El tren que transportaba deshechos nucleares procedentes de Francia  llegó este lunes a su destino en la estación alemana de Dannenberg a pesar de las violentas protestas para impedir su llegada.

Las 123 toneladas de residuos nucleares tuvieron que ser transportadas en camiones para cubrir los últimos 20 kilómetros de trayecto hasta el almacén  situado al norte de Alemania.

Después de un fin de semana de fuertes protestas, que en ocasiones derivaron en serios enfrentamientos con la policía,   las fuerzas de seguridad tuvieron que cargar contra los manifestantes. Fue necesario retirar de las vías varias veces piedras y objetos colocados por los manifestantes anti nucleares para evitar el avance del convoy.