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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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Crisis en Ecuador

Presidente Correa confirma que lo mantienen secuestrado

El Mandatario de Ecuador se encuentra al interior de un hospital que está rodeado por policías y militares sublevados. Adherentes al oficialismo se enfrenaron con los rebeldes en las afueras del centro asistencial, dejando al menos un muerto y varios heridos. Correa descartó negociar mientras lo mantengan retenido.

Sohad Houssein

  Jueves 30 de septiembre 2010 20:03 hrs. 
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El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, confirmó que se encuentra secuestrado en el hospital donde sostuvo una reunión con los representantes de los uniformados que se alzaron hoy en Quito.

“Tener secuestrado al Presidente, a ese nivel de audacia han llegado ciertos grupos. Se tendrá que establecer la responsabilidad, si no vienen a matarme ahorita mismo porque esto no va a quedar en la impunidad. El país tiene que cambiar”, afirmó el Mandatario.

Correa además señaló telefónicamente a un canal de televisión que no negociará con los y militares sublevados mientras no le permitan salir del hospital, que permanece acordonado por los rebeldes.

“Primero muerto antes que perder la vida. Con esta medida de hecho, olvídese de cualquier acuerdo y de a cualquier diálogo. Cuando salga de aquí, señores, nos comunicamos y compartimos un buen almuerzo incluso con sus familias para escuchar los problemas de las policías”, advirtió el Presidente.

Aseguró que pese a su secuestro continúa “gobernando Ecuador” y que está listo un operativo para rescatarlo, pero que no ha autorizado para evitar “la pérdida de vidas humanas”.

Mientras, en las afueras del centro asistencial adherentes al oficialismo que llegaron a manifestar su apoyo al Presidente chocaron con los sublevados, generándose disturbios que ya dejan al menos un muerto y varios heridos.

Además, miles de personas realizan una vigilia frente al palacio de Gobierno en apoyo al Mandatario.

Correa, recientemente operado de una rodilla, se dañó una pierna y debió ser trasladado al centro asistencial tras ser afectado por los gases lacrimógenos lanzados por la policía. Luego, el hospital fue rodeado por uniformados rebeldes.

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