Luego que el Presidente Sebastián Piñera y el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dieran a conocer este jueves, a través de una cadena nacional, los principales lineamientos del proyecto de Ley de Presupuesto para el 2011, hoy los ministros de las diversas carteras llegaron hasta La Moneda para aclarar en qué ámbitos se invertirán todos los recursos asignados.

La vocera de gobierno, Ena Von Baer, aseguró que “es un Presupuesto que se hace cargo de la reconstrucción de Chile y también de los desafíos futuros que tiene nuestro país y estamos seguros que va a sentar las bases para que seamos un país desarrollado a fines de esta década”.

La portavoz del Ejecutivo aclaró que este proyecto pondrá un énfasis especial en profundizar la red de protección social, por lo que precisó que “el gasto en los programas sociales aumentará en un 50 por ciento”.

Una de las carteras que recibirá una mayor inyección de recursos será salud que contaría con cerca de ocho mil millones de dólares para funcionar durante el 2011. El titular de esta secretaría de Estado, Jaime Mañalich, informó que con esto se busca “fortalecer dramáticamente la salud primaria con un aumento sustantivo del per cápita. También tenemos un compromiso de avanzar en la construcción de 14 nuevos centros de salud familiar que se podrán concretar con este Presupuesto”.

Por su parte, el ministro de Educación Joaquín Lavín, comentó que el incremento de capital para su secretaría de Estado será de 7,6 por ciento, que corresponde al “más grande que este ministerio ha hecho en toda su historia”.

Lavín indicó además que los recursos se invertirán en infraestructura, doblando lo que se destinó para este ítem en 2010.

Asimismo, la ministra del Trabajo, Camila Merino, añadió el presupuesto de su cartera ascenderá a los 11 mil 500 millones de dólares, que se utilizará, especialmente, en capacitación laboral y la creación de empleos de calidad.

Con todo, los secretarios de Estado reconocieron que en este Presupuesto no hay recursos para satisfacer todas las expectativas, pero que “por lo menos están conformes con los aumentos a sus carteras”.

Sin embargo, estos anuncios causaron suspicacias dentro de la oposición. El subjefe de la bancada de diputados de la DC, Gabriel Silber, señaló que “la propuesta del Gobierno incluye números confusos y poco transparentes. Se dice que crece un 5,5 por ciento, pero después se afirma que sería un 10,5 con respecto a la ley de 2010. No se informa sobre variables claves como el PIB tendencial, precio del cobre estimado, lo que es criticado transversalmente y  después se anuncian alzas de presupuestos sectoriales que no son consistentes con la expansión anunciada.”

El parlamentario añadió que “la expansión del gasto público no puede tener dos rostros. Esto parece  un burdo intento de agradar a los inversionistas y los agentes del mercado que querían un gasto más restrictivo y, por otro lado, reaccionar a nuestras críticas de que con austeridad fiscal del 5,5 por ciento no se puede atender a la reconstrucción y a las promesas de campaña.”

En tanto, el diputado Pepe Auth cuestionó el bajo crecimiento que presenta el proyecto de ley de Presupuesto de la Nación 2011 y manifestó que “cuando vemos los números, no nos imaginamos cómo podemos hacerlo con este escuálido crecimiento del Presupuesto de sólo el 5,5 por ciento respecto de 2010, incluyendo los recursos para las tareas de reconstrucción. Esa es nuestra preocupación y con esa lupa vamos a mirar el presupuesto”

El senador socialista, Fluvio Rossi, también criticó las cifras y comentó que “aquí lo importante es empezar a ver la letra chica del Presupuesto. Por eso no es bueno anticiparse demasiado”.

La ANEF también manifestó sus aprehensiones respecto de la ley de Presupuesto 2011. De acuerdo a lo informado por el Ejecutivo, la prioridad del erario nacional es el gasto social, que crece 14,9 por ciento respecto de la Ley 2010. Los otros tres ejes son seguridad ciudadana, regiones e inversión y también se reducirá el gasto corriente en las carteras.

Sin embargo, el líder de los empleados fiscales, Raúl de la Puente, se mostró escéptico en este punto, pues según lo señalado por el gobierno parte importante del gasto social será destinado a la reconstrucción y ciertos programas públicos serán reestructurados o eliminados, lo cual implicará la reducción de las contratas en la administración pública.

Por esto, el máximo dirigente del gremio que agrupa a los funcionarios de la administración central aseguró que tratarán de tomar una posición activa en la discusión de esta trascendental iniciativa.

“Aquí se ha anunciado que hay programas que se van a reestructurar y hay otros que se van a reducir, entonces ¿qué va a pasar con aquellas personas que están desempeñando esas funciones? ¿Significa que van a aumentar el número de despidos dentro de la administración? Queremos hablar con el Presidente y vamos a participar de forma activa en la comisión del parlamento que se abra por este tema para a dar a conocer nuestra opinión”, dijo de la Puente.

Este proyecto se definirá en el Parlamento durante el mes de octubre.