La recién designada interventora en la minera San Esteban, María Loreto Ried, entregó antecedentes de las relaciones comerciales de la empresa dueña de la mina San José, donde permanecen atrapados 33 mineros, y no cerró la opción de quiebra.
La abogada explicó que puede nombrarse un “experto facilitador”, pero si éste es rechazado por la junta de acreedores, la empresa puede irse a la quiebra.
En cambio, si el experto es aceptado, debe presentar un convenio judicial preventivo antes de 30 días donde informe que la empresa puede cumplir sus compromisos. De lo contrario, decidirá que es más conveniente irse a la quiebra.
Ried añadió que, en lo inmediato, la compañía debe cumplir sus obligaciones primordiales “pero a lo imposible nadie está obligado, ya que si la empresa no tiene caja y no puede cumplir con sus obligaciones, habrá que esperar lo que determine el experto facilitador y ver qué sucederá”.
La recién designada interventora en la minera San Esteban, María Loreto Ried, entregó antecedentes de las relaciones comerciales de la empresa dueña de la mina San José, donde permanecen atrapados 33 mineros, y no cerró la opción de quiebra.
La abogada explicó que puede nombrarse un “experto facilitador”, pero si éste es rechazado por la junta de acreedores, la empresa puede irse a la quiebra.
En cambio, si el experto es aceptado, debe presentar un convenio judicial preventivo antes de 30 días donde informe que la empresa puede cumplir sus compromisos. De lo contrario, decidirá que es más conveniente irse a la quiebra.
Ried añadió que, en lo inmediato, la compañía debe cumplir sus obligaciones primordiales “pero a lo imposible nadie está obligado, ya que si la empresa no tiene caja y no puede cumplir con sus obligaciones, habrá que esperar lo que determine el experto facilitador y ver qué sucederá”.
La recién designada interventora en la minera San Esteban, María Loreto Ried, entregó antecedentes de las relaciones comerciales de la empresa dueña de la mina San José, donde permanecen atrapados 33 mineros, y no cerró la opción de quiebra.
La abogada explicó que puede nombrarse un “experto facilitador”, pero si éste es rechazado por la junta de acreedores, la empresa puede irse a la quiebra.
En cambio, si el experto es aceptado, debe presentar un convenio judicial preventivo antes de 30 días donde informe que la empresa puede cumplir sus compromisos. De lo contrario, decidirá que es más conveniente irse a la quiebra.
Ried añadió que, en lo inmediato, la compañía debe cumplir sus obligaciones primordiales “pero a lo imposible nadie está obligado, ya que si la empresa no tiene caja y no puede cumplir con sus obligaciones, habrá que esperar lo que determine el experto facilitador y ver qué sucederá”.
