Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 29 de marzo de 2024


Escritorio

Francisco Armanet: “Quien usa de información privilegiada no tiene diferencia con un delincuente”

Ubicado desde la academia y la empresa privada, este ingeniero de la Universidad de Chile y ex gerente de Banchile dispara contra las malas prácticas del mercado nacional, criticando las bajas penas para el uso de información privilegiada en las transacciones, la cultura de la “astucia para lo negocios”, los conflictos de interés de la Bolsa y el mutismo del Ejecutivo frente a estos delitos.

Vivian Lavín

  Lunes 25 de octubre 2010 19:50 hrs. 
Francisco_Armanet

Compartir en

Francisco Armanet es incómodo para el mercado de valores chileno.

Este ingeniero comercial de la Universidad de Chile, después de haber estado durante cinco años a la cabeza de Banchile Corredores de Bolsa, haber logrado allí triplicar las utilidades y el volumen de negocios, ubicar a la empresa dentro de las diez mejores para trabajar en Chile  y que más del 90% de sus clientes estuviera dispuesto a recomendarlos por la calidad del servicio, dio un giro hace dos años y se fue a la empresa privada y la academia.

Desde allí, Francisco Armanet se ha hecho particularmente incómodo, cuando ha dicho que “las autoridades en Chile son tibias y les falta coraje a la hora de supervisar ” y juzgar a quienes se aprovechan de una legislación blanda que les permite enriquecerse de manera rápida y fácil, que “en Chile hay manejo de información privilegiada” y que es una situación escandalosa que tiene que terminarse cuanto antes.

¿Qué se entiende por uso de información privilegiada?

Aquella información que no está disponible en el mercado en general y la tiene una persona o grupo de personas en particular. La ley es muy explícita en definir los casos. El primero es cuando un inversionista institucional, por ejemplo, una compañía de seguros o un fondo de pensiones, va a comprar acciones por un monto importante y yo -como parte de esa compañía, operador, cliente o empleado de la compañía- tengo esa información y hago uso de esa información.

Eso no se puede hacer

Es absolutamente irregular, está contemplado en la ley del mercado de valores, tiene una pena de cárcel de hasta cinco años y es un enriquecimiento absolutamente ilícito.

¿Qué nota, de 1 a 7, saca Chile en el respeto y cumplimiento de normas típicas en el manejo financiero y respecto del uso de información privilegiada?

Creo que un 3. Se lo dije al superintendente (Alberto) Etchegaray en una oportunidad, en el directorio de la Bolsa Electrónica, cuando yo era vicepresidente, creo que en materia del uso de información privilegiada estamos detrás de Venezuela.

¿Cómo afecta esto nuestra imagen internacional?

Es un tema que es demasiado específico, no está muy informado en la comunidad internacional y gracias a Dios que así es, porque sería una verguenza. En Estados Unidos, me acuerdo del dueño de una compañía farmacéutica que se llamaba ImClone, que tenía una aplicación a la FDA para la comercialización de una droga contra el cáncer. Lo llama un funcionario de la FDA para decirle que la droga fue rechazada, él llama a su broker (corredor) de Merrill Lynch y le dice que venda todas sus acciones de ImClone. Eso fue en el año 2001 y el señor todavía está preso.

¿Eso sucede en Chile?

Es imposible, porque la ley contempla una pena de cárcel de hasta cinco años. Generalmente lo que ocurre con estos personajes es que tienen impecable conducta anterior y la pena se reduce un grado. Por lo tanto, se les condena a dos años, se les remiten las penas, quedan en libertad vigilada y tienen que ir a firmar todos los meses.

Por lo tanto, no pasa nada.

No, nada. Salvo que hayan más agravantes que atenuantes.

Pareciera que no hay fiscalización adecuada para poner esos agravantes a la luz pública, ¿no?

Es que el uso de información privilegiada es muy difícil detectarlo. En segundo lugar, considero que la pena es excesivamente baja, porque no hay relación ni con los montos ni con la gente afectada. Yo me puedo enriquecer ilícitamente en 10 mil millones de pesos o en 50 millones de pesos y la Superintendencia tiene facultades para multar un número de veces la utilidad que se generó, pero es bien difícil saber si efectivamente fue uso de información privilegiada o no.
Yo fui gerente de Banchile y jamás compré o vendí una acción precisamente por eso, porque si yo compraba una acción y de pura casualidad -por ejemplo- ese día el fondo Provida estaba comprando 20 millones de dólares de la acción Copec que yo estaba comprando, quién me va a creer que yo no utilicé esa información privilegiada en beneficio mío. Por esa razón nunca lo hice, pero es posible que haya mucha gente honesta que compre acciones de Copec y, en paralelo en la misma compañía, está un fondo institucional adquiriendo esas acciones sin cometer ningún delito. Sin embargo, tengo que acreditar que no tenía esa información y es difícil.

Se habla de “gente astuta”, “buena para los negocios”, que “tienen buen ojo”. ¿Qué distancia hay entre algunos de ellos, gente que se enriquece de manera tan rápida que produce perplejidad, y un delincuente común?

Las personas que hacen uso de información privilegiada de manera deliberada no tienen diferencia respecto de un delincuente por el enriquecimiento indebido. Ahora, hay varios tipos de faltas, a mi juicio, de información privilegiada que son distintas.
Si yo, por ejemplo, estoy en un restaurant y oigo que en la mesa del lado se dice que Copec va a comprar, en su proceso de expansión internacional, todas las operaciones de Petrobras en Chile, esa fue una información que tomé en forma fortuita. Sin embargo, es un delito utilizar esa información. Hay poca gente que lo sabe.
El segundo grado es aquellas personas que estando dentro de las compañías tienen información y la usan de manera deliberada.
Y el tercer caso, que es el que ha sido más reciente, es cuando a uno le dan un mandato para que administre 100 millones de dólares en acciones, y administrando esas acciones para un tercero pongo mis órdenes primero, órdenes chicas para mis posiciones personales y a las dos o tres de la tarde pongo una orden siginificativamente grande de mi mandante, que es un inversionista internacional. A mi juicio, es un abuso de confianza. Porque si yo recibo un mandato, estoy actuando como un ente fiduciario, y por lo tanto, me estoy aprovechando de la confianza que me dieron mis mandantes. Ese es un agravante que está contemplado en el Código Penal.

Este es un tema muy específico, pero en nuestro país hay una concentración del dinero vergonzosa frente a otras naciones a las que nos queremos parecer. Tenemos personas del mundo de los negocios que se aprovechan de su información privilegiada, ¿es un uso generalizado? Para no caer en la caricatura respecto a cómo se hacen negocios en Chile y cómo se usa esta información privilegiada.

Creo que no es generalizado, es un tema de formación y valores. Yo no tengo ningún amigo que conozca que haya hecho uso de información privilegiada. Ninguno, y tengo hartos. Sin embargo, he visto y leído en la prensa gente que se vanagloria por decir que a él le ha ido muy bien en la Bolsa porque tiene muy buenos contactos. Eso es un delito.

Pero no se entiende como delito.

Hay un tema cultural. En lugar de delito se lee como una persona que es astuta, buena para los negocios, viva, que sabe aprovechar las oportunidades. Y es un delito porque es un enriquecimiento indebido y, segundo, porque genera una transferencia de riquezas de la gente más modesta, que tiene menos información, hacia la gente que tiene más información y es más rica.

¿Qué rol juega la autoridad en todo esto?

Las bolsas de valores tienen un rol regulatorio importante y la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) también. Dados los gobiernos corporativos que tienen ambas bolsas, es muy difícil que ejerzan su labor de supervisión en forma adecuada, porque existen conflictos de intereses.
Si yo soy director de una bolsa y corredor a la vez, y resulta que mi corredora tiene serios problemas administrativos o de custodia, lo que debe hacer la administración de la bolsa es llamarme la atención, incluso multarme o expulsarme si estoy cometiendo un delito grave, como podría ser la manipulación de precios.
Sin embargo, si soy director, estoy sentado en una mesa donde hay otros ocho caballeros más importantes que el gerente y la administración general y que de alguna manera son los jefes de la administración. Entonces es muy difícil que ese gerente amoneste, multe o expulse a un corredor, porque lo van a terminar echando a él, si es que el corredor es un director dominante.

En nuestra Bolsa de Comercio solo cuatro familias controlan el 50% de las acciones, ¿perjudica esta concentración?

Creo que no, porque cuando usted se refiere a las familias, se está refiriendo indirectamente a las corredoras que pertenecen a los bancos de esas familias. Pero la verdad es que las corredoras bancarias están manejadas bastante profesionalmente. Todas tienen sus departamentos de Contraloría, que reportan a los comités de auditoría de cada uno de los bancos o a los directorios de los bancos. En consecuencia, el problema no está en las corredoras bancarias de las familias ricas de este país.

Si el problema no está ahí, pero está detectado, y en un contexto donde el Presidente es una de las mayores fortunas del país y Latinoamérica, ¿podríamos pensar que habrá más disposición a transparentar estos mecanismos? O al revés, ¿ahora más que nunca se va a aprovechar la laxitud de la ley para no perseguir a quienes se aprovechen de estos vacíos?

Es un tema tanto del poder Ejecutivo como del Legislativo. Creo que el Presidente, en conjunto con el ministerio correspondiente y la ayuda de la Superintendencia, perfectamente puede proponer una reformulación a nuestro sistema penal, especialmente a las sanciones, y también incorporar este otro concepto en el que he insistido en múltiples oportunidades, el “delito masa”, que está contemplado en muchas otras legislaciones.
En Chile, la defraudación a una sola persona por una cantidad sobre 15 millones de pesos tiene la misma pena que si esa misma persona defrauda, de manera individual, al mercado en 50 mil millones de dólares. Por eso digo que si el caso Madoff hubiera ocurrido en Chile, a Madoff le quedarían seis meses en la cárcel.
Hay que modificar la legislación, incluir el concepto de “delito masa”. En el caso Monasterio se perdieron 100 millones de dólares, miles de ahorrantes perdieron toda su plata y el señor Monasterio estuvo un año en Capuchinos, se fue, aprovechó de descansar, escribió sus memorias y está en la calle. Eso es inaceptable.

Usted es un hombre que estuvo “donde las papas queman”, a cargo de una corredora tan importante como Banchile, ha podido mirar desde la Bolsa Electrónica lo que sucede, y hoy está en la línea de fuego diciendo qué se podría cambiar. Eso produce incomodidad entre quienes antes fueron sus pares. Me llama la atención que no haya más personas que estén en la misma línea.

Yo creo que la diferencia está en que cuando uno está dentro, está metido en la vorágine y apagando incendios todos los días. Estas situaciones que comentábamos ahora se dan con bastante frecuencia en casos más desconocidos, más chicos, donde había que estar permanentemente viendo las grabadoras, oyendo las grabaciones, viendo que la persona cumplió su palabra o cometió una falta, etc. Yo, por ejemplo, perfectamente podría pedir una reunión al ministro de Hacienda y explicarles estas cosas y decirles ‘mire, usted tiene que hacer esto’.
El nuevo superintendente, frente a la pregunta que le formularon si había conflicto de interés en las bolsas de valores, dijo que la pregunta le parecía válida. Si la pregunta le parece válida, de ahí a que hagamos un cambio habrá mucho trecho, entonces no vamos a tener cambio.
Si yo fuera ministro de Hacienda -si bien el superintendente le reporta directamente al Presidente, hay una subordinación al ministro- me juntaría con todos los actores, les daría seis meses para que cambien los gobiernos corporativos a mejores prácticas y estándares internacionales, y si no lo hacen, lo hago yo por ley.
En ningún país desarrollado ocurre lo que ocurre aquí, hasta Colombia hizo esto hace años atrás. En Euronext,que es la bolsa que une toda Europa, yo no puedo ser ni siquiera asesor legal del banco matriz de una corredora y director de la bolsa. La independencia tiene que ser total. En Chile, da lo mismo.

Síguenos en