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Huatacondo, el ejemplo del lugar más limpio de Chile

Una pequeña localidad aislada en el norte de Chile cuenta por primera vez con energía eléctrica durante todo el día, gracias a un sistema que utiliza sólo energías renovables no convencionales. ¿Se puede hacer en ciudades más grandes? Los expertos dicen que a corto plazo el costo ya no será excusa, aunque en el Gobierno creen que aún es inviable.

Rodrigo Alarcón López

  Viernes 8 de octubre 2010 18:26 hrs. 
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Unos 80 habitantes tiene el centenario poblado de Huatacondo, encerrado entre sol, viento y altos cerros en la comuna de Pozo Almonte, a más de 200 kilómetros de Iquique. Hace sólo un mes que sus habitantes tienen energía eléctrica durante las 24 horas del día. Antes dependían de la unidad diésel del pueblo, que proporcionaba electricidad durante diez horas y apenas ocho en los fines de semana.

Hoy, en cambio, es la primera localidad de Chile con una micro red de generación eléctrica a base de energías renovables no convencionales. La “Energía Sustentable Cóndor” (Esuscon) -nombre elegido por la comunidad- surte a Huatacondo de electricidad gracias a un proyecto conjunto entre la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile y la minera Doña Inés de Collahuasi.

El proyecto usa la abundante energía eólica y solar de la localidad, reutiliza la unidad diésel y cuenta con baterías capaces de almacenar y transmitir la energía acumulada.

Los habitantes de Huatacondo cuentan además con relojes-semáforos que informan cuánta energía tendrá el pueblo en las próximas horas: “Si la luz es roja, tenemos una escasez de energía y se le pide al usuario que sea cuidadoso con el consumo; si es amarillo, estamos según lo programado; y en verde se sugiere desplazar consumos que se harían en otras horas, como planchar, cocinar, lavar, porque no se puede desplazar el encender las luces para la noche”, explica el profesor Rodrigo Palma, director del Centro de Energía de la FCFM, que implementó el sistema.

Esa unidad académica se encuentra en conversaciones con instituciones privadas y públicas para replicar el proyecto de Huatacondo en otras localidades del norte chileno, que cuentan con la misma riqueza en energía solar y eólica.

¿Pero es posible que la energía de poblaciones mayores sea sustentable? Según el profesor Palma, “no hay problema, partimos ahí porque se reunía una serie de condiciones adecuadas, sin embargo, se puede aplicar a ciudades. Podría ser un San Pedro de Atacama completo en función de esto, por ejemplo. La estrategia de coordinación no guarda relación con la escala, uno puede aplicarlo a un sistema chico o grande”.

Aunque el ingeniero admite que la energía renovable “requiere de más inversión”, apuesta a una serie de circunstancias -alza del petróleo y el carbón, masificación de las energías no convencionales- para sostener que “en no mucho tiempo uno debiera tener estas energías como alternativa en lugares tan buenos como el norte”.

Palma explica que las condiciones de radiación solar en el norte de Chile son “el doble de buenas” que en un país como Alemania. Por lo tanto, la misma inversión obtiene un resultado muy superior. “En el norte, particularmente, son lugares que a escala mundial son fuera de serie. Ahí deberían ser los primeros lugares donde se renta económicamente, sin subsidios, una solución así”, dice.

Alicia Esparza del Instituto de Ecología Política (IEP), por su parte, reconoce también que el costo es alto, pero apunta a una “falta de voluntad política” para fomentar y desarrollar las energías renovables: “Si la energía eólica se hace un tema más masivo, evidentemente los costos bajan. Si tú consumes mucho un determinado producto los costos tienden a bajar, en cambio, cuando escasea, los costos son más altos. Entre las energías solar y eólica, si esto fuera masivo, los costos bajan”, asegura.

Verde por ser verde

El Presidente Sebastián Piñera anunció un plan para que el 20 por ciento de la matriz energética del país provenga de energías renovables para el año 2020 y ha enfatizado la importancia de desarrollar energías limpias. “Si bien Chile es pobre en las energías fósiles del pasado, es rico en las energías limpias y renovables del futuro, como la energía del sol, del viento, geotérmica, mareomotriz y bioenergía”, recalcó en su discurso del 21 de mayo.

En esa línea, la directora del Centro de Energías Renovables (CER), creado por Corfo y el ministerio de Energía, Carolina Galleguillos, explica que el organismo busca fomentar iniciativas como la de Huatacondo, involucrar a actores privados y proporcionar la información necesaria para desarrollarlas. “Es una solución súper interesante y muy viable para otro tipo de pueblos en una situación similar. Como son muy chiquititos puedes aprovechar los diferentes recursos naturales. Estamos muy interesados en replicarlo”, asegura.

Sin embargo, Galleguillos matiza que se trata de “un modelo chiquitito” y considera que “no es comparable este proyecto tan pequeño, que alimenta a 18 familias, con una ciudad grande”.

“Es más complicado, porque estamos hablando de inversiones mayores. Y para ciudades más grandes ya existen soluciones energéticas, entonces sería tratar de ser verde por ser verde. Que es algo que a nosotros como centro nos encantaría, pero hacerlo económicamente viable es complicado. Porque la tecnología solar todavía es bastante cara, entonces si realmente no lo necesitas, ¿por qué vas a cambiar un sistema que está funcionando por otro?”, cuestiona.

En el IEP, en tanto, acusan que las políticas públicas realmente no fomentan el desarrollo de energías limpias: “Si por una parte estás promocionando energías limpias, y por otra apoyando mega centrales, ¿cuál es el trasfondo? Que estás apoyando las mega centrales y tu discurso no tiene mucho sentido. Porque cada vez que se presenta un megaproyecto que tiene que ver con hidroelectricidad o termoelectricidad se apoyan esos proyectos y no los de energías renovables. Entonces cada vez tienes una matriz energética más grande, pero no de producción limpia”, dice Alicia Esparza.

Mientras tanto, el CER y la Universidad de Chile avanzan para emular proyectos similares en pequeñas localidades nortinas como Ollague y Camiña. “A ver si tenemos un Huatacondo II”, dice ilusionado el profesor Palma.

Foto: Chilerenovables

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