Al menos 88 personas murieron en Siria, entre abril y agosto, mientras se encontraban en prisión por su participación en las protestas contra el régimen de Bashar Al Assad, según un informe de Amnistía Internacional (AI).
La organización humanitaria denunció que las víctimas, entre ellas 10 menores, sufrieron golpizas, quemaduras, descargas eléctricas y otros abusos durante su encarcelamiento.
“Estas muertes entre rejas alcanzan una proporción enorme, y parecen ser una extensión del mismo desprecio brutal por la vida del que estamos siendo testigos a diario en las calles de Siria”, explicó el experto de AI en este país Neil Sammonds.
El informe sostiene que al menos en el caso de 52 de las víctimas existen pruebas de tortura y maltratos que causaron o contribuyeron a su muerte. El organismo recopiló videos e imágenes tomadas por familiares y activistas de 45 de las víctimas y pidió a forenses independientes que las analizaran.
La conclusión fue que las heridas en los cadáveres demuestran que sufrieron “terribles golpizas” además de quemaduras y latigazos.
Al menos 88 personas murieron en Siria, entre abril y agosto, mientras se encontraban en prisión por su participación en las protestas contra el régimen de Bashar Al Assad, según un informe de Amnistía Internacional (AI).
La organización humanitaria denunció que las víctimas, entre ellas 10 menores, sufrieron golpizas, quemaduras, descargas eléctricas y otros abusos durante su encarcelamiento.
“Estas muertes entre rejas alcanzan una proporción enorme, y parecen ser una extensión del mismo desprecio brutal por la vida del que estamos siendo testigos a diario en las calles de Siria”, explicó el experto de AI en este país Neil Sammonds.
El informe sostiene que al menos en el caso de 52 de las víctimas existen pruebas de tortura y maltratos que causaron o contribuyeron a su muerte. El organismo recopiló videos e imágenes tomadas por familiares y activistas de 45 de las víctimas y pidió a forenses independientes que las analizaran.
La conclusión fue que las heridas en los cadáveres demuestran que sufrieron “terribles golpizas” además de quemaduras y latigazos.
Al menos 88 personas murieron en Siria, entre abril y agosto, mientras se encontraban en prisión por su participación en las protestas contra el régimen de Bashar Al Assad, según un informe de Amnistía Internacional (AI).
La organización humanitaria denunció que las víctimas, entre ellas 10 menores, sufrieron golpizas, quemaduras, descargas eléctricas y otros abusos durante su encarcelamiento.
“Estas muertes entre rejas alcanzan una proporción enorme, y parecen ser una extensión del mismo desprecio brutal por la vida del que estamos siendo testigos a diario en las calles de Siria”, explicó el experto de AI en este país Neil Sammonds.
El informe sostiene que al menos en el caso de 52 de las víctimas existen pruebas de tortura y maltratos que causaron o contribuyeron a su muerte. El organismo recopiló videos e imágenes tomadas por familiares y activistas de 45 de las víctimas y pidió a forenses independientes que las analizaran.
La conclusión fue que las heridas en los cadáveres demuestran que sufrieron “terribles golpizas” además de quemaduras y latigazos.