Sorpresivamente, pero sin sorprender, el Presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció al mediodía del viernes la decisión de adelantar las elecciones generales del país programadas para marzo del año 2012 al 20 de noviembre próximo, determinación que comunicó luego de una reunión del Consejo de Ministros.
Sin mencionar expresamente las dificultades que ha tenido su administración para lidiar con las graves consecuencias financieras, políticas y sociales de la crisis económica que afecta a toda Europa, Rodríguez Zapatero dejó entrever la necesidad de que un nuevo gobierno se haga cargo de la conducción del país, cuando ya su gabinete evidencia claros signos de agotamiento y descrédito.
Hecho que quedó patente luego de los magros resultados obtenidos por el gobernante Partido Socialista Español, PSOE, en las elecciones regionales y municipales de mayo pasado, comicios que más allá de las cifras en las urnas, estuvieron marcados por el anuncio previo de Rodríguez Zapatero de que no repostularía a su cargo, pero especialmente por el masivo movimiento de los “indignados” que se tomaron la Puerta del Sol en Madrid para protestar contra la indiferencia clase política ante el deterioro de las condiciones de vida en el país.
En ese sentido, el jefe del gobierno español dejó de manifiesto que el principal desafío de la nueva administración será el manejo económico y la superación de la crisis actual, hechos que motivaron la decisión de adelantar los comicios en cuatro meses.
“Si estimo conveniente que se celebren las elecciones en otoño es para que el nuevo gobierno que resulte elegido de las urnas se haga ya cargo de todo el ejercicio económico correspondiente a 2012. La fecha de las elecciones permitirá razonablemente que el nuevo gobierno esté en ejercicio a fin de año. Con ello podrá tomar en breve tiempo las riendas del conjunto de las decisiones que Constitucionalmente le corresponden”, señaló Zapatero.
Consciente de que en estos tiempos las dilaciones políticas son costosas, Rodríguez Zapatero explicó que la medida busca en el corto plazo generar certidumbres políticas y económicas para avanzar en la recuperación. Posiblemente, una lección aprendida luego de contemplar la experiencia del gobierno griego, apremiado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para aprobar en tiempo récord un duro paquete de medidas de austeridad para seguir recibiendo ayuda financiera.
“Es para proyectar certidumbre política y económica para los próximos meses, sobre lo que queda por hacer, sobre lo que vamos a hacer y sobre la fecha electoral. Así el debate público ya no girará sobre la fecha electoral, sino que se centrará en las tareas que tenemos que cumplir, que tenemos que terminar, y a partir de ahí en las propuestas de las distintas fuerzas políticas para la convocatoria electoral”, indicó el jefe de gobierno.
Enterados de la decisión del gobierno, los líderes de los principales partidos aprovecharon de manifestar sus propuestas para iniciar la carrera hacia el poder. El candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba descartó haberle solicitado a Rodríguez Zapatero adelantar los comicios y se comprometió a iniciar una nueva etapa de gobierno, como una forma de separar su figura del agotado gobierno socialista en ejercicio.
Mientras, el dirigente opositor del Partido Popular, Mariano Rajoy, se mostró satisfecho con el anuncio gubernamental y afirmó que celebrar los comicios antes de la fecha original era voluntad de su partido, pero también del pueblo de España, aunque reconoció que el gobierno por venir deberá hacerse cargo de tareas muy complejas.
“Para el Partido Popular igual que para la mayoría de los españoles las elecciones son el impulso necesario para salir de la grave situación en la que nos encontramos. En los votos, en la voluntad popular se encuentra el caudal de confianza y determinación que necesita España para salir adelante y para afrontar con ilusión el futuro”, explicó el líder opositor.
Aunque los sondeos de opinión se han mostrado favorables a una victoria del Partido Popular, las cifras no parecen concluyentes y las tendencias se definirán después de las vacaciones de verano boreal, que acaban de comenzar en el hemisferio norte.
Sorpresivamente, pero sin sorprender, el Presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció al mediodía del viernes la decisión de adelantar las elecciones generales del país programadas para marzo del año 2012 al 20 de noviembre próximo, determinación que comunicó luego de una reunión del Consejo de Ministros.
Sin mencionar expresamente las dificultades que ha tenido su administración para lidiar con las graves consecuencias financieras, políticas y sociales de la crisis económica que afecta a toda Europa, Rodríguez Zapatero dejó entrever la necesidad de que un nuevo gobierno se haga cargo de la conducción del país, cuando ya su gabinete evidencia claros signos de agotamiento y descrédito.
Hecho que quedó patente luego de los magros resultados obtenidos por el gobernante Partido Socialista Español, PSOE, en las elecciones regionales y municipales de mayo pasado, comicios que más allá de las cifras en las urnas, estuvieron marcados por el anuncio previo de Rodríguez Zapatero de que no repostularía a su cargo, pero especialmente por el masivo movimiento de los “indignados” que se tomaron la Puerta del Sol en Madrid para protestar contra la indiferencia clase política ante el deterioro de las condiciones de vida en el país.
En ese sentido, el jefe del gobierno español dejó de manifiesto que el principal desafío de la nueva administración será el manejo económico y la superación de la crisis actual, hechos que motivaron la decisión de adelantar los comicios en cuatro meses.
“Si estimo conveniente que se celebren las elecciones en otoño es para que el nuevo gobierno que resulte elegido de las urnas se haga ya cargo de todo el ejercicio económico correspondiente a 2012. La fecha de las elecciones permitirá razonablemente que el nuevo gobierno esté en ejercicio a fin de año. Con ello podrá tomar en breve tiempo las riendas del conjunto de las decisiones que Constitucionalmente le corresponden”, señaló Zapatero.
Consciente de que en estos tiempos las dilaciones políticas son costosas, Rodríguez Zapatero explicó que la medida busca en el corto plazo generar certidumbres políticas y económicas para avanzar en la recuperación. Posiblemente, una lección aprendida luego de contemplar la experiencia del gobierno griego, apremiado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para aprobar en tiempo récord un duro paquete de medidas de austeridad para seguir recibiendo ayuda financiera.
“Es para proyectar certidumbre política y económica para los próximos meses, sobre lo que queda por hacer, sobre lo que vamos a hacer y sobre la fecha electoral. Así el debate público ya no girará sobre la fecha electoral, sino que se centrará en las tareas que tenemos que cumplir, que tenemos que terminar, y a partir de ahí en las propuestas de las distintas fuerzas políticas para la convocatoria electoral”, indicó el jefe de gobierno.
Enterados de la decisión del gobierno, los líderes de los principales partidos aprovecharon de manifestar sus propuestas para iniciar la carrera hacia el poder. El candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba descartó haberle solicitado a Rodríguez Zapatero adelantar los comicios y se comprometió a iniciar una nueva etapa de gobierno, como una forma de separar su figura del agotado gobierno socialista en ejercicio.
Mientras, el dirigente opositor del Partido Popular, Mariano Rajoy, se mostró satisfecho con el anuncio gubernamental y afirmó que celebrar los comicios antes de la fecha original era voluntad de su partido, pero también del pueblo de España, aunque reconoció que el gobierno por venir deberá hacerse cargo de tareas muy complejas.
“Para el Partido Popular igual que para la mayoría de los españoles las elecciones son el impulso necesario para salir de la grave situación en la que nos encontramos. En los votos, en la voluntad popular se encuentra el caudal de confianza y determinación que necesita España para salir adelante y para afrontar con ilusión el futuro”, explicó el líder opositor.
Aunque los sondeos de opinión se han mostrado favorables a una victoria del Partido Popular, las cifras no parecen concluyentes y las tendencias se definirán después de las vacaciones de verano boreal, que acaban de comenzar en el hemisferio norte.
Sorpresivamente, pero sin sorprender, el Presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció al mediodía del viernes la decisión de adelantar las elecciones generales del país programadas para marzo del año 2012 al 20 de noviembre próximo, determinación que comunicó luego de una reunión del Consejo de Ministros.
Sin mencionar expresamente las dificultades que ha tenido su administración para lidiar con las graves consecuencias financieras, políticas y sociales de la crisis económica que afecta a toda Europa, Rodríguez Zapatero dejó entrever la necesidad de que un nuevo gobierno se haga cargo de la conducción del país, cuando ya su gabinete evidencia claros signos de agotamiento y descrédito.
Hecho que quedó patente luego de los magros resultados obtenidos por el gobernante Partido Socialista Español, PSOE, en las elecciones regionales y municipales de mayo pasado, comicios que más allá de las cifras en las urnas, estuvieron marcados por el anuncio previo de Rodríguez Zapatero de que no repostularía a su cargo, pero especialmente por el masivo movimiento de los “indignados” que se tomaron la Puerta del Sol en Madrid para protestar contra la indiferencia clase política ante el deterioro de las condiciones de vida en el país.
En ese sentido, el jefe del gobierno español dejó de manifiesto que el principal desafío de la nueva administración será el manejo económico y la superación de la crisis actual, hechos que motivaron la decisión de adelantar los comicios en cuatro meses.
“Si estimo conveniente que se celebren las elecciones en otoño es para que el nuevo gobierno que resulte elegido de las urnas se haga ya cargo de todo el ejercicio económico correspondiente a 2012. La fecha de las elecciones permitirá razonablemente que el nuevo gobierno esté en ejercicio a fin de año. Con ello podrá tomar en breve tiempo las riendas del conjunto de las decisiones que Constitucionalmente le corresponden”, señaló Zapatero.
Consciente de que en estos tiempos las dilaciones políticas son costosas, Rodríguez Zapatero explicó que la medida busca en el corto plazo generar certidumbres políticas y económicas para avanzar en la recuperación. Posiblemente, una lección aprendida luego de contemplar la experiencia del gobierno griego, apremiado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para aprobar en tiempo récord un duro paquete de medidas de austeridad para seguir recibiendo ayuda financiera.
“Es para proyectar certidumbre política y económica para los próximos meses, sobre lo que queda por hacer, sobre lo que vamos a hacer y sobre la fecha electoral. Así el debate público ya no girará sobre la fecha electoral, sino que se centrará en las tareas que tenemos que cumplir, que tenemos que terminar, y a partir de ahí en las propuestas de las distintas fuerzas políticas para la convocatoria electoral”, indicó el jefe de gobierno.
Enterados de la decisión del gobierno, los líderes de los principales partidos aprovecharon de manifestar sus propuestas para iniciar la carrera hacia el poder. El candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba descartó haberle solicitado a Rodríguez Zapatero adelantar los comicios y se comprometió a iniciar una nueva etapa de gobierno, como una forma de separar su figura del agotado gobierno socialista en ejercicio.
Mientras, el dirigente opositor del Partido Popular, Mariano Rajoy, se mostró satisfecho con el anuncio gubernamental y afirmó que celebrar los comicios antes de la fecha original era voluntad de su partido, pero también del pueblo de España, aunque reconoció que el gobierno por venir deberá hacerse cargo de tareas muy complejas.
“Para el Partido Popular igual que para la mayoría de los españoles las elecciones son el impulso necesario para salir de la grave situación en la que nos encontramos. En los votos, en la voluntad popular se encuentra el caudal de confianza y determinación que necesita España para salir adelante y para afrontar con ilusión el futuro”, explicó el líder opositor.
Aunque los sondeos de opinión se han mostrado favorables a una victoria del Partido Popular, las cifras no parecen concluyentes y las tendencias se definirán después de las vacaciones de verano boreal, que acaban de comenzar en el hemisferio norte.
