Presidente de Colombia promete devolver las tierras a los desplazados por la violencia
11 millones de hectáreas de tierras fértiles han ido a parar a manos de guerrillas o grupos mafiosos en Colombia, algo que el nuevo Presidente quiere reparar. El Gobierno considera que esta medida favorecerá social y económicamente al país.
Radio Francia Internacional
Lunes 30 de agosto 2010 14:33 hrs.
El Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, prometió hoy que su Gobierno gestionará la devolución de las tierras que les fueron arrebatadas o usurpadas a los millones de desplazados por el conflicto armado interno.
“Toda la tierra de (campesinos) desplazados por la violencia, esté hoy en manos de quién esté, se devolverá a sus dueños originales”, dijo Santos en la ciudad de Popayán, 600 km al suroeste de Bogotá.
El gobernante, que a principios de agosto sucedió oficialmente a Álvaro Uribe, aseguró que este será un tema “crucial” en su mandato ya que considera que esta medida tendrá unas consecuencias muy positivas para el país.
“Si solucionamos ese problema de las tierras, eso tiene unos efectos en materia de seguridad, medio ambiente, producción agrícola, y en materia de evitar zonas de confrontación y conflicto, y por eso le damos tanta importancia”, enfatizó Santos.
El escenario para promulgar estas intenciones era inmejorable. Popayán es capital del departamento de Cauca, uno de los más afectados por el problema de la distribución de la tierra, donde los campesinos, indígenas y afrocolombianos tienen que soportar el asedio de narcotraficantes, rebeldes, paramilitares de extrema derecha y terratenientes como en pocos lugares.
Santos pretende poner fin así a la impunidad con la que al menos 11 millones de hectáreas de tierras fértiles han ido a parar a manos de grupos violentos o mafiosos en Colombia, donde unos 4,9 millones de campesinos han abandonado sus casas o parcelas en los últimos 25 años huyendo de la violencia, según datos de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes).
El Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, prometió hoy que su Gobierno gestionará la devolución de las tierras que les fueron arrebatadas o usurpadas a los millones de desplazados por el conflicto armado interno.
“Toda la tierra de (campesinos) desplazados por la violencia, esté hoy en manos de quién esté, se devolverá a sus dueños originales”, dijo Santos en la ciudad de Popayán, 600 km al suroeste de Bogotá.
El gobernante, que a principios de agosto sucedió oficialmente a Álvaro Uribe, aseguró que este será un tema “crucial” en su mandato ya que considera que esta medida tendrá unas consecuencias muy positivas para el país.
“Si solucionamos ese problema de las tierras, eso tiene unos efectos en materia de seguridad, medio ambiente, producción agrícola, y en materia de evitar zonas de confrontación y conflicto, y por eso le damos tanta importancia”, enfatizó Santos.
El escenario para promulgar estas intenciones era inmejorable. Popayán es capital del departamento de Cauca, uno de los más afectados por el problema de la distribución de la tierra, donde los campesinos, indígenas y afrocolombianos tienen que soportar el asedio de narcotraficantes, rebeldes, paramilitares de extrema derecha y terratenientes como en pocos lugares.
Santos pretende poner fin así a la impunidad con la que al menos 11 millones de hectáreas de tierras fértiles han ido a parar a manos de grupos violentos o mafiosos en Colombia, donde unos 4,9 millones de campesinos han abandonado sus casas o parcelas en los últimos 25 años huyendo de la violencia, según datos de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes).
El Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, prometió hoy que su Gobierno gestionará la devolución de las tierras que les fueron arrebatadas o usurpadas a los millones de desplazados por el conflicto armado interno.
“Toda la tierra de (campesinos) desplazados por la violencia, esté hoy en manos de quién esté, se devolverá a sus dueños originales”, dijo Santos en la ciudad de Popayán, 600 km al suroeste de Bogotá.
El gobernante, que a principios de agosto sucedió oficialmente a Álvaro Uribe, aseguró que este será un tema “crucial” en su mandato ya que considera que esta medida tendrá unas consecuencias muy positivas para el país.
“Si solucionamos ese problema de las tierras, eso tiene unos efectos en materia de seguridad, medio ambiente, producción agrícola, y en materia de evitar zonas de confrontación y conflicto, y por eso le damos tanta importancia”, enfatizó Santos.
El escenario para promulgar estas intenciones era inmejorable. Popayán es capital del departamento de Cauca, uno de los más afectados por el problema de la distribución de la tierra, donde los campesinos, indígenas y afrocolombianos tienen que soportar el asedio de narcotraficantes, rebeldes, paramilitares de extrema derecha y terratenientes como en pocos lugares.
Santos pretende poner fin así a la impunidad con la que al menos 11 millones de hectáreas de tierras fértiles han ido a parar a manos de grupos violentos o mafiosos en Colombia, donde unos 4,9 millones de campesinos han abandonado sus casas o parcelas en los últimos 25 años huyendo de la violencia, según datos de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes).
