Los opositores autorizados a partir son Oscar Espinosa Chepe, Jorge Olivera, Carmelo Días, Roberto Miranda y Margarito Broche, liberados en 2004 por razones de salud luego de haber sido condenados a altas penas en 2003 junto a otros 70 disidentes.
La información fue difundida por el conocido opositor Elizardo Sánchez quien consideró que “hay una tendencia de las autoridades cubanas a permitir la salida de prisioneros liberados”.
Oscar Espinosa precisó haber sido convocado el jueves junto con su mujer, la periodista independiente Miriam Leiva, a la oficina de emigración del distrito de Playa, en La Habana, donde un oficial les notificó que le otorgaría una “autorización de salida permanente de Cuba”.
“Respondí que no quería salir definitivamente de mi patria, sino (…) salidas temporales, es decir, poder ir al extranjero y tener la garantía de poder regresar a Cuba”, indicó Espinosa.
De los cuatro restantes, Martha Beatriz Roque, excarcelada en 2004, y Héctor Palacios, en 2006, dijeron que no fueron contactados, pues aseguran que las autoridades conocen sus negativas a emigrar.
La familia de Orlando Zapata, disidente fallecido en febrero tras haber cumplido 85 días de huelga de hambre, también fue objeto de una propuesta similar por parte del gobierno.
“Me dijeron que el gobierno había autorizado la salida de toda la familia y que nosotros vamos directo para Estados Unidos, pero yo no me voy mientras no den las cenizas de mi hijo”, declaró la madre de Zapata, Reina Tamayo, quien viajó a La Habana desde su pueblo Banes, en la oriental provincia de Holguín, 850 km al este de la capital.
Tamayo precisó que viajarían tres hijos y una hija, con sus familias. “Ellos están de acuerdo porque estamos siendo acosados, no podemos vivir aquí”, añadió la mujer de 62 años.
Zapata, de 42 años, sin hijos ni esposa, fue arrestado en 2003 y murió el pasado 23 de febrero tras 85 días de huelga de hambre, lo que provocó críticas en la Unión Europea, de Estados Unidos y algunos países latinoamericanos, y reactivó a la oposición interna.
Un día después de la muerte de Zapata, el opositor Guillermo Fariñas se declaró en una huelga de hambre que levantó el 8 de julio luego de 135 días, al ser anunciadas las liberaciones.
Los opositores autorizados a partir son Oscar Espinosa Chepe, Jorge Olivera, Carmelo Días, Roberto Miranda y Margarito Broche, liberados en 2004 por razones de salud luego de haber sido condenados a altas penas en 2003 junto a otros 70 disidentes.
La información fue difundida por el conocido opositor Elizardo Sánchez quien consideró que “hay una tendencia de las autoridades cubanas a permitir la salida de prisioneros liberados”.
Oscar Espinosa precisó haber sido convocado el jueves junto con su mujer, la periodista independiente Miriam Leiva, a la oficina de emigración del distrito de Playa, en La Habana, donde un oficial les notificó que le otorgaría una “autorización de salida permanente de Cuba”.
“Respondí que no quería salir definitivamente de mi patria, sino (…) salidas temporales, es decir, poder ir al extranjero y tener la garantía de poder regresar a Cuba”, indicó Espinosa.
De los cuatro restantes, Martha Beatriz Roque, excarcelada en 2004, y Héctor Palacios, en 2006, dijeron que no fueron contactados, pues aseguran que las autoridades conocen sus negativas a emigrar.
La familia de Orlando Zapata, disidente fallecido en febrero tras haber cumplido 85 días de huelga de hambre, también fue objeto de una propuesta similar por parte del gobierno.
“Me dijeron que el gobierno había autorizado la salida de toda la familia y que nosotros vamos directo para Estados Unidos, pero yo no me voy mientras no den las cenizas de mi hijo”, declaró la madre de Zapata, Reina Tamayo, quien viajó a La Habana desde su pueblo Banes, en la oriental provincia de Holguín, 850 km al este de la capital.
Tamayo precisó que viajarían tres hijos y una hija, con sus familias. “Ellos están de acuerdo porque estamos siendo acosados, no podemos vivir aquí”, añadió la mujer de 62 años.
Zapata, de 42 años, sin hijos ni esposa, fue arrestado en 2003 y murió el pasado 23 de febrero tras 85 días de huelga de hambre, lo que provocó críticas en la Unión Europea, de Estados Unidos y algunos países latinoamericanos, y reactivó a la oposición interna.
Un día después de la muerte de Zapata, el opositor Guillermo Fariñas se declaró en una huelga de hambre que levantó el 8 de julio luego de 135 días, al ser anunciadas las liberaciones.
Los opositores autorizados a partir son Oscar Espinosa Chepe, Jorge Olivera, Carmelo Días, Roberto Miranda y Margarito Broche, liberados en 2004 por razones de salud luego de haber sido condenados a altas penas en 2003 junto a otros 70 disidentes.
La información fue difundida por el conocido opositor Elizardo Sánchez quien consideró que “hay una tendencia de las autoridades cubanas a permitir la salida de prisioneros liberados”.
Oscar Espinosa precisó haber sido convocado el jueves junto con su mujer, la periodista independiente Miriam Leiva, a la oficina de emigración del distrito de Playa, en La Habana, donde un oficial les notificó que le otorgaría una “autorización de salida permanente de Cuba”.
“Respondí que no quería salir definitivamente de mi patria, sino (…) salidas temporales, es decir, poder ir al extranjero y tener la garantía de poder regresar a Cuba”, indicó Espinosa.
De los cuatro restantes, Martha Beatriz Roque, excarcelada en 2004, y Héctor Palacios, en 2006, dijeron que no fueron contactados, pues aseguran que las autoridades conocen sus negativas a emigrar.
La familia de Orlando Zapata, disidente fallecido en febrero tras haber cumplido 85 días de huelga de hambre, también fue objeto de una propuesta similar por parte del gobierno.
“Me dijeron que el gobierno había autorizado la salida de toda la familia y que nosotros vamos directo para Estados Unidos, pero yo no me voy mientras no den las cenizas de mi hijo”, declaró la madre de Zapata, Reina Tamayo, quien viajó a La Habana desde su pueblo Banes, en la oriental provincia de Holguín, 850 km al este de la capital.
Tamayo precisó que viajarían tres hijos y una hija, con sus familias. “Ellos están de acuerdo porque estamos siendo acosados, no podemos vivir aquí”, añadió la mujer de 62 años.
Zapata, de 42 años, sin hijos ni esposa, fue arrestado en 2003 y murió el pasado 23 de febrero tras 85 días de huelga de hambre, lo que provocó críticas en la Unión Europea, de Estados Unidos y algunos países latinoamericanos, y reactivó a la oposición interna.
Un día después de la muerte de Zapata, el opositor Guillermo Fariñas se declaró en una huelga de hambre que levantó el 8 de julio luego de 135 días, al ser anunciadas las liberaciones.
