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Vocero de huelguistas de Caimanes: “Es una vergüenza que el Gobierno hable con Luksic y con nosotros no”

Ninoska Leiva

  Jueves 18 de noviembre 2010 21:08 hrs. 
Radio-Uchile

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Representantes de la comunidad de Caimanes en la región de Coquimbo se reunieron con la presidenta de la Cámara de Diputados, Alejandra Sepúlveda, en el Congreso Nacional para solicitar que interceda en el conflicto que viven con la empresa minera Los Pelambres.

Hace 53 días once personas mantienen una huelga de hambre como medida de presión sobre la compañía minera para que resuelva el destino del tranque de relaves tóxicos “El Mauro”, que contiene más de cuatro millones de metros cúbicos de desechos que amenazan con rebasarse.

Cristián Flores, vocero de la comunidad de Caimanes, indicó que el estado de salud de los ocho hombres y tres mujeres huelguistas sigue empeorando y denunció que el Ejecutivo aún no muestra interés por sentarse a conversar.

“Una vez más no fuimos recibidos por el Gobierno. Nos rechazaron rotundamente y creo que es una vergüenza que cuando viene el señor Luksic, que es la persona con la que tenemos el conflicto, pueden estar un día entero conversando con él porque es de su estatus y que nosotros como somos ciudadanos comunes y corrientes, no tenemos derecho a conversar con las autoridades”, sentenció.

De hecho, la semana pasada el ministro Jaime Mañalich indicó que a partir del día 50 el estado de salud comenzaría a empeorar, lo que Flores calificó como una falta de respeto.

Acerca de los dichos del ministro de Minería, Laurence Golborne, quien afirmó que se trata de un conflicto entre privados, el vocero de Caimanes reiteró que el Ejecutivo tiene que cumplir con su responsabilidad en el asunto.

“El Gobierno es el que aprueba los tranques de relaves, ellos tienen que ver derechamente en esto, entonces es necesario que se hagan parte en este conflicto. Estamos en una lucha permanente, no descartamos ningún tipo de lucha, no vamos a bajar el movimiento, vamos a dar la pelea hasta el final. Y si alguno de los huelguistas muere, de aquí tiene que salir algún responsable. No puede ser responsable la gente, hay responsabilidades del Gobierno y la minera”, señaló.

El peligro que vive el pueblo de más de mil 600 personas es tal que si hubiera un sismo, las personas tendrían apenas cinco minutos para escapar, mientras el pueblo completo sería arrasado por millones de toneladas de desechos tóxicos.

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