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Diferendo Costa Rica-Nicaragua obliga a OEA a abandonar tradicional consenso

El diferendo Costa Rica-Nicaragua obligó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a abandonar su tradicional consenso y votar para tomar decisiones por primera vez en décadas, un precedente que pesará a la hora de debatir temas álgidos como el reingreso de Honduras.

Radio Nederland

  Miércoles 24 de noviembre 2010 14:48 hrs. 
Radio-Uchile

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El Consejo Permanente, el órgano político de la OEA, tuvo que recurrir a una casi inédita votación el 12 de noviembre para adoptar una resolución que pedía el retiro de tropas nicaragüenses de la zona en conflicto y el inicio de un diálogo bilateral, ante posturas irreconciliables de sus socios.

Una semana más tarde luego de que Managua se negara a cumplir, la OEA, con 33 miembros activos, se vio obligada nuevamente a votar para convocar una reunión de cancilleres que aborde el diferendo fronterizo.

En la primera votación, 22 países votaron a favor, tres se abstuvieron (Ecuador, Guyana y Dominica) y se pronunciaron dos en contra, Nicaragua y Venezuela. En la segunda, con la ausencia de Nicaragua, 22 votaron a favor, siete se abstuvieron (no se revelaron oficialmente los países por no ser un voto nominal) y sólo Venezuela votó en contra.

Las votaciones sientan un precedente que pueden llevar a “que la OEA actúe en otra manera y correr el riesgo de revelar muchas fisuras y muchas facciones (…) que podrían tener el efecto de debilitar más la OEA”, estimó a AFP el presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano, Michael Shifter.

Varios países, como Perú, algunos centroamericanos y caribeños, celebraron la votación como un nuevo periodo de “mayor movilidad” en la OEA.

“Aquí había un grupo de países, muy pequeño por cierto, que con el cuento de que vamos a aprobar todo por consenso, tenían paralizada la organización”, dijo a AFP el representante panameño, Guillermo Cochez.

“Si bien es cierto que el consenso es positivo y favorable, también es cierto que hay que respetar a las mayorías”, dijo Cochez.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, afirmó luego de que se convocara a la reunión de cancilleres el 7 de diciembre, que el consenso es lo ideal para “temas políticos graves”, pero descartó que una votación debilite a la OEA.

“Por favor no digamos que estamos ni despedazando la organización ni saliendo de nuestro marco”, subrayó.

Precisamente que la OEA se debilitaba porque al votar favoreció la postura de Costa Rica en detrimento de Nicaragua, fue lo que alegó Venezuela para votar en contra.

“Todo el apoyo implícito se volcó en favor de una de las partes”, dijo el representante venezolano, Roy Chaderton.

“Votar nos fractura de alguna forma”, estimó por su parte la ecuatoriana María Isabel Salvador, cuyo país se abstuvo en las dos votaciones. Seguir la tendencia de votaciones puede “polarizar más a los Estados”.

“Posiblemente todo lo que ocurrió es una manera de preparar el terreno para lograr que Honduras regrese a la OEA por la puerta de atrás, es decir por medio de una votación, cuando por unanimidad fue suspendida”, advirtió Chaderton.

Honduras sigue suspendida desde el golpe de Estado de junio de 2009, a pesar de la activa campaña que adelantan Estados Unidos y los países centroamericanos para que retorne a la OEA.

Se abrió “una caja de pandora” que puede “revelar enormes diferencias políticas entre los distintos gobiernos y es un riesgo”, dijo Shifter.

Un peso más para una organización que ha sido blanco de críticas por su capacidad de acción luego de que fracasara en sus intentos de revertir el golpe de Estado en Honduras.

“La debilidad de la OEA no es una novedad. (…) Sabemos que la OEA expresa las relaciones hemisféricas y sufre de las tensiones y desconfianzas que existen entre muchos gobiernos”, concluyó Shifter.

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