Por sesenta votos en contra y 52 a favor, los diputados rechazaron en general el proyecto de ley de reajuste salarial para los funcionarios públicos 2011.
La negativa se dio pese a que el Gobierno en esta instancia decidió aumentar el 3,7 por ciento propuesto inicialmente a un 4,2 por ciento, pero la cifra aún dista mucho del 8,9 por ciento que en un comienzo habían pedido los trabajadores.
En la mañana, al comienzo de la sesión en la Cámara, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció el aumento y justificó el nuevo guarismo recordando los mensajes de lo proyectos de reajuste presentados por la Concertación que, según dijo, aludían también a “una sana administración y responsabilidad de las finanzas públicas”.
Sin embargo, esa fue la última cifra presentada antes que se rompieras las negociaciones entre las autoridades y la mesa del sector público, por lo que Raúl de la Puente, presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), ya adelantaba la oposición de su sector antes de la votación. “Este es un 4,2 ya rechazado y, por lo tanto, inaceptable para nosotros”.
La iniciativa, que fue enviada al Congreso por el Ejecutivo sin acuerdo y con discusión inmediata, había concitado el rechazo de los empleados públicos, quienes se mantienen en un paro nacional desde ayer, y de los parlamentarios de oposición. Incluso, obtuvo críticas desde la misma Alianza, cuyos diputados llamaron al Ejecutivo a establecer un reajuste acorde al crecimiento económico del país.
El diputado RN Joaquín Godoy había anunciado esta mañana aprobarían el 4,2 por ciento actual, aunque ayer su bancada puso un piso de 5 por ciento. “El Gobierno hizo un esfuerzo y la verdad es que lo recibimos de muy buena manera, vamos a apoyar el nuevo guarismo”, adelantó.
Sin embargo, independientes adscritos al comité de RN, como Marta Isasi, se desmarcaron de esta posición y rechazaron la iniciativa. “Me parece miserable, mezquino, egoísta el 3,7 por ciento que ha ofrecido el Gobierno llamado Alianza por Chile”, afirmó la diputada.
Desde la Concertación las críticas fueron duras. El diputado DC Pablo Lorenzi ironizó con la cifra: “Esta mañana salí de compras y logré comprar unos cuchuflíes (con el monto del aumento)”, dijo y afirmó que votaría en contra “mientras no tengamos un reajuste razonable”.
Esta es la segunda derrota que sufre el proyecto. Ayer, la comisión de Hacienda de la Cámara también rechazó la idea de legislar por siete votos en contra y seis favor, balanza que se inclinó gracias al diputado independiente Miodrag Marinovic.
El debate por el reajuste salarial se da además en un tenso ambiente entre el sector público y las autoridades debido a los masivos despidos en la administración del Estado desde el comienzo del Gobierno de Sebastián Piñera, que ya suman más de cinco mil y amenazan con crecer rápidamente en estos días, cuando se vencen los convenios a contrata de los empleados fiscales.
Por esto, Raúl de la Puente buscó insertar este tema en la discusión del reajuste señalando que es necesario que en este proyecto de ley además “exista una cláusula para proteger a los funcionarios públicos bien calificados para que se les renueve su contrato como corresponde”.
Demanda que ha tenido eco en la oposición y a la que el ministro de Hacienda se vio obligado a responder al momento de presentar la indicación sobre el monto del reajuste. “(Somos) una economía que crece, que crea 315 mil empleos en los últimos siete meses, y estamos dispuestos a revisar aquellos casos donde haya arbitrariedades”, reafirmando las declaraciones oficiales de ayer sobre este tema.
Por sesenta votos en contra y 52 a favor, los diputados rechazaron en general el proyecto de ley de reajuste salarial para los funcionarios públicos 2011.
La negativa se dio pese a que el Gobierno en esta instancia decidió aumentar el 3,7 por ciento propuesto inicialmente a un 4,2 por ciento, pero la cifra aún dista mucho del 8,9 por ciento que en un comienzo habían pedido los trabajadores.
En la mañana, al comienzo de la sesión en la Cámara, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció el aumento y justificó el nuevo guarismo recordando los mensajes de lo proyectos de reajuste presentados por la Concertación que, según dijo, aludían también a “una sana administración y responsabilidad de las finanzas públicas”.
Sin embargo, esa fue la última cifra presentada antes que se rompieras las negociaciones entre las autoridades y la mesa del sector público, por lo que Raúl de la Puente, presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), ya adelantaba la oposición de su sector antes de la votación. “Este es un 4,2 ya rechazado y, por lo tanto, inaceptable para nosotros”.
La iniciativa, que fue enviada al Congreso por el Ejecutivo sin acuerdo y con discusión inmediata, había concitado el rechazo de los empleados públicos, quienes se mantienen en un paro nacional desde ayer, y de los parlamentarios de oposición. Incluso, obtuvo críticas desde la misma Alianza, cuyos diputados llamaron al Ejecutivo a establecer un reajuste acorde al crecimiento económico del país.
El diputado RN Joaquín Godoy había anunciado esta mañana aprobarían el 4,2 por ciento actual, aunque ayer su bancada puso un piso de 5 por ciento. “El Gobierno hizo un esfuerzo y la verdad es que lo recibimos de muy buena manera, vamos a apoyar el nuevo guarismo”, adelantó.
Sin embargo, independientes adscritos al comité de RN, como Marta Isasi, se desmarcaron de esta posición y rechazaron la iniciativa. “Me parece miserable, mezquino, egoísta el 3,7 por ciento que ha ofrecido el Gobierno llamado Alianza por Chile”, afirmó la diputada.
Desde la Concertación las críticas fueron duras. El diputado DC Pablo Lorenzi ironizó con la cifra: “Esta mañana salí de compras y logré comprar unos cuchuflíes (con el monto del aumento)”, dijo y afirmó que votaría en contra “mientras no tengamos un reajuste razonable”.
Esta es la segunda derrota que sufre el proyecto. Ayer, la comisión de Hacienda de la Cámara también rechazó la idea de legislar por siete votos en contra y seis favor, balanza que se inclinó gracias al diputado independiente Miodrag Marinovic.
El debate por el reajuste salarial se da además en un tenso ambiente entre el sector público y las autoridades debido a los masivos despidos en la administración del Estado desde el comienzo del Gobierno de Sebastián Piñera, que ya suman más de cinco mil y amenazan con crecer rápidamente en estos días, cuando se vencen los convenios a contrata de los empleados fiscales.
Por esto, Raúl de la Puente buscó insertar este tema en la discusión del reajuste señalando que es necesario que en este proyecto de ley además “exista una cláusula para proteger a los funcionarios públicos bien calificados para que se les renueve su contrato como corresponde”.
Demanda que ha tenido eco en la oposición y a la que el ministro de Hacienda se vio obligado a responder al momento de presentar la indicación sobre el monto del reajuste. “(Somos) una economía que crece, que crea 315 mil empleos en los últimos siete meses, y estamos dispuestos a revisar aquellos casos donde haya arbitrariedades”, reafirmando las declaraciones oficiales de ayer sobre este tema.
Por sesenta votos en contra y 52 a favor, los diputados rechazaron en general el proyecto de ley de reajuste salarial para los funcionarios públicos 2011.
La negativa se dio pese a que el Gobierno en esta instancia decidió aumentar el 3,7 por ciento propuesto inicialmente a un 4,2 por ciento, pero la cifra aún dista mucho del 8,9 por ciento que en un comienzo habían pedido los trabajadores.
En la mañana, al comienzo de la sesión en la Cámara, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció el aumento y justificó el nuevo guarismo recordando los mensajes de lo proyectos de reajuste presentados por la Concertación que, según dijo, aludían también a “una sana administración y responsabilidad de las finanzas públicas”.
Sin embargo, esa fue la última cifra presentada antes que se rompieras las negociaciones entre las autoridades y la mesa del sector público, por lo que Raúl de la Puente, presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), ya adelantaba la oposición de su sector antes de la votación. “Este es un 4,2 ya rechazado y, por lo tanto, inaceptable para nosotros”.
La iniciativa, que fue enviada al Congreso por el Ejecutivo sin acuerdo y con discusión inmediata, había concitado el rechazo de los empleados públicos, quienes se mantienen en un paro nacional desde ayer, y de los parlamentarios de oposición. Incluso, obtuvo críticas desde la misma Alianza, cuyos diputados llamaron al Ejecutivo a establecer un reajuste acorde al crecimiento económico del país.
El diputado RN Joaquín Godoy había anunciado esta mañana aprobarían el 4,2 por ciento actual, aunque ayer su bancada puso un piso de 5 por ciento. “El Gobierno hizo un esfuerzo y la verdad es que lo recibimos de muy buena manera, vamos a apoyar el nuevo guarismo”, adelantó.
Sin embargo, independientes adscritos al comité de RN, como Marta Isasi, se desmarcaron de esta posición y rechazaron la iniciativa. “Me parece miserable, mezquino, egoísta el 3,7 por ciento que ha ofrecido el Gobierno llamado Alianza por Chile”, afirmó la diputada.
Desde la Concertación las críticas fueron duras. El diputado DC Pablo Lorenzi ironizó con la cifra: “Esta mañana salí de compras y logré comprar unos cuchuflíes (con el monto del aumento)”, dijo y afirmó que votaría en contra “mientras no tengamos un reajuste razonable”.
Esta es la segunda derrota que sufre el proyecto. Ayer, la comisión de Hacienda de la Cámara también rechazó la idea de legislar por siete votos en contra y seis favor, balanza que se inclinó gracias al diputado independiente Miodrag Marinovic.
El debate por el reajuste salarial se da además en un tenso ambiente entre el sector público y las autoridades debido a los masivos despidos en la administración del Estado desde el comienzo del Gobierno de Sebastián Piñera, que ya suman más de cinco mil y amenazan con crecer rápidamente en estos días, cuando se vencen los convenios a contrata de los empleados fiscales.
Por esto, Raúl de la Puente buscó insertar este tema en la discusión del reajuste señalando que es necesario que en este proyecto de ley además “exista una cláusula para proteger a los funcionarios públicos bien calificados para que se les renueve su contrato como corresponde”.
Demanda que ha tenido eco en la oposición y a la que el ministro de Hacienda se vio obligado a responder al momento de presentar la indicación sobre el monto del reajuste. “(Somos) una economía que crece, que crea 315 mil empleos en los últimos siete meses, y estamos dispuestos a revisar aquellos casos donde haya arbitrariedades”, reafirmando las declaraciones oficiales de ayer sobre este tema.
