A los sacerdotes acusados de los abusos los trasladaron a otros lugares y omitieron recurrir a la justicia. Así escribe, Joep Dohmen periodista del diario holandés NRC Handelsblad en el libro ‘Vrome zondaars’, (Pecador Piadoso), que fue publicado este miércoles.
Las declaraciones de Simonis ‘wir haben es nicht gewuust’, es decir ‘no lo sabía’, por lo tanto es falso, agrega Domen en conversación con Radio Nederland Wereldomroep. El cardenal hizo esa afirmación en el mes de marzo sobre los escándalos de abusos dentro de la Iglesia católica. Unos días más tarde, el cardenal ofreció sus disculpas. ‘No lo sabíamos’, recalcó. Muchos informes de abusos están relacionados con los internados y las órdenes religiosas, de los que no teníamos ni idea de lo que pasaba.
Encubrimiento
Pero los altos líderes religiosos en Holanda. Como Simonis y el obispo Alfrink fueron personalmente los responsables que encubrieron los escándalos de abuso y el traslado de los curas pederstas, afirma Dohmen. El obispo Wiertz de Roermond trasladó a un sacerdote sentenciado a otra parroquia. El obispo Hurkman dejó por años trabajar en su diócesis a un religioso acusado de abusos de menores. El obispo Van Luyn, actual presidente de la conferencia episcopal holandesa, no actuó con decisión ante las sospechas que un cura había cometido abusos dentro de su diócesis, escribe Dohmen.
El abuso cometido por los sacerdotes va desde violaciones, manoseo, besos con lengua, caricias, espiar hasta violación oral y anal. Según Dohmen, en todos esos años, dos pastores, un hermano del Amor, un sacerdote Salesiano y dos hermanos salesianos tuvieron que marcharse o renunciar a sus funciones administrativas. Los superiores de estas órdenes y congregaciones se quedaron en sus puestos, al igual que los obispos.
Testimonios
El diario holandés NRC y Radio Nederland Wereldomroep, recibieron en total 423 testimonios, luego que este años fueron los primeros en dar publicidad las primeras historias de abusos. De estas declaraciones se desprende que en más de la mitad de los 100 internados de la iglesia católica, a fines de los años cincuenta del siglo pasado niños y jóvenes desde los 12 hasta los 18 años de edad fueron abusados por religiosos.. También un número de monjas reaccionaron en los medios de prensa. En el libro, las religiosas son acusadas de graves maltratos físicos, intimidación, abusos sicológicos y a veces abusos sexuales.
Los testimonios demuestran que viven en comunidades cerradas, donde el correo es interceptado, donde unas pocas veces al año pueden ir a sus casas y donde no existe el otro sexo. Según Dohmen es esa atmósfera la principal causa de los abusos sexuales.
Comisión Deetman
Una comisión conformada por cinco científicos liderado por el ex ministro, Wim Ceetman investiga actualmente los escándalos de abusos. La investigación se lleva a cabo por encargo de la Conferencia holandesa de religiosos y de la Conferencia episcopal holandesa.
A los sacerdotes acusados de los abusos los trasladaron a otros lugares y omitieron recurrir a la justicia. Así escribe, Joep Dohmen periodista del diario holandés NRC Handelsblad en el libro ‘Vrome zondaars’, (Pecador Piadoso), que fue publicado este miércoles.
Las declaraciones de Simonis ‘wir haben es nicht gewuust’, es decir ‘no lo sabía’, por lo tanto es falso, agrega Domen en conversación con Radio Nederland Wereldomroep. El cardenal hizo esa afirmación en el mes de marzo sobre los escándalos de abusos dentro de la Iglesia católica. Unos días más tarde, el cardenal ofreció sus disculpas. ‘No lo sabíamos’, recalcó. Muchos informes de abusos están relacionados con los internados y las órdenes religiosas, de los que no teníamos ni idea de lo que pasaba.
Encubrimiento
Pero los altos líderes religiosos en Holanda. Como Simonis y el obispo Alfrink fueron personalmente los responsables que encubrieron los escándalos de abuso y el traslado de los curas pederstas, afirma Dohmen. El obispo Wiertz de Roermond trasladó a un sacerdote sentenciado a otra parroquia. El obispo Hurkman dejó por años trabajar en su diócesis a un religioso acusado de abusos de menores. El obispo Van Luyn, actual presidente de la conferencia episcopal holandesa, no actuó con decisión ante las sospechas que un cura había cometido abusos dentro de su diócesis, escribe Dohmen.
El abuso cometido por los sacerdotes va desde violaciones, manoseo, besos con lengua, caricias, espiar hasta violación oral y anal. Según Dohmen, en todos esos años, dos pastores, un hermano del Amor, un sacerdote Salesiano y dos hermanos salesianos tuvieron que marcharse o renunciar a sus funciones administrativas. Los superiores de estas órdenes y congregaciones se quedaron en sus puestos, al igual que los obispos.
Testimonios
El diario holandés NRC y Radio Nederland Wereldomroep, recibieron en total 423 testimonios, luego que este años fueron los primeros en dar publicidad las primeras historias de abusos. De estas declaraciones se desprende que en más de la mitad de los 100 internados de la iglesia católica, a fines de los años cincuenta del siglo pasado niños y jóvenes desde los 12 hasta los 18 años de edad fueron abusados por religiosos.. También un número de monjas reaccionaron en los medios de prensa. En el libro, las religiosas son acusadas de graves maltratos físicos, intimidación, abusos sicológicos y a veces abusos sexuales.
Los testimonios demuestran que viven en comunidades cerradas, donde el correo es interceptado, donde unas pocas veces al año pueden ir a sus casas y donde no existe el otro sexo. Según Dohmen es esa atmósfera la principal causa de los abusos sexuales.
Comisión Deetman
Una comisión conformada por cinco científicos liderado por el ex ministro, Wim Ceetman investiga actualmente los escándalos de abusos. La investigación se lleva a cabo por encargo de la Conferencia holandesa de religiosos y de la Conferencia episcopal holandesa.
A los sacerdotes acusados de los abusos los trasladaron a otros lugares y omitieron recurrir a la justicia. Así escribe, Joep Dohmen periodista del diario holandés NRC Handelsblad en el libro ‘Vrome zondaars’, (Pecador Piadoso), que fue publicado este miércoles.
Las declaraciones de Simonis ‘wir haben es nicht gewuust’, es decir ‘no lo sabía’, por lo tanto es falso, agrega Domen en conversación con Radio Nederland Wereldomroep. El cardenal hizo esa afirmación en el mes de marzo sobre los escándalos de abusos dentro de la Iglesia católica. Unos días más tarde, el cardenal ofreció sus disculpas. ‘No lo sabíamos’, recalcó. Muchos informes de abusos están relacionados con los internados y las órdenes religiosas, de los que no teníamos ni idea de lo que pasaba.
Encubrimiento
Pero los altos líderes religiosos en Holanda. Como Simonis y el obispo Alfrink fueron personalmente los responsables que encubrieron los escándalos de abuso y el traslado de los curas pederstas, afirma Dohmen. El obispo Wiertz de Roermond trasladó a un sacerdote sentenciado a otra parroquia. El obispo Hurkman dejó por años trabajar en su diócesis a un religioso acusado de abusos de menores. El obispo Van Luyn, actual presidente de la conferencia episcopal holandesa, no actuó con decisión ante las sospechas que un cura había cometido abusos dentro de su diócesis, escribe Dohmen.
El abuso cometido por los sacerdotes va desde violaciones, manoseo, besos con lengua, caricias, espiar hasta violación oral y anal. Según Dohmen, en todos esos años, dos pastores, un hermano del Amor, un sacerdote Salesiano y dos hermanos salesianos tuvieron que marcharse o renunciar a sus funciones administrativas. Los superiores de estas órdenes y congregaciones se quedaron en sus puestos, al igual que los obispos.
Testimonios
El diario holandés NRC y Radio Nederland Wereldomroep, recibieron en total 423 testimonios, luego que este años fueron los primeros en dar publicidad las primeras historias de abusos. De estas declaraciones se desprende que en más de la mitad de los 100 internados de la iglesia católica, a fines de los años cincuenta del siglo pasado niños y jóvenes desde los 12 hasta los 18 años de edad fueron abusados por religiosos.. También un número de monjas reaccionaron en los medios de prensa. En el libro, las religiosas son acusadas de graves maltratos físicos, intimidación, abusos sicológicos y a veces abusos sexuales.
Los testimonios demuestran que viven en comunidades cerradas, donde el correo es interceptado, donde unas pocas veces al año pueden ir a sus casas y donde no existe el otro sexo. Según Dohmen es esa atmósfera la principal causa de los abusos sexuales.
Comisión Deetman
Una comisión conformada por cinco científicos liderado por el ex ministro, Wim Ceetman investiga actualmente los escándalos de abusos. La investigación se lleva a cabo por encargo de la Conferencia holandesa de religiosos y de la Conferencia episcopal holandesa.
