A la misma hora en que se iniciaba el rescate de los 33 mineros en Copiapó, los trabajadores de Transaraucaria que se encuentran en huelga de hambre radicalizaron su medida de presión, que mantienen desde el 1 de octubre, dejando de ingerir líquidos.
La decisión fue tomada por dos operarios debido a que no han visto ninguna solución concreta a las demandas que encabezan su movilización desde hace 3 meses y 12 días.
En total, son 11 los conductores que están en huelga de hambre y aseguran que no bajarán la medida de presión hasta que el Gobierno se pronuncie y les brinde una solución real de empleo.
El vocero de los huelguistas y presidente del Sindicato N°1 de Trabajadores de la fallida empresa, Osvaldo Arancibia, relató que pese a las peticiones de los dirigentes sindicales, los operarios de Transaraucaria no están dispuestos a deponer la huelga de hambre seca.
“Una huelga de hambre seca hace que las personas se deterioren muy rápido y ellos están dispuestos a seguir en la huelga mientras no haya señales claras de que se quiere resolver este conflicto. Por lo tanto, hemos estado este rato tratando de convencerlos para que depongan esta acción. Para que continúen con una huelga de hambre, pero líquida”, dijo.
Arancibia advierte que en los próximos días podrían sumarse a la radical movilización las esposas de los huelguistas y otros trabajadores de Transaraucaria.
“Tenemos la apreciación de que hay otros trabajadores dispuestos a iniciar la huelga seca. También tenemos la decisión de otros trabajadores de plegarse a la huelga de hambre líquida. Y además tenemos la postura de las esposas de los huelguistas, que están dispuestas a iniciar la huelga de hambre líquida también. Así que el escenario es bastante complejo para nosotros y la autoridad. Nosotros estamos dispuestos a conversar, pero sobre la base de cuestiones serias”, indicó.
Luego de la quiebra y caducidad de contrato al alimentador que cubría la zona H de la capital, 650 trabajadores quedaron cesantes y sin el pago de sus cotizaciones desde el mes de julio.
A la misma hora en que se iniciaba el rescate de los 33 mineros en Copiapó, los trabajadores de Transaraucaria que se encuentran en huelga de hambre radicalizaron su medida de presión, que mantienen desde el 1 de octubre, dejando de ingerir líquidos.
La decisión fue tomada por dos operarios debido a que no han visto ninguna solución concreta a las demandas que encabezan su movilización desde hace 3 meses y 12 días.
En total, son 11 los conductores que están en huelga de hambre y aseguran que no bajarán la medida de presión hasta que el Gobierno se pronuncie y les brinde una solución real de empleo.
El vocero de los huelguistas y presidente del Sindicato N°1 de Trabajadores de la fallida empresa, Osvaldo Arancibia, relató que pese a las peticiones de los dirigentes sindicales, los operarios de Transaraucaria no están dispuestos a deponer la huelga de hambre seca.
“Una huelga de hambre seca hace que las personas se deterioren muy rápido y ellos están dispuestos a seguir en la huelga mientras no haya señales claras de que se quiere resolver este conflicto. Por lo tanto, hemos estado este rato tratando de convencerlos para que depongan esta acción. Para que continúen con una huelga de hambre, pero líquida”, dijo.
Arancibia advierte que en los próximos días podrían sumarse a la radical movilización las esposas de los huelguistas y otros trabajadores de Transaraucaria.
“Tenemos la apreciación de que hay otros trabajadores dispuestos a iniciar la huelga seca. También tenemos la decisión de otros trabajadores de plegarse a la huelga de hambre líquida. Y además tenemos la postura de las esposas de los huelguistas, que están dispuestas a iniciar la huelga de hambre líquida también. Así que el escenario es bastante complejo para nosotros y la autoridad. Nosotros estamos dispuestos a conversar, pero sobre la base de cuestiones serias”, indicó.
Luego de la quiebra y caducidad de contrato al alimentador que cubría la zona H de la capital, 650 trabajadores quedaron cesantes y sin el pago de sus cotizaciones desde el mes de julio.
A la misma hora en que se iniciaba el rescate de los 33 mineros en Copiapó, los trabajadores de Transaraucaria que se encuentran en huelga de hambre radicalizaron su medida de presión, que mantienen desde el 1 de octubre, dejando de ingerir líquidos.
La decisión fue tomada por dos operarios debido a que no han visto ninguna solución concreta a las demandas que encabezan su movilización desde hace 3 meses y 12 días.
En total, son 11 los conductores que están en huelga de hambre y aseguran que no bajarán la medida de presión hasta que el Gobierno se pronuncie y les brinde una solución real de empleo.
El vocero de los huelguistas y presidente del Sindicato N°1 de Trabajadores de la fallida empresa, Osvaldo Arancibia, relató que pese a las peticiones de los dirigentes sindicales, los operarios de Transaraucaria no están dispuestos a deponer la huelga de hambre seca.
“Una huelga de hambre seca hace que las personas se deterioren muy rápido y ellos están dispuestos a seguir en la huelga mientras no haya señales claras de que se quiere resolver este conflicto. Por lo tanto, hemos estado este rato tratando de convencerlos para que depongan esta acción. Para que continúen con una huelga de hambre, pero líquida”, dijo.
Arancibia advierte que en los próximos días podrían sumarse a la radical movilización las esposas de los huelguistas y otros trabajadores de Transaraucaria.
“Tenemos la apreciación de que hay otros trabajadores dispuestos a iniciar la huelga seca. También tenemos la decisión de otros trabajadores de plegarse a la huelga de hambre líquida. Y además tenemos la postura de las esposas de los huelguistas, que están dispuestas a iniciar la huelga de hambre líquida también. Así que el escenario es bastante complejo para nosotros y la autoridad. Nosotros estamos dispuestos a conversar, pero sobre la base de cuestiones serias”, indicó.
Luego de la quiebra y caducidad de contrato al alimentador que cubría la zona H de la capital, 650 trabajadores quedaron cesantes y sin el pago de sus cotizaciones desde el mes de julio.
