Patricia Toro es una de las primeras pacientes que está diagnosticada con cataratas y que tendrá la opción de utilizar el denominado bono AUGE, que fue anunciado por el Presidente Sebastián Piñera en su discurso del 21 de mayo.
Patricia contó que hace nueve meses le diagnosticaron por primera vez cataratas, una enfermedad que progresivamente produce la pérdida de la visión. Estuvo seis meses esperando a que le programaran una cirugía hasta que realizó un reclamo formal. “Me llamaron de Fonasa para preguntarme si quería ingresar y dije que sí porque lo único que quiero es operarme pronto porque estoy perdiendo la vista. Me dijeron que tenía que ir a un centro oftalmológico particular. Fui, me hicieron todos los exámenes, y el 18 de octubre sería el plazo máximo que tengo para operarme”, comentó.
Las cataratas es una de las patologías AUGE que hoy presenta más retraso, alcanzando los 26 mil 552 pacientes en espera en todo el país. Fonasa está contactando a los casos retrasados para que utilicen esta nueva opción a la que accedió Patricia a través de un plan piloto que empezó este mes y que pretende descongestionar las listas de espera haciendo uso de la opción privada.
De todas formas, se dibuja un escenario complejo. Pese a que esta modalidad tendrá como prioridad resolver el tema con el establecimiento de la red pública, lo cierto es que varios de estos casos se dan por las demoras de estos mismos centros. Por ende, la salida de este proceso está estrechamente relacionada con las licitaciones privadas que realizó Fonasa y que presentará a los pacientes cuando hagan el reclamo formal a esta entidad corridos los plazos que presenta la ley.
Miguel Uriarte, director de Fonasa, explicó que la red pública necesita mejoras administrativas para hacer funcionar esta prioridad y poder solucionar un total de 149 mil 366 retrasos que aún se mantienen.
“El objetivo principal de Fonasa es que los asegurados públicos sean bien atendidos. Primero estamos con los AUGE y después vamos a seguir con los no AUGE. No me gusta mirar hacia atrás, pero probablemente hay un problema de gestión. Hubo una atención excesiva en otras enfermedades, pero es un tema que estamos solucionando. Hay que tener una mejor administración en los hospitales y se está haciendo, el esfuerzo es grande, pero hay que dar un paso más”, afirmó.
Uriarte dijo que algunos hospitales han podido dejar casi en cero las listas espera, pero aún se mantienen varios casos que no avanzan. Los cinco más críticos son los servicios de salud de Coquimbo, de la región Metropolitano Norte y Sur, O´Higgins, Viña del Mar, Quillota.
El plan piloto para cataratas sería evaluado en las próximas semanas para poder concretar las licitaciones para las otras 68 patologías AUGE.
El anuncio fue explicado en medio de un balance que realizó Fonasa de los últimos seis meses de funcionamiento, donde se destacaron las licitaciones públicas abiertas del sector privado por la pérdida de camas clínicas debido al terremoto, además del proceso de modernización por la venta de bono usando huella dactilar.
Pero además se abordó otro un tema que ha estado en la mira del sector: la deuda hospitalaria. En junio se inició un proceso junto a la subsecretaría de Redes Asistenciales para poder estabilizar esta deuda. Se instruyó la entrega mes a mes de los presupuestos para los hospitales públicos, una mayor coordinación con las clínicas privadas para la derivación de pacientes y el pago directo desde FONASA a los establecimientos privados sin pasar por los hospitales. Medidas que seguramente se evaluarán en los próximos meses para analizar si este déficit puede ser subsanado.
Patricia Toro es una de las primeras pacientes que está diagnosticada con cataratas y que tendrá la opción de utilizar el denominado bono AUGE, que fue anunciado por el Presidente Sebastián Piñera en su discurso del 21 de mayo.
Patricia contó que hace nueve meses le diagnosticaron por primera vez cataratas, una enfermedad que progresivamente produce la pérdida de la visión. Estuvo seis meses esperando a que le programaran una cirugía hasta que realizó un reclamo formal. “Me llamaron de Fonasa para preguntarme si quería ingresar y dije que sí porque lo único que quiero es operarme pronto porque estoy perdiendo la vista. Me dijeron que tenía que ir a un centro oftalmológico particular. Fui, me hicieron todos los exámenes, y el 18 de octubre sería el plazo máximo que tengo para operarme”, comentó.
Las cataratas es una de las patologías AUGE que hoy presenta más retraso, alcanzando los 26 mil 552 pacientes en espera en todo el país. Fonasa está contactando a los casos retrasados para que utilicen esta nueva opción a la que accedió Patricia a través de un plan piloto que empezó este mes y que pretende descongestionar las listas de espera haciendo uso de la opción privada.
De todas formas, se dibuja un escenario complejo. Pese a que esta modalidad tendrá como prioridad resolver el tema con el establecimiento de la red pública, lo cierto es que varios de estos casos se dan por las demoras de estos mismos centros. Por ende, la salida de este proceso está estrechamente relacionada con las licitaciones privadas que realizó Fonasa y que presentará a los pacientes cuando hagan el reclamo formal a esta entidad corridos los plazos que presenta la ley.
Miguel Uriarte, director de Fonasa, explicó que la red pública necesita mejoras administrativas para hacer funcionar esta prioridad y poder solucionar un total de 149 mil 366 retrasos que aún se mantienen.
“El objetivo principal de Fonasa es que los asegurados públicos sean bien atendidos. Primero estamos con los AUGE y después vamos a seguir con los no AUGE. No me gusta mirar hacia atrás, pero probablemente hay un problema de gestión. Hubo una atención excesiva en otras enfermedades, pero es un tema que estamos solucionando. Hay que tener una mejor administración en los hospitales y se está haciendo, el esfuerzo es grande, pero hay que dar un paso más”, afirmó.
Uriarte dijo que algunos hospitales han podido dejar casi en cero las listas espera, pero aún se mantienen varios casos que no avanzan. Los cinco más críticos son los servicios de salud de Coquimbo, de la región Metropolitano Norte y Sur, O´Higgins, Viña del Mar, Quillota.
El plan piloto para cataratas sería evaluado en las próximas semanas para poder concretar las licitaciones para las otras 68 patologías AUGE.
El anuncio fue explicado en medio de un balance que realizó Fonasa de los últimos seis meses de funcionamiento, donde se destacaron las licitaciones públicas abiertas del sector privado por la pérdida de camas clínicas debido al terremoto, además del proceso de modernización por la venta de bono usando huella dactilar.
Pero además se abordó otro un tema que ha estado en la mira del sector: la deuda hospitalaria. En junio se inició un proceso junto a la subsecretaría de Redes Asistenciales para poder estabilizar esta deuda. Se instruyó la entrega mes a mes de los presupuestos para los hospitales públicos, una mayor coordinación con las clínicas privadas para la derivación de pacientes y el pago directo desde FONASA a los establecimientos privados sin pasar por los hospitales. Medidas que seguramente se evaluarán en los próximos meses para analizar si este déficit puede ser subsanado.
Patricia Toro es una de las primeras pacientes que está diagnosticada con cataratas y que tendrá la opción de utilizar el denominado bono AUGE, que fue anunciado por el Presidente Sebastián Piñera en su discurso del 21 de mayo.
Patricia contó que hace nueve meses le diagnosticaron por primera vez cataratas, una enfermedad que progresivamente produce la pérdida de la visión. Estuvo seis meses esperando a que le programaran una cirugía hasta que realizó un reclamo formal. “Me llamaron de Fonasa para preguntarme si quería ingresar y dije que sí porque lo único que quiero es operarme pronto porque estoy perdiendo la vista. Me dijeron que tenía que ir a un centro oftalmológico particular. Fui, me hicieron todos los exámenes, y el 18 de octubre sería el plazo máximo que tengo para operarme”, comentó.
Las cataratas es una de las patologías AUGE que hoy presenta más retraso, alcanzando los 26 mil 552 pacientes en espera en todo el país. Fonasa está contactando a los casos retrasados para que utilicen esta nueva opción a la que accedió Patricia a través de un plan piloto que empezó este mes y que pretende descongestionar las listas de espera haciendo uso de la opción privada.
De todas formas, se dibuja un escenario complejo. Pese a que esta modalidad tendrá como prioridad resolver el tema con el establecimiento de la red pública, lo cierto es que varios de estos casos se dan por las demoras de estos mismos centros. Por ende, la salida de este proceso está estrechamente relacionada con las licitaciones privadas que realizó Fonasa y que presentará a los pacientes cuando hagan el reclamo formal a esta entidad corridos los plazos que presenta la ley.
Miguel Uriarte, director de Fonasa, explicó que la red pública necesita mejoras administrativas para hacer funcionar esta prioridad y poder solucionar un total de 149 mil 366 retrasos que aún se mantienen.
“El objetivo principal de Fonasa es que los asegurados públicos sean bien atendidos. Primero estamos con los AUGE y después vamos a seguir con los no AUGE. No me gusta mirar hacia atrás, pero probablemente hay un problema de gestión. Hubo una atención excesiva en otras enfermedades, pero es un tema que estamos solucionando. Hay que tener una mejor administración en los hospitales y se está haciendo, el esfuerzo es grande, pero hay que dar un paso más”, afirmó.
Uriarte dijo que algunos hospitales han podido dejar casi en cero las listas espera, pero aún se mantienen varios casos que no avanzan. Los cinco más críticos son los servicios de salud de Coquimbo, de la región Metropolitano Norte y Sur, O´Higgins, Viña del Mar, Quillota.
El plan piloto para cataratas sería evaluado en las próximas semanas para poder concretar las licitaciones para las otras 68 patologías AUGE.
El anuncio fue explicado en medio de un balance que realizó Fonasa de los últimos seis meses de funcionamiento, donde se destacaron las licitaciones públicas abiertas del sector privado por la pérdida de camas clínicas debido al terremoto, además del proceso de modernización por la venta de bono usando huella dactilar.
Pero además se abordó otro un tema que ha estado en la mira del sector: la deuda hospitalaria. En junio se inició un proceso junto a la subsecretaría de Redes Asistenciales para poder estabilizar esta deuda. Se instruyó la entrega mes a mes de los presupuestos para los hospitales públicos, una mayor coordinación con las clínicas privadas para la derivación de pacientes y el pago directo desde FONASA a los establecimientos privados sin pasar por los hospitales. Medidas que seguramente se evaluarán en los próximos meses para analizar si este déficit puede ser subsanado.
