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Universitarios llegan lejos y mantienen primera toma en la UC desde la dictadura

Por primera vez desde la década de los '80, el campus Oriente de la Universidad Católica se encuentra ocupado por sus estudiantes. Una medida que para académicos y estudiantes demuestra hasta donde ha llegado esta vez el movimiento estudiantil: "Es sumamente simbólico por el rol de esta universidad en la historia del país", dice Giorgio Jackson, presidente de la FEUC.

Rodrigo Alarcón

  Miércoles 10 de agosto 2011 21:18 hrs. 
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Desde la madrugada del martes se encuentra tomado el campus Oriente de la Universidad Católica, que acoge a las carreras de Arte, Música, Teatro y Estética.

Luego de ocupada la sede, el martes se hizo una votación triestamental que ratificó la toma con un 70% de apoyo. Y el miércoles en la mañana, estudiantes, autoridades, académicos y funcionarios realizaron una asamblea en la que se definieron algunas de las actividades que harán.

El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, se manifestó de inmediato en contra de la toma y dio plazo hasta este jueves para recuperar la normalidad en el campus, aunque sin hablar directamente de un desalojo.

El decano de la Facultad de Artes, Ramón López, quien ha sido nexo entre las autoridades y los estudiantes, asegura que “no ha escuchado” la posibilidad de desalojar y que “el ánimo de todos los profesores es que esa opción tendría que ser distante”.

“No creo (que pase) y no estaría de acuerdo con esa opción, pero no puedo excluir que pueda ocurrir si hay una

Foto: flickr.com/juliocesaribarra

intransigencia del movimiento. Nuestra posición es que ojalá la toma se modifique. Uno puede seguir movilizado, discutiendo los temas principales de la agenda, pero tienen que haber condiciones básicas para poder encontrarse, no podemos hacerlo en los patios. Tiene que recuperarse una cierta normalidad en el campus”, advierte.

Entre las autoridades de la UC la intención es que de todas formas la toma se baje, aunque el campus continúe movilizado o en paro, como ha estado los últimos dos meses. La ocupación inquieta, además, como señal para estudiantes de otros campus.

Por su parte, los estudiantes temen que el desalojo se concrete esta semana. Esto, sobre todo considerando que el lugar es arrendado como centro de eventos durante los fines de semana, lo que reporta recursos económicos a la universidad.

Giorgio Jackson, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), valoró la acción y se mostró dispuesto a mediar para evitar un desalojo: “Me voy a oponer a los desalojos. En caso que vengan y traten de ejercer violencia ante los estudiantes, que son a quienes finalmente tengo que representar, voy a estar ahí por supuesto para impedir que eso ocurra. Con mucho honor voy a cumplir ese deber”, dijo.

Asimismo, según el dirigente, que un campus de la Católica esté tomado da cuenta del nivel de adherencia que ha logrado el movimiento estudiantil durante las últimas semanas. “Es sumamente simbólico, tiene una carga por el contenido que tiene la Universidad Católica, el contenido que se le asigna a esta universidad y al rol que ha jugado en la historia del país, a veces asociado a las ideologías más conservadoras. Esta paralización y esta toma es sumamente significativa, ya han logrado el hito mediático que significa eso”, explicó.

No es primera movilización en que participan estudiantes de la UC. Sin embargo, hace décadas que los alumnos no decidían ocupar las instalaciones. No se daba desde la dictadura, cuando los estudiantes se protestaban contra las autoridades designadas por el régimen y no existían representantes democráticos de los mismos alumnos.

El campus Oriente, por ejemplo, fue tomado más de una vez a mediados de los ‘80, manifestaciones que eran reprimidas directamente por las autoridades universitarias y Carabineros dentro de la universidad. Incluso, la reja que hoy separa el campus de la calle fue instalada luego de esas protestas.

Foto: flickr.com/juliocesaribarra

Gabriel Castillo, actual director del Instituto de Estética, fue uno de los estudiantes que estuvo presente en esas manifestaciones. Aunque recalca que el contexto es muy diferente, dice que “hay una cultura histórica de la Universidad Católica que ha sido asociada a los movimientos más conservadores. Ese diagnóstico habría que matizarlo, puesto que ha habido reformas y procesos muy interesantes en la década del ’60 bajo el rectorado de Fernando Castillo Velasco. Sin ir más lejos, me parece sorprendente el contexto actual, donde hay un rector y vicerrector que viene a acompañar a los alumnos, que no está presente para ejercer directamente una coerción”.

El académico considera que la actual toma de campus Oriente será relevante sólo si tiene también efectos dentro de la misma universidad: “Va a ser importante solo en la medida en que no solo sea recordado como un acto de fuerza para llamar la atención, para generar un debate momentáneo que se diluya, sino en la medida en que haya una irradiación dentro de la Universidad Católica de esta expectativa de conversar, de hacer una propuesta universitaria al país, de hacer una propuesta dentro de la universidad y redefinir lo que es hacer universidad”, afirma.

En Campus Oriente se han concentrado las actividades de movilización de la Universidad Católica. Los estudiantes se han mantenido un paro al que otras carreras, de otras sedes, se han sumado recientemente o están evaluando. Otra muestra de que, esta vez, el movimiento estudiantil llegó lejos.

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