Las conversaciones iniciadas ayer entre el ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, y el arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, quien oficia como facilitador del diálogo entre el Gobierno y los 34 presos políticos en huelga de hambre, parecen bien encaminadas.
La tarde del viernes el obispo sostuvo una nueva ronda de negociaciones con el subsecretario de la Segpres, Claudio Alvarado, Natividad Llanquileo, vocera de los huelguistas, Pamela Pezoa pareja de Héctor Llaitul, y Adolfo Montiel, abogado de los comuneros.
Si bien no quisieron dar a conocer el contenido de las conversaciones, se cree que la oferta del Gobierno sería retractarse de las querellas en contra de los comuneros para dejarlos en libertad, a la espera de la aprobación de las reformas a la Ley Antiterrorista y la Justicia Militar en el Congreso.
Estas condiciones se les informaron a los huelguistas durante la tarde y a las 17:00 horas los representantes se reunirán nuevamente. En esta instancia se espera que se logre un acuerdo final para deponer la huelga de hambre, que ya cumplió 75 días y tiene a los mapuche al borde de la muerte.
En caso de llegar a un acuerdo con el Ejecutivo, las voceras de los huelguistas pusieron como requisito para terminar con la inanición prolongada un compromiso firmado de parte del Gobierno.