación en la que están los trabajadores en general y, particularmente, los de las empresas mineras pequeñas y medianas desde el punto de vista de la seguridad, de higiene y de salud, hay que fijarse en quiénes son sus empleadores. La propia ley y el sentido común establecen que la primera obligación que tiene un empleador es velar por esos aspectos y la impresión que da cuando se pone el énfasis de la crítica en los fiscalizadores es como echar la culpa a Carabineros porque se cometen delitos”.
En esa línea, el parlamentario indicó que existe “un problema institucional del Estado que va más allá de sólo concentrarse en Sernageomin porque encontrar en una unidad en particular la culpa de todo esto es bastante fácil”.
Andrade mencionó que en varias ocasiones los mismos trabajadores presentaron recursos ante la Corte de Apelaciones para denunciar las pésimas condiciones en las que se desarrollaban las faenas mineras. Sin embargo, la instancia judicial no admitió las quejas, tal como otros organismos como la Asociación Chilena de Seguridad no cumplieron con los roles encomendados, aseguró el diputado.
“La Asociación de mutuales de seguridad tiene como obligación, entre otras cosas, velar por el cumplimiento de la Ley de Accidentes de Trabajo y también tiene la obligación de la prevención. Ahí se presenta un problema porque las empresas son sus clientes y si ellos tienen una observación que implique mayor costo para los clientes, éstos cambian de mutual. Por lo tanto, aquí los únicos inocentes en esto son los trabajadores”, dijo.
Respecto del rol que jugó su coalición política en torno a la mejora de las condiciones de trabajo de los empleados chilenos, el ex secretario de Estado defendió las políticas asumidas por el gobierno de Michelle Bachelet y destacó que durante su administración se aprobaron 53 leyes laborales.
De todas formas, Andrade reconoció que hubo “un tremendo déficit en la Concertación. No tuvimos la capacidad de generar un cambio en la matriz de las relaciones laborales”, pero agregó que “eso no fue por falta de voluntad sino por falta de la mayoría necesaria para que eso fuera posible porque esto requiere quórum en altos en algunos casos”.
El diputado aseguró que dicha matriz de las relaciones laborales estaría construida “desde el temor, el temor del mundo empresarial de que los trabajadores organizados empiecen a exigir mejorías no solo salariales sino que de condiciones de trabajo. Y ese temor, que se transforma en una tremenda desconfianza del uno respecto del otro, sigue estando muy presente. Por eso hay temas en Chile muy difíciles de discutir porque existe esa desconfianza”.
Por eso, el presidente del PS indicó que una de las fórmulas para superar esta situación sería otorgar más poder al resto de los actores involucrados en los procesos de sociales. Un poder que, a su juicio, se habría logrado a través del fortalecimiento de la sindicalización y de la negociación colectiva.
“Hay que considerar qué posibilidades tienen los actores de involucrarse genuinamente en la solución de sus propios problemas. Creo que efectivamente se está presentando este debate y siento que están apareciendo algunos liderazgos, especialmente, en el mundo sindical que se hacen cargo de ello”, dijo Andrade.
El parlamentario advirtió que de no presentarse la discusión pertinente sobre la realidad del mundo laboral, Chile continuará creciendo sin poder lograr el desarrollo, lo que “constituiría la derrota de todas nuestras posiciones”, concluyó.
