El Gobierno anunció once medidas para mitigar las duras condiciones de reclusión y mejorar la calidad de vida de los internos en las cárceles del país.
Adquirir colchones, frazadas y literas; mejorar la alimentación; generar mejoras sanitarias e iluminación; mejorar el sistema de registro corporal a los internos; fortalecer la asesoría espiritual y brindar más seguridad en los centros penales, son algunas de ellas.
“Como oficiales nos alegramos, porque creemos que las medidas van en la dirección de humanizar la cárcel para la gente que está privada de libertad”, dijo al respecto José Maldonado, presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP).
No obstante, el dirigente apuntó que “nos incomoda o entristece que no soluciona la grave crisis del sistema penintenciario chileno. La crisis tiene factores que no se han atacado con estas medidas, como el 70% de hacinamiento, la ausencia de 16 mil plazas para la población penal y el déficit de personal. El problema no se va a solucionar, porque es más grave y de fondo”.
Opinión con la que coincidió el Presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP), Pedro Hernández, quien destacó la falta de medidas para los gendarmes y, justamente, se encontraba de viaje en Mar del Plata, Argentina, en la creación de una Federación Internacional de Funcionarios Policiales y Penitenciarios del Cono Sur.
“Lamentamos demasiado que, entre todas las medidas que apuntan a la solución del problema carcelario, o a un maquillaje del sistema carcelario porque no son ninguna solución, lamentablemente no aparezca nada que favorezca a nuestros funcionarios. Yo estoy en un seminario internacional y acá, por unanimidad, se ha dicho que en Chile hay un aberrante maltrato hacia la labor penintenciaria. Todo el mundo ha dicho que es inhumano cómo trabajan los gendarmes”, indicó.
Por su parte, Javiera Blanco, directora ejecutiva de la Fundación Paz Ciudadana puso el acento en la necesidad de avanzar en la construcción de redes que faciliten la inserción y rehabilitación.
Mientras, Lucía Dammert, del programa de Seguridad y Ciudadanía de Flacso, estimó que los anuncios abren oportunidades para generar una revisión más detallada y crítica sobre el sistema concesionado y su valor.
El Gobierno anunció once medidas para mitigar las duras condiciones de reclusión y mejorar la calidad de vida de los internos en las cárceles del país.
Adquirir colchones, frazadas y literas; mejorar la alimentación; generar mejoras sanitarias e iluminación; mejorar el sistema de registro corporal a los internos; fortalecer la asesoría espiritual y brindar más seguridad en los centros penales, son algunas de ellas.
“Como oficiales nos alegramos, porque creemos que las medidas van en la dirección de humanizar la cárcel para la gente que está privada de libertad”, dijo al respecto José Maldonado, presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP).
No obstante, el dirigente apuntó que “nos incomoda o entristece que no soluciona la grave crisis del sistema penintenciario chileno. La crisis tiene factores que no se han atacado con estas medidas, como el 70% de hacinamiento, la ausencia de 16 mil plazas para la población penal y el déficit de personal. El problema no se va a solucionar, porque es más grave y de fondo”.
Opinión con la que coincidió el Presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP), Pedro Hernández, quien destacó la falta de medidas para los gendarmes y, justamente, se encontraba de viaje en Mar del Plata, Argentina, en la creación de una Federación Internacional de Funcionarios Policiales y Penitenciarios del Cono Sur.
“Lamentamos demasiado que, entre todas las medidas que apuntan a la solución del problema carcelario, o a un maquillaje del sistema carcelario porque no son ninguna solución, lamentablemente no aparezca nada que favorezca a nuestros funcionarios. Yo estoy en un seminario internacional y acá, por unanimidad, se ha dicho que en Chile hay un aberrante maltrato hacia la labor penintenciaria. Todo el mundo ha dicho que es inhumano cómo trabajan los gendarmes”, indicó.
Por su parte, Javiera Blanco, directora ejecutiva de la Fundación Paz Ciudadana puso el acento en la necesidad de avanzar en la construcción de redes que faciliten la inserción y rehabilitación.
Mientras, Lucía Dammert, del programa de Seguridad y Ciudadanía de Flacso, estimó que los anuncios abren oportunidades para generar una revisión más detallada y crítica sobre el sistema concesionado y su valor.
El Gobierno anunció once medidas para mitigar las duras condiciones de reclusión y mejorar la calidad de vida de los internos en las cárceles del país.
Adquirir colchones, frazadas y literas; mejorar la alimentación; generar mejoras sanitarias e iluminación; mejorar el sistema de registro corporal a los internos; fortalecer la asesoría espiritual y brindar más seguridad en los centros penales, son algunas de ellas.
“Como oficiales nos alegramos, porque creemos que las medidas van en la dirección de humanizar la cárcel para la gente que está privada de libertad”, dijo al respecto José Maldonado, presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP).
No obstante, el dirigente apuntó que “nos incomoda o entristece que no soluciona la grave crisis del sistema penintenciario chileno. La crisis tiene factores que no se han atacado con estas medidas, como el 70% de hacinamiento, la ausencia de 16 mil plazas para la población penal y el déficit de personal. El problema no se va a solucionar, porque es más grave y de fondo”.
Opinión con la que coincidió el Presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP), Pedro Hernández, quien destacó la falta de medidas para los gendarmes y, justamente, se encontraba de viaje en Mar del Plata, Argentina, en la creación de una Federación Internacional de Funcionarios Policiales y Penitenciarios del Cono Sur.
“Lamentamos demasiado que, entre todas las medidas que apuntan a la solución del problema carcelario, o a un maquillaje del sistema carcelario porque no son ninguna solución, lamentablemente no aparezca nada que favorezca a nuestros funcionarios. Yo estoy en un seminario internacional y acá, por unanimidad, se ha dicho que en Chile hay un aberrante maltrato hacia la labor penintenciaria. Todo el mundo ha dicho que es inhumano cómo trabajan los gendarmes”, indicó.
Por su parte, Javiera Blanco, directora ejecutiva de la Fundación Paz Ciudadana puso el acento en la necesidad de avanzar en la construcción de redes que faciliten la inserción y rehabilitación.
Mientras, Lucía Dammert, del programa de Seguridad y Ciudadanía de Flacso, estimó que los anuncios abren oportunidades para generar una revisión más detallada y crítica sobre el sistema concesionado y su valor.
