Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 24 de abril de 2024


Escritorio

Entrevista a Evelyn Matthei:

“Punta de Choros era viable, pero la ciudadanía dijo que no”

Pese a que estaba en el interior profundo de su región cuando se aprobó la instalación de la central hidroeléctrica Barrancones, la senadora Evelyn Matthei no intervino mucho en la polémica que desató la decisión por mayoría de la Corema de Coquimbo. Fue raro, porque ella, piñerista número uno de la UDI, es siempre incisiva en los temas que le importan. Para llenar el vacío, la ubicamos primero por celular entre los cerros coquimbanos y luego en su casa en Santiago, aquejada de una fuerte influenza.

Hugo Mery

  Viernes 3 de septiembre 2010 17:31 hrs. 
evelyn_matthei

Compartir en

¿No le parece notable que la movilización ciudadana lograra desplazar una central hidroeléctrica del santuario de Punta de Choros?
Tenemos que partir de la base de que hay mucha desconfianza de la ciudadanía hacia las promesas que puedan hacer distintos entes. Por eso se les obliga a ciertas cosas. Por ejemplo, la mina San José se reabrió bajo una serie de exigencias en seguridad, a pesar de lo cual no se cumplió con ninguna de ellas. En el caso de Punta de Choros, se exigió que se cuidase la reserva natural y que se fiscalice en forma permanente. Aunque la ley permita algo, la ciudadanía tiene, en general, desconfianza a que las normas que exige la autoridad no se cumplan.

¿No sólo fue, entonces, un triunfo del activismo ecológico?
No, hay un sentir bastante fuerte que ese santuario es demasiado bonito e importante. Es una fiesta para los sentidos ver a los delfines –unos de los animales más graciosos e inteligentes-, a los pingüinos de Humboldt y, en fin, a una diversidad que nadie querría siquiera arriesgar a poner en peligro. Se junta el sentimiento de incredulidad frente a las empresas con una situación espectacularmente rica en fauna y flora y la ciudadanía no quiere ese riesgo.

Entonces, como senadora de la región se hace carne de ese sentir.
Yo estaba en mi región cuando la Corema resolvió, pero aunque no tuve tiempo, por mis desplazamientos, para seguir la radio y la televisión, uno puede perfectamente entender la gran preocupación de la ciudadanía, la que el Presidente Piñera también encontró razonable.

Pero Ud. nos declaró, desde Coquimbo, que el proyecto Barrancones estaba suficientemente alejado de los focos de peligro.
Yo estoy segura, pero la ciudadanía no. Uno ve la tecnología aplicada en Europa a 300 metros de cultivos marinos y a 500 metros de viviendas de clase media y al lado de donde pastan cabras y ovejas. Eso también lo vio gente que fue de acá, pero dicen que eso es en Europa, que en Chile no se cumplen las normas exigidas.

También Ud. nos dijo que el Presidente seguramente creía que el proyecto estaba menos alejado del santuario de la naturaleza, cuando se le inquirió el año pasado al respecto.
Yo nunca supe lo que le habían preguntado al Presidente.

Le preguntaron al entonces candidato si estaba de acuerdo con la central hidroeléctrica en Punta de Choros y contestó que no, porque era “una locura”.
Si me dicen que la central estará a 21 ó 22 kilómetros de Punta de Choros yo también me opongo. No sé la pregunta que le hicieron, por lo tanto, no puedo evaluar la respuesta.

Creo que él dio una solución que no se puede generalizar, que ojalá la hubiesen tenido hace tres años, cuando se presentó el proyecto por primera vez. Si en ese momento la Presidenta, el intendente o el ministro de Energía hubiesen dicho por qué no lo alejan de Punta de Choros nos habríamos ahorrado tanto lío. El resultado es que la ley hay que obviamente perfeccionarla, porque no dice dónde se puede y dónde no. Necesitamos con urgencia establecer eso.

Tenemos el caso del humedal al lado de La Portada, donde  hay aspectos de interés turístico,  ecológico y de diversidad que hacen inviable un proyecto termoeléctrico allí, como lo es cerca de cualquier humedal.

La central Barrancones era viable, pero la ciudadanía dijo que no lo era.

Algunos sectores locales se manifestaron diciendo a viva voz de que lo era, pensando seguramente en el supuesto desarrollo que traería a sus comunidades.
Algunos de esos sectores locales viajaron a Europa y vieron que efectivamente no habría daños. Entre 17 y 20 personas conocieron centrales de última tecnología que conviven con la ecología, los cultivos marinos y las viviendas.

¿Y le parece adecuado que el Presidente se saltase la institucionalidad para darle un corte al problema?
Era la única forma de hacerlo, pedirle a la empresa que lo hiciese en otra parte. Cuando me piden algo por favor no es problema de institucionalidad.

Lo que llama la atención es el procedimiento. Los ecologistas se alegraron porque se trataba de una buena causa, pero al margen de que lo sea o no, ¿no es esta forma de resolver una suerte de cesarismo?
Habría que preguntarle a los Kirchner como se hacen esas cosas. Hay una situación extrema: por un lado tenemos una empresa con una ley que le permite instalarse y, por el otro, una posición en contra de una buena parte de la ciudadanía que iba a hacer imposible que la central se instalara. La empresa sabía lo que se le venía encima, incluyendo gente que se lance contra las máquinas. Por eso prefirió retirarse del lugar.

Jovino Novoa dijo que, con la intervención presidencial, se estuvo al borde de quebrantar la ley.
No sé cómo se llevaron las conversaciones

Al parecer, el Presidente le pidió al empresario Juan Claro que hablara con los ejecutivos de Suez. Es curioso que antes de esa gestión, todos los consejeros que representaban en el Corema al Presidente votaran a favor del proyecto en Punta de Choros.
Lo cual demuestra que los seremis no procedieron por órdenes impartidas por Presidente Piñera.

O que estaban bajo la influencia de la empresa…
Esa es la forma un poquitito asquerosa de ver las cosas, la otra forma es que los seremis hayan encontrado que se recogían perfectamente todos los requerimientos que se le hicieron al proyecto.

Usted hacía un símil muy apropiado con lo ocurrido con la empresa de la mina San José, que no mostró responsabilidad social y profitó de la falta de fiscalización del cumplimiento de las exigencias que se le hicieron para que pudiese reabrir. ¿Cómo compararía ambas situaciones?
No es responsabilidad social, sino penal y para verla están los tribunales.

Pero usted debe tener su opinión…
Todo Chile la tiene y creo que en el fondo da lo mismo lo que yo piense, porque tienen que verlo los tribunales.

En un ámbito muy diferente, llamó la atención que pusiera en duda las elecciones internas de su partido, la UDI, diciendo que el número de los autorizados a votar “estuvo bastante manejado”. ¿Eso le resta validez al triunfo de Juan Antonio Coloma?
Sobre eso ya dije lo que tenía que decir.

¿No quiere insistir por los problemas que esas declaraciones le ocasionaron con sus compañeros de partido?
No, uno dice las cosas una vez y no tiene sentido ser majaderos.

Volvamos a los problemas de su región, entonces. Se ha anunciado la instalación allí de algunas explotaciones de salmón.
Sí, efectivamente se anunciaron tres. Una cerca de Guanaqueros, que encuentro que es una brutalidad, porque está próxima a una zona turística. Fue aprobada por el gobierno anterior, según un estudio de la Corema de entonces, sin que casi la ciudadanía se diera cuenta. Están en estudio dos más con impacto ambiental.

¿De qué empresas?
No me importa cuál  es la empresa, sino la polución, y que en el caso de las termoeléctricas no haya absolutamente ninguna norma para decidir donde sí y dónde no pueden instalarse.

Por suerte en la ley de salmones del sur el senador Horvath logró que se planificara el borde costero para los proyectos que estaban aprobados de antes.

Es una institucionalidad sumamente atrasada e insuficiente la que tenemos a través de una ley aprobada al final del gobierno anterior.

¿Esa ley que creó la actual institucionalidad ambiental, por lo que se pidió  al anterior director de Conama que se quedara por un tiempo más?

El problema es que esto no tiene que ver con el ministerio de Medio Ambiente, sino con ordenar el problema de la energía. La instalación de las termoeléctricas pasa por el tema de suministro energético, que es vital y urgente para el país, y la polución que puedan originar las centrales es uno de los aspectos a resolver.

Síguenos en