Continúan las movilizaciones en Starbucks y la huelga de hambre que comenzaron tres dirigentes emblemáticos el domingo pasado ante la constante negativa de la empresa a negociar con sus trabajadores.

El presidente del Sindicato, Andrés Giordano, señaló que esta medida de presión trasciende sus demandas particulares y se convierte en un tema país, cuando la empresa se opone públicamente a los sindicatos y cuando el Gobierno no asegura el derecho a negociar, menos aún cuando se trata de empresas privadas.

“La crítica no va sólo referida a la empresa sino también a los organismos estatales que no han sido capaces de fiscalizar y garantizar que estos derechos no sean transgredidos. El problema es que se trata de un tema que trasciende una mera negociación colectiva y se vuelve un tema de derechos inalienables, constitucionales y humanos. En ese sentido, la medida drástica que atenta contra nosotros pasa un poco por la convicción que nosotros tenemos sobre un proyecto que debería ser protegido por el Estado chileno y en este momento está siendo pasado a llevar”, explicó el dirigente.

Giordano añadió que ante el poco resguardo a los derechos laborales en Chile, creen que es fundamental mantener este tipo de lucha.

Los tres huelguistas ya tienen problemas de salud visibles como debilidad física, mareos, náuseas, dolores de cabeza y temblores en el cuerpo, por lo que debieron incluir suero en su dieta líquida. Además, ya acumulan una baja promedio de 5 kilogramos.

Sin embargo, la empresa está ignorando este movimiento y los dirigentes temen que endurezca su postura y se cierre definitivamente al diálogo. En este sentido, los trabajadores no descartan recurrir a la justicia y llevar al caso a tribunales internacionales si es necesario.