Disputado por dos fuerzas políticas, el más de 19 por ciento de los votos obtenidos por los verdes queda ahora a disposición de la voluntad de los electores en Brasil.
“No somos los propietarios de esos votos”, dijo Alfredo Sirkis vicepresidente del Partido Verde (PV) de ese país a RFI dejando abierta la posibilidad de que tanto los militantes y algunos dirigentes del Partido Verde pueden optar por uno u otro candidato.
“En el momento crucial de la noche electoral la gente firma cualquier cosa, esto no significa que después lo va a cumplir. Nosotros presentamos nuestro programa y exigimos que se pronunciaran sobre este programa como un mensaje de ellos al pueblo brasileño. Esto fue registrado por la prensa, la gente tomó conocimiento y seguramente después lo va a cobrar”, indicó Sirkis.
El PV brasileño tomó esta decisión en el marco de su convención partidaria en Sao Paulo, en una votación casi unánime, luego de la cual la ex candidata presidencial Marina Silva expresó que su coalición se mantendrá en “la posición de mediadores para que el proceso electoral tenga los mejores resultados”.
Por su parte Marina Silva, ex candidata presidencial del Partido Verde de Brasil, fue clara al indicar que esta postura de independencia “no es lavarse las manos” agregando que estar “comprometida con la elección que hicieron”.
De esta manera, el voto verde vuelve a ser clave en las elecciones presidenciales brasileñas. Ya en una primera vuelta lograron revertir los sondeos dando una sorpresa y obligando al balotaje. Ahora son cruciales cuando las cifras dan un margen de entre seis y nueve puntos de ventaja a la candidata oficialista Dilma Rousseff.
Mientras, anoche la candidata oficialista brasileña Dilma Rousseff y el opositor José Serra protagonizaron el segundo debate televisivo en el marco de su campaña para la segunda vuelta electoral el próximo 31 de octubre.
Disputado por dos fuerzas políticas, el más de 19 por ciento de los votos obtenidos por los verdes queda ahora a disposición de la voluntad de los electores en Brasil.
“No somos los propietarios de esos votos”, dijo Alfredo Sirkis vicepresidente del Partido Verde (PV) de ese país a RFI dejando abierta la posibilidad de que tanto los militantes y algunos dirigentes del Partido Verde pueden optar por uno u otro candidato.
“En el momento crucial de la noche electoral la gente firma cualquier cosa, esto no significa que después lo va a cumplir. Nosotros presentamos nuestro programa y exigimos que se pronunciaran sobre este programa como un mensaje de ellos al pueblo brasileño. Esto fue registrado por la prensa, la gente tomó conocimiento y seguramente después lo va a cobrar”, indicó Sirkis.
El PV brasileño tomó esta decisión en el marco de su convención partidaria en Sao Paulo, en una votación casi unánime, luego de la cual la ex candidata presidencial Marina Silva expresó que su coalición se mantendrá en “la posición de mediadores para que el proceso electoral tenga los mejores resultados”.
Por su parte Marina Silva, ex candidata presidencial del Partido Verde de Brasil, fue clara al indicar que esta postura de independencia “no es lavarse las manos” agregando que estar “comprometida con la elección que hicieron”.
De esta manera, el voto verde vuelve a ser clave en las elecciones presidenciales brasileñas. Ya en una primera vuelta lograron revertir los sondeos dando una sorpresa y obligando al balotaje. Ahora son cruciales cuando las cifras dan un margen de entre seis y nueve puntos de ventaja a la candidata oficialista Dilma Rousseff.
Mientras, anoche la candidata oficialista brasileña Dilma Rousseff y el opositor José Serra protagonizaron el segundo debate televisivo en el marco de su campaña para la segunda vuelta electoral el próximo 31 de octubre.
Disputado por dos fuerzas políticas, el más de 19 por ciento de los votos obtenidos por los verdes queda ahora a disposición de la voluntad de los electores en Brasil.
“No somos los propietarios de esos votos”, dijo Alfredo Sirkis vicepresidente del Partido Verde (PV) de ese país a RFI dejando abierta la posibilidad de que tanto los militantes y algunos dirigentes del Partido Verde pueden optar por uno u otro candidato.
“En el momento crucial de la noche electoral la gente firma cualquier cosa, esto no significa que después lo va a cumplir. Nosotros presentamos nuestro programa y exigimos que se pronunciaran sobre este programa como un mensaje de ellos al pueblo brasileño. Esto fue registrado por la prensa, la gente tomó conocimiento y seguramente después lo va a cobrar”, indicó Sirkis.
El PV brasileño tomó esta decisión en el marco de su convención partidaria en Sao Paulo, en una votación casi unánime, luego de la cual la ex candidata presidencial Marina Silva expresó que su coalición se mantendrá en “la posición de mediadores para que el proceso electoral tenga los mejores resultados”.
Por su parte Marina Silva, ex candidata presidencial del Partido Verde de Brasil, fue clara al indicar que esta postura de independencia “no es lavarse las manos” agregando que estar “comprometida con la elección que hicieron”.
De esta manera, el voto verde vuelve a ser clave en las elecciones presidenciales brasileñas. Ya en una primera vuelta lograron revertir los sondeos dando una sorpresa y obligando al balotaje. Ahora son cruciales cuando las cifras dan un margen de entre seis y nueve puntos de ventaja a la candidata oficialista Dilma Rousseff.
Mientras, anoche la candidata oficialista brasileña Dilma Rousseff y el opositor José Serra protagonizaron el segundo debate televisivo en el marco de su campaña para la segunda vuelta electoral el próximo 31 de octubre.
