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Año XVI, 29 de marzo de 2024


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Luego de más de un mes de manifestaciones:

Trabajadores de Farmacias Ahumada concluyen huelga con “gusto a poco”

Pese a que la cadena farmacéutica aceptó reajustar el sueldo base al salario mínimo y equiparar las remuneraciones de todos los trabajadores, no se obtuvieron las gratificaciones y la situación laboral de los vendedores continúa siendo precaria.

Paula Correa

  Miércoles 10 de noviembre 2010 20:00 hrs. 
huelga farmacias ahumada_FASA

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Después de más de un mes en huelga, los cerca de 800 trabajadores de Farmacias Ahumada depusieron el paro gracias a un acuerdo con la empresa, que fue mediado por la Dirección Nacional del Trabajo.

El conflicto se desató porque el sueldo base que recibían los vendedores bordeaba los 32 mil pesos, lo que variaba según antigüedad y el resto del salario debía conformarse sobre la base de comisiones. A partir de eso, el acuerdo consistió en asegurar los 172 mil pesos, correspondientes al sueldo mínimo y nivelar las remuneraciones a sus trabajadores.

Un advenimiento al que se llegó luego de una larga y compleja manifestación, sobre todo, por el impacto económico que significó para las familias. Ante esto, la directora Nacional del Trabajo, María Cecilia Sánchez, explicó que “en la huelga se suspende la relación laboral y no hay obligación de pagar remuneraciones, pero para que no fuera tan difícil para los trabajadores, se hizo un préstamo blando, sin intereses y sin reajustes y se va a descontar en 24 meses”.

Pese a estas garantías crediticias, el acuerdo no dejó del todo satisfechos a los trabajadores ya que, a pesar de contar con el salario mínimo asegurado, sólo una parte de él estará a cargo de la empresa y alrededor del 50 por ciento seguirá proviniendo de sus comisiones.

Un sistema que dio paso a la venta de los llamados “medicamentos con canela”, que aunque fue modificado luego del escándalo de la colusión, continúa siendo sumamente engorroso, ya que se estructura por puntos, cuyos valores son ambiguos, poco estables y sujetos a permanentes modificaciones.

La presidenta del Sindicato de Trabajadores Número 1, Imarú Martínez, advirtió que otra materia pendiente en la negociación fue la necesidad de contar con una gratificación garantizada.

“Para nosotros es una derrota no haber conseguido la gratificación porque empresas millonarias como Farmacias Ahumada justifican no tener utilidades para no otorgar beneficios a sus trabajadores. Todos sabemos que estos son artilugios y abismos en la ley que encuentran para aprovecharse, porque en la práctica estas empresas sí tienen ganancias millonarias”, sostuvo la dirigente.

Por su parte, el vocero de la Unión de Dueños de Farmacias Independientes, Raúl Álvarez, lamentó el resultado de la negociación, pues afirmó que, en las condiciones de mercado actuales, los empleados se ven obligados a colaborar con las grandes cadenas.

“Ese acuerdo al que han  llegado los empleados de Farmacias Ahumada es forzado. Tenían pocas alternativas para resolver el problema porque, finalmente, ellos han pasado a ser socios de Farmacias Ahumada en los delitos que comete al recibir tratos especiales con los laboratorios. En vez de atacar las causas de la enfermedad se pone un parche que provoca más daño”, dijo.

Álvarez advirtió que las condiciones en las que se trabaja en las grandes cadenas provienen de las estructuras impuestas por este enorme oligopolio, una realidad que, a su juicio, es impresentable y única en el mundo.

Frente a esto, la directora del sindicato, Juana Figueroa afirmó que durante mucho tiempo han buscado ayuda de los parlamentarios para cambiar esta situación, pero que a raíz de este último conflicto, quedaron sumamente defraudados.

“La ley nos desfavorece mucho en este tema. Tocamos varias puertas. Fuimos al Congreso y en la comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados se asombran con esto, pero no se hacen cargo. Entonces, ¿ si ellos hacen las leyes y después no se hacen cargo, de qué país estamos hablando?”, inquirió Figueroa.

Un complejo panorama para los trabajadores de las grandes cadenas como Ahumada, Cruz Verde y Salco Brand las que, pese al escándalo de colusión, siguen concentrando más del 90 por ciento del mercado farmacéutico.

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