Pese a que el debate en torno a la inscripción automática y voto voluntario se terminó hace varios meses, en el mundo político surgen voces que buscan reposicionar el tema.

Se trata de algunos parlamentarios que en su momento votaron en contra del proyecto enviado por el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y que perdieron ampliamente en el Congreso, pero que hoy pretenden cambiar el curso de la iniciativa impulsada también por la administración Piñera.

En estos momentos, la Constitución Política reconoce el voto como voluntario, pero falta debatir una Ley Orgánica para institucionalizar el voto voluntario bajo ciertos preceptos. Es allí donde diputados como el DC Jorge Burgos proponen revisar la decisión.

“Cuando uno establece puros derechos que se le demandan al Estado, a las otras personas, y establece que las obligaciones son mucho más tenues, no se le hace un favor a la democracia ni a la sociedad, se demuestra un perjuicio. Lo que pasa, es que ahora, personas que aparentemente antes estuvieron con la reforma constitucional, han puesto en duda la opinión de antes y están planteando la posibilidad de volver al voto obligatorio. Si eso ocurre, yo voy a estar a favor”, dijo Burgos.

El debate encontró apoyo en los diputados PPD Felipe Harboe y el socialista Osvaldo Andrade. Éste último afirma que la idea es fortalecer la democracia, por lo que el deber cívico de acudir a las urnas es un derecho de los ciudadanos, quienes deben cumplirlo.

“Tenemos convicción de que el voto es a la vez un derecho y un deber. En consecuencia, su ejercicio no puede estar entregado a la voluntad, sino que tiene que ver con una forma en que uno cautela y participa en el sistema democrático. La persona verá en qué dirección ejerce su voto, si lo anula, si lo deja en blanco, pero el deber cívico de concurrir junto con el resto de los chilenos a manifestar su opinión respecto de determinados asuntos, me parece que es un deber”, afirmó Andrade.

En la Alianza, el secretario general de la UDI, Víctor Pérez, recurrió a la ironía, argumentando que después de la derrota en las elecciones presidenciales, en la Concertación quedaron tan confundidos que se olvidaron de que ellos mismos impulsaron el cambio.

“Sabíamos que había quedado confundida, profundamente dañada, teníamos absolutamente claro que no tienen claridad hacia dónde ir, cuál es el camino que tienen que tomar. Pero de ahí a empezar a desdecirse de lo que acordaron, a negar lo que dijeron, nos parece verdaderamente un despropósito. Aquí ya no solo hay confusión, frustración, sino que también una cierta voluntad política de engañar a la gente”, indicó.

El presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, en tanto, no duda en calificar la instalación del debate como “un chiste”.

El concejal indica que la estrategia de la Concertación es condicionar la aprobación de una ley orgánica en medio de un paquete de medidas que incluye la discusión de la ley de financiamiento a los partidos políticos, entre otras.

Punto aparte es la discusión por el voto de los chilenos en el extranjero. En la Concertación aseguran que la idea es que cualquier compatriota pueda ejercer su derecho a voto sin más requisito que avalar su nacionalidad, mientras indican que la Alianza quiere boicotear esa iniciativa exigiendo que los electores fuera del país tengan algún vínculo con Chile.

Carlos Larraín explicó que “”quisiéramos que los chilenos que viven afuera lo hagan, porque tienen no solo un nexo sentimental con el país, sino que pueden experimentar las consecuencias de su propio voto. Es decir, habría sido un poco absurdo que personas que no tienen ninguna vinculación con el Chile actual estuvieran decidiendo sobre el Transantiago, es bien cómo votar sobre el Transantiago cuando vives en Suecia y te beneficias del sistema de transporte estatal sueco. O sea, queremos que los chilenos que están en el extranjero, para votar en Chile, tengan alguna vinculación con el país y su futuro”.

Larraín indicó que hay puntos dentro de la agenda política que le convienen a la Alianza como una reforma al sistema binominal, pero eso no significa incluir otras iniciativas adicionales que también pide la oposición, como el reconocimiento a los pueblos originarios o las primarias para cargos de elección popular.

En la Alianza y en la Concertación, en todo caso, reconocen que el tema ya está lanzado y cambiar el voto voluntario es prácticamente imposible. El diputado PPD Pepe Auth aseguró que la “palabra ya está empeñada”.