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Secundarios destacan proceso autónomo de aprendizaje al margen de movilización

A pesar de que alcaldes insisten en posible pérdida del año, estudiantes secundarios continúan aprendiendo. Se han organizado para recibir conocimientos de profesores y estudiantes universitarios de pregrado y posgrado que no los han dejado solos.

Cristián Pacheco

  Miércoles 10 de agosto 2011 20:45 hrs. 
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Ya se superó el 85% mínimo exigido por el ministerio de Educación, y se reconoce la imposibilidad de recuperar las clases perdidas por las movilizaciones realizadas durante el año, situación ante la cual dirigentes estudiantiles de varios establecimientos han manifestado que están dispuestos a perder el año si se logra que el Estado sea garante de una educación pública y de calidad en Chile.

Mientras el Gobierno y los alcaldes buscan fórmulas para resolver una problemática bastante compleja que afectaría a un gran número de estudiantes de Santiago y regiones, los estudiantes secundarios se han organizado para continuar su aprendizaje y no quedar atrasados en los contenidos, aunque siempre movilizados.

Ignacio Villarroel, vicepresidente del centro de alumnos del Instituto Nacional, comenta que han impulsado distintas iniciativas que motivan principalmente la libertad de enseñanza, quien apuntó que “nosotros entregamos una sala a un profesor que desarrolla su proyecto educativo. Han llegado profesores, ex alumnos y apoderados, lo que nos ha servido para unirnos y darnos fuerzas. Unir el hecho de la responsabilidad individual, donde cada uno decide si seguir aprendiendo, independiente de un registro de asistencia o una nota”.

Los estudiantes del Instituto Nacional siguen recibiendo contenidos desde distintos espacios a pesar del hostigamiento constante de Carabineros, denuncia Villarroel. Acciones intimidantes como romper vidrios, focos, o tirarles lacrimógenas al interior del establecimiento son prácticas de Carabineros que tienen registradas en videos y fotografías, y que incluso los obligó a suspender el aniversario del Instituto por el temor constante a un desalojo.

Gloria Neculqueo, presidenta del consejo gremial del Instituto Nacional, reafirma que los profesores colegiados nunca han dejado solos a sus alumnos y que han apoyado desde el comienzo el movimiento estudiantil. “Hay una orgánica con una comisión académica, que establece clases para distintos niveles, con un contenido específico de tal manera que quien quiere venir, se deja libertad para entrar y es atendido. No se ha abandonado a los niños en el aspecto académico, no es la formalidad de una clase, pero los estamos atendiendo”, sostuvo.

La profesora cuenta que su gremio ha estado durante estos dos meses quedándose hasta tarde, realizando actividades culturales y moviéndose por otros establecimientos para apoyar a los jóvenes.

Al igual que en el Instituto Nacional, muchos otros colegios, institutos y liceos se han organizado para solicitar la ayuda. Y han tenido respuesta de universitarios de pregrado y posgrado de varias instituciones.

Es el caso por ejemplo de los estudiantes de posgrado de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, que al sentirse parte del movimiento paralizaron sus actividades y prepararon presentaciones, charlas y talleres para ir en apoyo de los escolares.

Así lo comenta Juan Pablo Yáñez, estudiante del Magíster en Filosofía que ha coordinado muchas de estas acciones en comunas como San Ramón, Ñuñoa, Providencia, Santiago Centro y Estación Central, las que conciben como un apoyo concreto a los estudiantes que soportan tomas desgastadoras.

El estudiante universitario recalcó que “en un principio solicitaban un reforzamiento PSU, que es de lo más importante porque apunta a las críticas al movimiento por perder clases, entonces así rompemos la lógica y generamos una autoeducación en los chiquillos”.

No sólo reforzamiento para la prueba de selección, sino además talleres de mapudungun, danza, poesía y sexualidad, como también clases de lenguaje, filosofía, y charlas sobre la historia de los movimientos sociales han sido parte de un nuevo cuerpo de contenidos que han servido para mantener a los secundarios movilizados, pero también aprendiendo.

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