Pese a las especulaciones, el rescate oficial de los 33 trabajadores que permanecían atrapados en las entrañas de la mina San José de Copiapó desde el pasado 5 de agosto comenzó este martes pasadas las 23 horas. La expectación se sentía en todos lados, mientras se realizaban las últimas pruebas con la cápsula Fénix II vacía.
La tensión se agudizó cuando el primer rescatista, Manuel González, ingresó al tubo que lo llevaría al refugio donde estaban los mineros. Chile y el mundo miraron emocionados cuando “la jaula”, tal como la bautizaron los trabajadores, tocó el fondo del túnel de 622 metros de profundidad. De ahí en más, el resto sería historia. Luego que González diera una serie de instrucciones, el primer minero que vería la superficie, Florencio Ávalos, se aprestó a subir a la cápsula. Arriba, lo esperaban expectantes autoridades, los encargados de la operación y su esposa e hijo.
En aproximadamente 17 minutos, el primer minero retornaba a la superficie después de pasar 69 días bajo tierra. El atento y solemne silencio que rodeó este procedimiento se convirtió en un estallido de alegría y satisfacción, mientras mil millones de ojos observaban en directo los primeros pasos de la hazaña de este complejo rescate.
Pocos minutos después de esta sobrecogedora escena, el Presidente Sebastián Piñera se dirigió al país, señalando que “los mineros han demostrado, al igual que las víctimas del terremoto, que cuando nos unimos, en Chile somos capaces de grandes cosas, el alma de nuestro país muestra lo mejor de nuestro”.
En su discurso, el Mandatario aseguró que la mina San José no volverá a funcionar nunca más si es que no garantizaba las condiciones de seguridades mínimas para sus trabajadores y anunció la creación de un memorial en la zona donde se está llevando a cabo el rescate.
El Jefe de Estado agradeció también a todas las personas que estuvieron involucradas en este proceso, en especial, a sus ministros de Minería, Laurence Golborne, y de Salud Jaime Mañalich.
Ya un ambiente un poco más distendido, fue el turno de subir al segundo minero en la lista, Mario Sepúlveda. El públicamente reconocido como el “más extrovertido” del grupo de trabajadores atrapados, apareció eufórico gritando Viva Chile incluso desde antes de que el izamiento finalizara. Abrazó a todos los presentes y gritó un Ceacheí con sus compañeros.
A medida en que van llegando a la superficie los mineros son trasladados al traige para hacerles los primeros exámenes médicos y, posteriormente, son derivados al hospital de campaña del Campamento Esperanza.
Mientras, un centenar de personas salió a celebrar en Plaza Italia en Santiago y en otros puntos del país el positivo resultado que ha tenido la operación hasta el momento. A esta hora, ya van cuatro mineros rescatados: Florencio Ávalos, Mario Sepúlveda, Juan Illanes y Carlos Mamani.
Se espera que el Presidente de Bolivia, Evo Morales, pise durante esta madrugada tierras chilenas para dar su respaldo al único ciudadano boliviano que permanecía atrapado, Carlos Mamani.
Si bien, los procedimientos se han presentado con toda normalidad y bajo los tiempos estimados, el siguiente grupo conformado por quienes presentan algún tipo de enfermedad podría complejizar un poco más las cosas. Por eso, habrá un monitoreo permanente de los signos vitales de cada trabajador.
En promedio, la operación está tardando una hora por cada minero, lo que significa que la jornada de rescate fácilmente se podría extender durante todo el miércoles.
Pese a las especulaciones, el rescate oficial de los 33 trabajadores que permanecían atrapados en las entrañas de la mina San José de Copiapó desde el pasado 5 de agosto comenzó este martes pasadas las 23 horas. La expectación se sentía en todos lados, mientras se realizaban las últimas pruebas con la cápsula Fénix II vacía.
La tensión se agudizó cuando el primer rescatista, Manuel González, ingresó al tubo que lo llevaría al refugio donde estaban los mineros. Chile y el mundo miraron emocionados cuando “la jaula”, tal como la bautizaron los trabajadores, tocó el fondo del túnel de 622 metros de profundidad. De ahí en más, el resto sería historia. Luego que González diera una serie de instrucciones, el primer minero que vería la superficie, Florencio Ávalos, se aprestó a subir a la cápsula. Arriba, lo esperaban expectantes autoridades, los encargados de la operación y su esposa e hijo.
En aproximadamente 17 minutos, el primer minero retornaba a la superficie después de pasar 69 días bajo tierra. El atento y solemne silencio que rodeó este procedimiento se convirtió en un estallido de alegría y satisfacción, mientras mil millones de ojos observaban en directo los primeros pasos de la hazaña de este complejo rescate.
Pocos minutos después de esta sobrecogedora escena, el Presidente Sebastián Piñera se dirigió al país, señalando que “los mineros han demostrado, al igual que las víctimas del terremoto, que cuando nos unimos, en Chile somos capaces de grandes cosas, el alma de nuestro país muestra lo mejor de nuestro”.
En su discurso, el Mandatario aseguró que la mina San José no volverá a funcionar nunca más si es que no garantizaba las condiciones de seguridades mínimas para sus trabajadores y anunció la creación de un memorial en la zona donde se está llevando a cabo el rescate.
El Jefe de Estado agradeció también a todas las personas que estuvieron involucradas en este proceso, en especial, a sus ministros de Minería, Laurence Golborne, y de Salud Jaime Mañalich.
Ya un ambiente un poco más distendido, fue el turno de subir al segundo minero en la lista, Mario Sepúlveda. El públicamente reconocido como el “más extrovertido” del grupo de trabajadores atrapados, apareció eufórico gritando Viva Chile incluso desde antes de que el izamiento finalizara. Abrazó a todos los presentes y gritó un Ceacheí con sus compañeros.
A medida en que van llegando a la superficie los mineros son trasladados al traige para hacerles los primeros exámenes médicos y, posteriormente, son derivados al hospital de campaña del Campamento Esperanza.
Mientras, un centenar de personas salió a celebrar en Plaza Italia en Santiago y en otros puntos del país el positivo resultado que ha tenido la operación hasta el momento. A esta hora, ya van cuatro mineros rescatados: Florencio Ávalos, Mario Sepúlveda, Juan Illanes y Carlos Mamani.
Se espera que el Presidente de Bolivia, Evo Morales, pise durante esta madrugada tierras chilenas para dar su respaldo al único ciudadano boliviano que permanecía atrapado, Carlos Mamani.
Si bien, los procedimientos se han presentado con toda normalidad y bajo los tiempos estimados, el siguiente grupo conformado por quienes presentan algún tipo de enfermedad podría complejizar un poco más las cosas. Por eso, habrá un monitoreo permanente de los signos vitales de cada trabajador.
En promedio, la operación está tardando una hora por cada minero, lo que significa que la jornada de rescate fácilmente se podría extender durante todo el miércoles.
Pese a las especulaciones, el rescate oficial de los 33 trabajadores que permanecían atrapados en las entrañas de la mina San José de Copiapó desde el pasado 5 de agosto comenzó este martes pasadas las 23 horas. La expectación se sentía en todos lados, mientras se realizaban las últimas pruebas con la cápsula Fénix II vacía.
La tensión se agudizó cuando el primer rescatista, Manuel González, ingresó al tubo que lo llevaría al refugio donde estaban los mineros. Chile y el mundo miraron emocionados cuando “la jaula”, tal como la bautizaron los trabajadores, tocó el fondo del túnel de 622 metros de profundidad. De ahí en más, el resto sería historia. Luego que González diera una serie de instrucciones, el primer minero que vería la superficie, Florencio Ávalos, se aprestó a subir a la cápsula. Arriba, lo esperaban expectantes autoridades, los encargados de la operación y su esposa e hijo.
En aproximadamente 17 minutos, el primer minero retornaba a la superficie después de pasar 69 días bajo tierra. El atento y solemne silencio que rodeó este procedimiento se convirtió en un estallido de alegría y satisfacción, mientras mil millones de ojos observaban en directo los primeros pasos de la hazaña de este complejo rescate.
Pocos minutos después de esta sobrecogedora escena, el Presidente Sebastián Piñera se dirigió al país, señalando que “los mineros han demostrado, al igual que las víctimas del terremoto, que cuando nos unimos, en Chile somos capaces de grandes cosas, el alma de nuestro país muestra lo mejor de nuestro”.
En su discurso, el Mandatario aseguró que la mina San José no volverá a funcionar nunca más si es que no garantizaba las condiciones de seguridades mínimas para sus trabajadores y anunció la creación de un memorial en la zona donde se está llevando a cabo el rescate.
El Jefe de Estado agradeció también a todas las personas que estuvieron involucradas en este proceso, en especial, a sus ministros de Minería, Laurence Golborne, y de Salud Jaime Mañalich.
Ya un ambiente un poco más distendido, fue el turno de subir al segundo minero en la lista, Mario Sepúlveda. El públicamente reconocido como el “más extrovertido” del grupo de trabajadores atrapados, apareció eufórico gritando Viva Chile incluso desde antes de que el izamiento finalizara. Abrazó a todos los presentes y gritó un Ceacheí con sus compañeros.
A medida en que van llegando a la superficie los mineros son trasladados al traige para hacerles los primeros exámenes médicos y, posteriormente, son derivados al hospital de campaña del Campamento Esperanza.
Mientras, un centenar de personas salió a celebrar en Plaza Italia en Santiago y en otros puntos del país el positivo resultado que ha tenido la operación hasta el momento. A esta hora, ya van cuatro mineros rescatados: Florencio Ávalos, Mario Sepúlveda, Juan Illanes y Carlos Mamani.
Se espera que el Presidente de Bolivia, Evo Morales, pise durante esta madrugada tierras chilenas para dar su respaldo al único ciudadano boliviano que permanecía atrapado, Carlos Mamani.
Si bien, los procedimientos se han presentado con toda normalidad y bajo los tiempos estimados, el siguiente grupo conformado por quienes presentan algún tipo de enfermedad podría complejizar un poco más las cosas. Por eso, habrá un monitoreo permanente de los signos vitales de cada trabajador.
En promedio, la operación está tardando una hora por cada minero, lo que significa que la jornada de rescate fácilmente se podría extender durante todo el miércoles.
