El desarrollo de la educación de un país tiene que ir de la mano del apoyo y la inversión que hacen los Estados. Por eso se entiende que el compromiso hecho durante el pasado gobierno con las Universidades Públicas a través del Proyecto de Desempeño para la Revitalización de las Artes, las Humanidades, las Ciencias Sociales y las Ciencias de la Comunicación fue para saldar una deuda que se tiene con estas áreas del conocimiento en el país.
A través de una carta, nueve Premios Nacionales plantean que las razones para esta iniciativa “son de peso”, al pedir que los fondos que incluye este proyecto sean colocados de manera clara en la iniciativa del Presupuesto Fiscal para el 2011.
Primero, porque durante los años de la dictadura militar fueron precisamente las facultades de ciencias sociales las más reprimidas y castigadas por el régimen que encabezó Augusto Pinochet.
En ese mismo periodo la Universidad de Chile perdió su presencia en las regiones y al mismo tiempo desde entonces se ha disminuido paulatinamente el aporte fiscal de su presupuesto.
Sin desconocer el apoyo que también requieren las ciencias naturales, en los últimos años se ha registrado un crecimiento relativo de este sector con proyectos de investigación, becas y programas de posgrado, lo que a juicio de los Premios Nacionales que firman el documento ha tendido a invisibilizar a las ciencias humanas, al mundo de los símbolos, del lenguaje, la filosofía, del patrimonio, de la historia, de las minorías, del conflicto, de las diferencias, de la poesía, de las comunicaciones y del arte.
“Esto se ha traducido en un menor desarrollo, relativo, de las disciplinas que estudian al hombre como ser social y cultural. Lamentablemente, sin esta dimensión se está afectando al alma de Chile”, subraya la carta.
El documento agrega que es tiempo además que las ciencias naturales y exactas sean enriquecidas con los conocimientos de las ciencias sociales y viceversa.
Por eso “el gran interés en la concreción del Proyecto Bicentenario por la misma Facultad de Ciencias del Campus Juan Gómez Milla. La postergación del mayor centro nacional de producción de conocimientos sobre la sociedad humana y sus creaciones, que trabaja en una perspectiva nacional, pluralista, tolerante, laica, crítica, abierta al debate, podría poner en peligro cualquier proyecto de desarrollo sustentado en valores parciales, como por ejemplo, los meramente económicos”, precisan los Premios Nacionales.
Para los reconocidos profesionales, cualquier proyecto de educación nacional “debe considerar la formación de maestros de maestros de excelencia, con las exigencias de amplitud que satisfagan nuestras tradiciones pluralistas y con la experiencia de la comunidad científica internacional que garantizaría el Proyecto de Revitalización de las Artes, las Humanidades, las Ciencias Sociales y las Ciencias de la Comunicación”.
“Los Estados serios hacen honor a sus compromisos”, plantea la carta abierta, donde se agrega que se debe hacer “todo lo posible para evitar desconocer aquellos que fueron firmados por los gobiernos que les antecedieron”, como recordatorio de la responsabilidad adquirida durante la administración de Michelle Bachelet con el Proyecto Bicentenario que no sólo va a beneficiar el desarrollo de las ciencias sociales en la Universidad de Chile, sino también en el futuro a otras casas de estudios superiores estatales.
El documento fue firmado por Humberto Gianini Iñíguez, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 1999; Gonzalo Díaz Cuevas, Premio Nacional de Artes 2003; Jorge Hidalgo Lehuedé, Premio Nacional de Historia 2004; Juan Pablo Cárdenas Squella, Premio Nacional de Periodismo 2005; Ricardo Ffrench-Davis, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2005; Gabriel Salazar Vergara, Premio Nacional de Historia 2006; Faride Zerán Chelech, Premio Nacional de Periodismo 2007; María Olivia Mönckeberg Pardo, Premio Nacional de Periodismo 2009; y Mary T. Kalin Arroyo, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2010.
El desarrollo de la educación de un país tiene que ir de la mano del apoyo y la inversión que hacen los Estados. Por eso se entiende que el compromiso hecho durante el pasado gobierno con las Universidades Públicas a través del Proyecto de Desempeño para la Revitalización de las Artes, las Humanidades, las Ciencias Sociales y las Ciencias de la Comunicación fue para saldar una deuda que se tiene con estas áreas del conocimiento en el país.
A través de una carta, nueve Premios Nacionales plantean que las razones para esta iniciativa “son de peso”, al pedir que los fondos que incluye este proyecto sean colocados de manera clara en la iniciativa del Presupuesto Fiscal para el 2011.
Primero, porque durante los años de la dictadura militar fueron precisamente las facultades de ciencias sociales las más reprimidas y castigadas por el régimen que encabezó Augusto Pinochet.
En ese mismo periodo la Universidad de Chile perdió su presencia en las regiones y al mismo tiempo desde entonces se ha disminuido paulatinamente el aporte fiscal de su presupuesto.
Sin desconocer el apoyo que también requieren las ciencias naturales, en los últimos años se ha registrado un crecimiento relativo de este sector con proyectos de investigación, becas y programas de posgrado, lo que a juicio de los Premios Nacionales que firman el documento ha tendido a invisibilizar a las ciencias humanas, al mundo de los símbolos, del lenguaje, la filosofía, del patrimonio, de la historia, de las minorías, del conflicto, de las diferencias, de la poesía, de las comunicaciones y del arte.
“Esto se ha traducido en un menor desarrollo, relativo, de las disciplinas que estudian al hombre como ser social y cultural. Lamentablemente, sin esta dimensión se está afectando al alma de Chile”, subraya la carta.
El documento agrega que es tiempo además que las ciencias naturales y exactas sean enriquecidas con los conocimientos de las ciencias sociales y viceversa.
Por eso “el gran interés en la concreción del Proyecto Bicentenario por la misma Facultad de Ciencias del Campus Juan Gómez Milla. La postergación del mayor centro nacional de producción de conocimientos sobre la sociedad humana y sus creaciones, que trabaja en una perspectiva nacional, pluralista, tolerante, laica, crítica, abierta al debate, podría poner en peligro cualquier proyecto de desarrollo sustentado en valores parciales, como por ejemplo, los meramente económicos”, precisan los Premios Nacionales.
Para los reconocidos profesionales, cualquier proyecto de educación nacional “debe considerar la formación de maestros de maestros de excelencia, con las exigencias de amplitud que satisfagan nuestras tradiciones pluralistas y con la experiencia de la comunidad científica internacional que garantizaría el Proyecto de Revitalización de las Artes, las Humanidades, las Ciencias Sociales y las Ciencias de la Comunicación”.
“Los Estados serios hacen honor a sus compromisos”, plantea la carta abierta, donde se agrega que se debe hacer “todo lo posible para evitar desconocer aquellos que fueron firmados por los gobiernos que les antecedieron”, como recordatorio de la responsabilidad adquirida durante la administración de Michelle Bachelet con el Proyecto Bicentenario que no sólo va a beneficiar el desarrollo de las ciencias sociales en la Universidad de Chile, sino también en el futuro a otras casas de estudios superiores estatales.
El documento fue firmado por Humberto Gianini Iñíguez, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 1999; Gonzalo Díaz Cuevas, Premio Nacional de Artes 2003; Jorge Hidalgo Lehuedé, Premio Nacional de Historia 2004; Juan Pablo Cárdenas Squella, Premio Nacional de Periodismo 2005; Ricardo Ffrench-Davis, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2005; Gabriel Salazar Vergara, Premio Nacional de Historia 2006; Faride Zerán Chelech, Premio Nacional de Periodismo 2007; María Olivia Mönckeberg Pardo, Premio Nacional de Periodismo 2009; y Mary T. Kalin Arroyo, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2010.
El desarrollo de la educación de un país tiene que ir de la mano del apoyo y la inversión que hacen los Estados. Por eso se entiende que el compromiso hecho durante el pasado gobierno con las Universidades Públicas a través del Proyecto de Desempeño para la Revitalización de las Artes, las Humanidades, las Ciencias Sociales y las Ciencias de la Comunicación fue para saldar una deuda que se tiene con estas áreas del conocimiento en el país.
A través de una carta, nueve Premios Nacionales plantean que las razones para esta iniciativa “son de peso”, al pedir que los fondos que incluye este proyecto sean colocados de manera clara en la iniciativa del Presupuesto Fiscal para el 2011.
Primero, porque durante los años de la dictadura militar fueron precisamente las facultades de ciencias sociales las más reprimidas y castigadas por el régimen que encabezó Augusto Pinochet.
En ese mismo periodo la Universidad de Chile perdió su presencia en las regiones y al mismo tiempo desde entonces se ha disminuido paulatinamente el aporte fiscal de su presupuesto.
Sin desconocer el apoyo que también requieren las ciencias naturales, en los últimos años se ha registrado un crecimiento relativo de este sector con proyectos de investigación, becas y programas de posgrado, lo que a juicio de los Premios Nacionales que firman el documento ha tendido a invisibilizar a las ciencias humanas, al mundo de los símbolos, del lenguaje, la filosofía, del patrimonio, de la historia, de las minorías, del conflicto, de las diferencias, de la poesía, de las comunicaciones y del arte.
“Esto se ha traducido en un menor desarrollo, relativo, de las disciplinas que estudian al hombre como ser social y cultural. Lamentablemente, sin esta dimensión se está afectando al alma de Chile”, subraya la carta.
El documento agrega que es tiempo además que las ciencias naturales y exactas sean enriquecidas con los conocimientos de las ciencias sociales y viceversa.
Por eso “el gran interés en la concreción del Proyecto Bicentenario por la misma Facultad de Ciencias del Campus Juan Gómez Milla. La postergación del mayor centro nacional de producción de conocimientos sobre la sociedad humana y sus creaciones, que trabaja en una perspectiva nacional, pluralista, tolerante, laica, crítica, abierta al debate, podría poner en peligro cualquier proyecto de desarrollo sustentado en valores parciales, como por ejemplo, los meramente económicos”, precisan los Premios Nacionales.
Para los reconocidos profesionales, cualquier proyecto de educación nacional “debe considerar la formación de maestros de maestros de excelencia, con las exigencias de amplitud que satisfagan nuestras tradiciones pluralistas y con la experiencia de la comunidad científica internacional que garantizaría el Proyecto de Revitalización de las Artes, las Humanidades, las Ciencias Sociales y las Ciencias de la Comunicación”.
“Los Estados serios hacen honor a sus compromisos”, plantea la carta abierta, donde se agrega que se debe hacer “todo lo posible para evitar desconocer aquellos que fueron firmados por los gobiernos que les antecedieron”, como recordatorio de la responsabilidad adquirida durante la administración de Michelle Bachelet con el Proyecto Bicentenario que no sólo va a beneficiar el desarrollo de las ciencias sociales en la Universidad de Chile, sino también en el futuro a otras casas de estudios superiores estatales.
El documento fue firmado por Humberto Gianini Iñíguez, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 1999; Gonzalo Díaz Cuevas, Premio Nacional de Artes 2003; Jorge Hidalgo Lehuedé, Premio Nacional de Historia 2004; Juan Pablo Cárdenas Squella, Premio Nacional de Periodismo 2005; Ricardo Ffrench-Davis, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2005; Gabriel Salazar Vergara, Premio Nacional de Historia 2006; Faride Zerán Chelech, Premio Nacional de Periodismo 2007; María Olivia Mönckeberg Pardo, Premio Nacional de Periodismo 2009; y Mary T. Kalin Arroyo, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2010.
