Continúa la incertidumbre respecto del estado  de salud de los alumnos de la Escuela La Greda de Puchuncaví. Este jueves las autoridades regionales dieron a conocer los resultados de los exámenes toxicológicos que se realizaron a 102 estudiantes, luego que el Instituto de Salud Pública (ISP), confirmara la presencia de metales pesados en sus patios y salas.

Si bien, desde la Intendencia de Valparaíso aseguraron en todos los casos la presencia de plomo y arsénico no sobrepasa los niveles normales, precisaron que existen 40 niños con sospecha de déficit atencional y otros 34 con patologías respiratorias que serán derivados a especialistas.

“En materia de metales pesados, concretamente en arsénico y en plomo, todos los alumnos están bajo los rangos normales. Sí hay algunos números un poco más altos en lo que se refiere a cefalea crónica, a déficit atencional y en materia respiratoria, pero esos índices que son algo más altos requieren ser enfrentados por expertos y además medidos respecto de otra población similar de un colegio que vamos a seleccionar y que estará ubicado en la comuna de San Antonio”, explicó el intendente, Raúl Celis.

Sin embargo, el doctor Andrei Tchernitchin, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, aseguró que tanto el arsénico como el plomo, producen un daño irreversible en la salud de las personas y que, precisamente, los estudios que se han realizado en localidades contaminadas tanto en Estados Unidos como en Europa han demostrado que este tipo de sustancias desatan algunos de los problemas que están presentando los niños de la Escuela La Greda.

“La presencia de plomo produce daño neuroconductual y deja secuelas reproductivas. Hay trabajos muy interesantes que muestran que hay una correlación entre el nivel de plomo en la sangre de los niños con la cantidad que hay en el suelo. Además hay una correlación en las escuelas especiales para los que tienen déficit de aprendizaje que son mucho más frecuentes en aquellas partes que están contaminadas por plomo”, precisó el médico.

Mientras, los perjuicios del arsénico se manifestarían en el futuro en malformaciones fetales, daño pulmonar y cáncer, entre otras complicaciones. “La exposición prenatal a arsénico hace que haya más probabilidad de que la persona muera por bronquiectasia y además, la exposición crónica favorece el cáncer pulmonar”, agregó.

La Escuela La Greda está ubicada a pocos metros del complejo industrial Ventanas de Codelco, que incluye centrales termoeléctricas, cementeras y una fundición. En marzo de este año, más de 40 alumnos y profesores sufrieron una intoxicación derivada de la emisión de gases contaminantes a raíz de una emergencia en la planta, lo que provocó el cierre temporal del colegio, medida que se levantó en abril.

Por lo mismo, el doctor Tchernitchin advirtió que la única opción para evitar la exposición al foco de polución es el traslado general de la comunidad. “Siempre es mejor eliminar las fuentes, no sacamos nada con trasladar la escuela y que los niños sigan viviendo cerca, sino que hay que erradicar a toda la población y trasladarla a un lugar donde no haya plomo ni arsénico. O la alternativa es cerrar las industrias, pero no creo que lo hagan, por tanto, la única posibilidad es buscar un nuevo lugar, no contaminado”, dijo el experto.

En ese sentido, David Insunza, presidente del Consejo Ecológico de Puchuncaví Quintero, enfatizó que más allá de los resultados puntuales de La Greda, los impactos ambientales del parque industrial Ventanas se sienten en toda la zona.

El dirigente sostuvo que “el Estado no se ha hecho responsable de lo que la ley le encomienda y demanda a través de la Constitución. Fiscalizar es su deber ineludible. No estamos en desacuerdo con que las empresas se auto monitoreen, porque las estaciones de monitoreo existentes son de Codelco y AES Gener. No es malo que se auto monitoreen, pero el Estado no fiscaliza. A través de recursos de protección, los mismos tribunales le han pedido las actas de fiscalización a los servicios y éstos no las tienen. Es una aberración”.

David Insunza enfatizó que se requieren estaciones de monitoreo “independientes y confiables” para que el Estado mida las emanaciones de gases y residuos de las empresas emplazadas en la zona.

“El Estado autoriza, aprueba los proyectos, pero a posterior no los fiscaliza y nos encontramos con este impacto irreversible, que daña todo el entorno: no solo el suelo, el aire y las aguas, sino que también la vida y la salud del ser humano. Es una vergüenza, creo que en ninguna parte del mundo pasa”, concluyó.

Los nuevos exámenes que se practicarán a los alumnos de La Greda serán comparados bajo la metodología de la Agencia de Evaluación Toxicológica de Estados Unidos y sus resultados podrían conocerse en octubre.