Esta mañana fue tomada la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la comuna de Vitacura, en Santiago, en apoyo a la huelga de hambre que realizan 35 comuneros mapuche hace ya 74 días.

Once integrantes de la Coordinación de Familiares de Presos Políticos Mapuche ingresaron a las dependencias del organismo y exigen que éste se pronuncie respecto a la situación de los huelguistas.

“Pedimos que la OIT se pronuncie porque creemos que es un organismo válido a nivel internacional para denunciar la situación que nuestro pueblo está viviendo en este momento”, dijo la vocera María Tralcal.

“En el mes de agosto, la encargada de los temas indígenas en la OIT, Cleopatra Doumbia-Henry, visitó Chile para ver en qué forma el Gobierno estaba implementando el convenio 169. Solamente se entrevistó con los parlamentarios de este territorio y no quiso recibir de manera formal a los familiares y representantes políticos de la huelga de hambre. En esa entrevista le pidieron que hiciera un pronunciamiento internacional, a través de la OIT, de que el acuerdo 169 no se estaba cumpliendo y supimos QUE nunca hizo mención de eso en su organismo. Por eso estamos ocupando esta instancia”, explicó Tralcal.

La toma es de carácter indefinido y por ahora los manifestantes esperan reunirse con el director del organismo, Guillermo Miranda, para solicitarle gestiones que ayuden a resolver la dramática movilización, que hoy cumple 74 días.

Por otra parte, la Federación Internacional de DD.HH. (FIDH) envió una carta al Presidente Piñera, donde señala que la preocupación expresada por el Gobierno no ha sido seria y que ha intentado eludir la situación, reaccionando muy lento ante las demandas de los comuneros.

José Araya, representante de la Corporación de Defensa y Promoción de los Derechos del Pueblo (Codepu) y parte del Observatorio Ciudadano, organizaciones miembro de la FIDH en Chile, detalló las peticiones de la entidad: “Urgir al Gobierno a que se instale una mesa de diálogo directa con los presos mapuche en huelga y sus representantes, pensamos que eso es lo más urgente. Lo segundo es que el Gobierno y el Parlamento asuman la responsabilidad sobre esta materia y se legisle lo más rápido posible sobre los dos proyectos de ley actualmente en discusión, eso debiera resolverse esta semana y no dilatarse hasta la próxima. Y lo tercero es reiterar al Gobierno que tiene una serie de compromisos pendientes en materia de DD.HH., recomendaciones de distintos órganos a los cuales debe informar a partir del próximo año en ONU”, explicó.

Mientras tanto, la condición de salud de los mapuche se agrava. Eduardo Painemil, del Centro Penal de Lebu, fue trasladado en la madrugada hasta la urgencia del Hospital Regional de Concepción, donde fue operado de apendicitis.

En tanto, Jorge Cayupán, recluido en la cárcel de Temuco, fue llevado también esta madrugada a la enfermería del penal después de sufrir  taquicardia y hemorragia nasal. Los familiares del comunero han denunciado que funcionarios de Gendarmería tardaron cerca de una hora y media en facilitarle atención médica.

Con esto, serían 10 de 35 los presos políticos mapuche en huelga de hambre hospitalizados por su delicado estado de salud.

Frente a esto, la vocera Natividad Llanquileo manifestó su preocupación, ya que los comuneros en huelga, en su condición de luchadores sociales, son gente muy valiosa para el pueblo mapuche y temen llegar a sufrir la pérdida de alguno de ellos.

En este sentido, Llanquileo criticó las medidas tomadas por el Ejecutivo y afirmó que no fueron invitados a la mesa de diálogo que se establecerá este viernes en el cerro Ñielol de Temuco.

“Hemos rechazado tajantemente participar en esa mesa, porque el Gobierno quiere imponerla. No lo han consultado con las comunidades, no sé quiénes van a participar y bajó qué condición. El Gobierno es el dueño de la casa, sabe a quién invita y a los que invita, seguramente irán bajo sus condiciones”, comentó.

Gobierno intenta incorporar a la Iglesia en mesa de diálogo

Gestiones de última hora se realizaban ayer en La Moneda para asegurar la representación de la Iglesia Católica en la mesa de diálogo que mañana viernes constituirá el Gobierno en el cerro Ñielol de Temuco, para analizar las demandas históricas del pueblo mapuche.

En el Ejecutivo señalaron que el arzobispo Ricardo Ezzati, quien oficia de mediador con los mapuche en huelga de hambre, no está confirmado para la nueva instancia, porque su intención es dedicarse a la situación de los  comuneros. También está en duda la participación del obispo de Temuco, Manuel Camilo Vial.

En el entorno de Ezzati y Vial señalan que ellos consideran que dicha mesa “está coja”, porque no están participando todos los actores. Consultado el arzobispo de Concepción, afirmó que “no he sido invitado y en caso de serlo, habrá que discernirlo”. El martes había señalado que “esa mesa de diálogo no resuelve el tema de la huelga”.

El domingo, sin embargo, desde el gobierno señalaron que tanto Ezzati como Vial integrarían la mesa.

Ayer, en La Moneda informaron que la instancia estará integrada por unas 30 personas, entre ellas, los intendentes de la VIII, IX y X regiones, el rector de la Universidad de la Frontera, además de representantes de las comunidades mapuche.