Un tercio de todas las causas de muerte de Chile están asociadas a hábitos de vida que mayoritariamente tienen que ver con la alimentación. En la actualidad, seis de cada diez chilenos es obeso o tiene sobrepeso, uno de cada tres sufre hipertensión arterial y uno de cada tres sufre trastornos del metabolismo del azúcar.
Ante este panorama, la encuesta nacional para conocer los hábitos de consumo alimentarios de los chilenos, que por primera vez en 35 años realiza el Ministerio de Salud (Minsal) junto a la Universidad de Chile, cobra vital importancia.
La subsecretaria de Salud, Liliana Jadue, adelantó que los datos que se obtengan a partir del trabajo de nuestra universidad servirán para diseñar las políticas públicas de prevención de enfermedades y de alimentación de la ciudadanía.
“Hay supuestos de que la población está consumiendo alimentos que son distintos y que la dieta ha cambiado en el tiempo. Esta información es fundamental para el diseño de políticas públicas y para seguir trabajando en conjunto de cuáles debieran ser las políticas en torno a la alimentación, a la nutrición, a promover el consumo de alimentos sanos que sean inocuos y que realmente obedezcan a la necesidades que la población tiene hoy día”, dijo la subsecretaria.
Para el doctor Giorgio Solimano, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, recabar información fidedigna acerca de los hábitos alimenticios es de “primera importancia”, pues permitirá aplicar medidas de prevención que contribuyan a salvar vidas.
“Una buena o mala alimentación condiciona distintos problemas de salud que son cada vez más prevalentes en nuestro país y difíciles de abordar si no se tiene un enfoque preventivo, y en ese sentido, la buena alimentación es un hecho del cual el país tiene que preocuparse, y nosotros, como Universidad de Chile, tenemos mucho que hacer desde distintos campos”, dijo Solimano.
Punto en el que coincidió la decana de la Facultad de Medicina de nuestra casa de estudios, Cecilia Sepúlveda, quien destacó la relevancia de actualizar los datos sobre los actuales hábitos de alimentación de los chilenos, que son muy distintos a los que se conocieron gracias al primer estudio de la Universidad de Chile de 1974.
“En 35 años no cabe duda que los patrones de consumo alimentario en Chile han cambiado de manera muy importante. Hay nuevas maneras de preparar los alimentos, ha aparecido la comida rápida, una serie de nutrientes y no nutrientes, una serie de aditivos, minerales, vitaminas, se han incorporado nuevos alimentos que hace 20 ó 30 años no se consumían en Chile. La información que nos va a dar esta encuesta alimentaria va a ser muy importante para saber qué y cómo consumimos los chilenos nuestros alimentos”, afirmó la decana Sepúlveda.
Los investigadores plantearon además la posibilidad de realizar un levantamiento de datos en dos épocas distintas del año, considerando las diferencias en la alimentación de primavera o verano, cuando consumimos más frutas y verduras, y del otoño o invierno, estaciones en que aumenta la ingesta de calorías.
Serán la Facultad de Medicina, a través de su Escuela de Nutrición y Dietética, la Escuela de Salud Pública y el Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios, los departamentos que realizarán esta encuesta, que comenzó el jueves 21 de octubre en todo el país y se extenderá hasta diciembre.
Las autoridades hicieron un llamado a la población a abrir la puerta de sus hogares y cooperar con esta encuesta, cuyos resultados no sólo nos ayudarán a mantener una dieta balanceada, también nos pueden salvar la vida.
Un tercio de todas las causas de muerte de Chile están asociadas a hábitos de vida que mayoritariamente tienen que ver con la alimentación. En la actualidad, seis de cada diez chilenos es obeso o tiene sobrepeso, uno de cada tres sufre hipertensión arterial y uno de cada tres sufre trastornos del metabolismo del azúcar.
Ante este panorama, la encuesta nacional para conocer los hábitos de consumo alimentarios de los chilenos, que por primera vez en 35 años realiza el Ministerio de Salud (Minsal) junto a la Universidad de Chile, cobra vital importancia.
La subsecretaria de Salud, Liliana Jadue, adelantó que los datos que se obtengan a partir del trabajo de nuestra universidad servirán para diseñar las políticas públicas de prevención de enfermedades y de alimentación de la ciudadanía.
“Hay supuestos de que la población está consumiendo alimentos que son distintos y que la dieta ha cambiado en el tiempo. Esta información es fundamental para el diseño de políticas públicas y para seguir trabajando en conjunto de cuáles debieran ser las políticas en torno a la alimentación, a la nutrición, a promover el consumo de alimentos sanos que sean inocuos y que realmente obedezcan a la necesidades que la población tiene hoy día”, dijo la subsecretaria.
Para el doctor Giorgio Solimano, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, recabar información fidedigna acerca de los hábitos alimenticios es de “primera importancia”, pues permitirá aplicar medidas de prevención que contribuyan a salvar vidas.
“Una buena o mala alimentación condiciona distintos problemas de salud que son cada vez más prevalentes en nuestro país y difíciles de abordar si no se tiene un enfoque preventivo, y en ese sentido, la buena alimentación es un hecho del cual el país tiene que preocuparse, y nosotros, como Universidad de Chile, tenemos mucho que hacer desde distintos campos”, dijo Solimano.
Punto en el que coincidió la decana de la Facultad de Medicina de nuestra casa de estudios, Cecilia Sepúlveda, quien destacó la relevancia de actualizar los datos sobre los actuales hábitos de alimentación de los chilenos, que son muy distintos a los que se conocieron gracias al primer estudio de la Universidad de Chile de 1974.
“En 35 años no cabe duda que los patrones de consumo alimentario en Chile han cambiado de manera muy importante. Hay nuevas maneras de preparar los alimentos, ha aparecido la comida rápida, una serie de nutrientes y no nutrientes, una serie de aditivos, minerales, vitaminas, se han incorporado nuevos alimentos que hace 20 ó 30 años no se consumían en Chile. La información que nos va a dar esta encuesta alimentaria va a ser muy importante para saber qué y cómo consumimos los chilenos nuestros alimentos”, afirmó la decana Sepúlveda.
Los investigadores plantearon además la posibilidad de realizar un levantamiento de datos en dos épocas distintas del año, considerando las diferencias en la alimentación de primavera o verano, cuando consumimos más frutas y verduras, y del otoño o invierno, estaciones en que aumenta la ingesta de calorías.
Serán la Facultad de Medicina, a través de su Escuela de Nutrición y Dietética, la Escuela de Salud Pública y el Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios, los departamentos que realizarán esta encuesta, que comenzó el jueves 21 de octubre en todo el país y se extenderá hasta diciembre.
Las autoridades hicieron un llamado a la población a abrir la puerta de sus hogares y cooperar con esta encuesta, cuyos resultados no sólo nos ayudarán a mantener una dieta balanceada, también nos pueden salvar la vida.
Un tercio de todas las causas de muerte de Chile están asociadas a hábitos de vida que mayoritariamente tienen que ver con la alimentación. En la actualidad, seis de cada diez chilenos es obeso o tiene sobrepeso, uno de cada tres sufre hipertensión arterial y uno de cada tres sufre trastornos del metabolismo del azúcar.
Ante este panorama, la encuesta nacional para conocer los hábitos de consumo alimentarios de los chilenos, que por primera vez en 35 años realiza el Ministerio de Salud (Minsal) junto a la Universidad de Chile, cobra vital importancia.
La subsecretaria de Salud, Liliana Jadue, adelantó que los datos que se obtengan a partir del trabajo de nuestra universidad servirán para diseñar las políticas públicas de prevención de enfermedades y de alimentación de la ciudadanía.
“Hay supuestos de que la población está consumiendo alimentos que son distintos y que la dieta ha cambiado en el tiempo. Esta información es fundamental para el diseño de políticas públicas y para seguir trabajando en conjunto de cuáles debieran ser las políticas en torno a la alimentación, a la nutrición, a promover el consumo de alimentos sanos que sean inocuos y que realmente obedezcan a la necesidades que la población tiene hoy día”, dijo la subsecretaria.
Para el doctor Giorgio Solimano, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, recabar información fidedigna acerca de los hábitos alimenticios es de “primera importancia”, pues permitirá aplicar medidas de prevención que contribuyan a salvar vidas.
“Una buena o mala alimentación condiciona distintos problemas de salud que son cada vez más prevalentes en nuestro país y difíciles de abordar si no se tiene un enfoque preventivo, y en ese sentido, la buena alimentación es un hecho del cual el país tiene que preocuparse, y nosotros, como Universidad de Chile, tenemos mucho que hacer desde distintos campos”, dijo Solimano.
Punto en el que coincidió la decana de la Facultad de Medicina de nuestra casa de estudios, Cecilia Sepúlveda, quien destacó la relevancia de actualizar los datos sobre los actuales hábitos de alimentación de los chilenos, que son muy distintos a los que se conocieron gracias al primer estudio de la Universidad de Chile de 1974.
“En 35 años no cabe duda que los patrones de consumo alimentario en Chile han cambiado de manera muy importante. Hay nuevas maneras de preparar los alimentos, ha aparecido la comida rápida, una serie de nutrientes y no nutrientes, una serie de aditivos, minerales, vitaminas, se han incorporado nuevos alimentos que hace 20 ó 30 años no se consumían en Chile. La información que nos va a dar esta encuesta alimentaria va a ser muy importante para saber qué y cómo consumimos los chilenos nuestros alimentos”, afirmó la decana Sepúlveda.
Los investigadores plantearon además la posibilidad de realizar un levantamiento de datos en dos épocas distintas del año, considerando las diferencias en la alimentación de primavera o verano, cuando consumimos más frutas y verduras, y del otoño o invierno, estaciones en que aumenta la ingesta de calorías.
Serán la Facultad de Medicina, a través de su Escuela de Nutrición y Dietética, la Escuela de Salud Pública y el Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios, los departamentos que realizarán esta encuesta, que comenzó el jueves 21 de octubre en todo el país y se extenderá hasta diciembre.
Las autoridades hicieron un llamado a la población a abrir la puerta de sus hogares y cooperar con esta encuesta, cuyos resultados no sólo nos ayudarán a mantener una dieta balanceada, también nos pueden salvar la vida.
